Comerciantes de la Plaza de Toros censuran que el acuerdo sanitario no atienda "los perjuicios económicos" de la fusión

Los empresarios se quejan de que el Gobierno andaluz "no actúe para evitar que sus comercios", cuya facturación depende en un 90 % de la actividad sanitaria

Peatonalización de Plaza de Toros
Comercios en Plaza de Toros de Granada | Autor: Archivo GD
E.P
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Los comerciantes de la plaza de Toros-Doctores han censurado que el acuerdo cerrado entre el Complejo Hospitalario de Granada y los sindicatos para iniciar la negociación de la reordenación sanitaria "pase por alto las pérdidas económicas que el cierre de hospitales" está ocasionado a este barrio.

Los empresarios se quejan de que el Gobierno andaluz "no actúe para evitar que sus comercios", cuya facturación depende en un 90 por ciento de la actividad sanitaria, "tengan que echar el cierre y despedir a centenares de personas".

"Ni abren el Clínico, donde apenas queda actividad, ni el antiguo Hospital de Traumatología para devolver la vida comercial al barrio", ha lamentado en declaraciones a Europa Press el presidente de la asociación de comerciantes de la Plaza de Toros-Doctores, Santos Gómez.

Igualmente, ha criticado que los comerciantes afectados por la reordenación de hospitales no hayan podido formar parte del consejo asesor ni incluir su punto de vista en las negociaciones, de forma que han "quedado abandonados a su suerte".

El colectivo estima que "el cierre total del Clínico supondrá la pérdida de dos millones de visitas anuales al barrio", donde operan unos 1.200 negocios que ahora "se quedarán sin ninguna actividad", agrega Gómez.

Así, el empresario ha reprochado a la Junta "que no haya tenido en cuenta la repercusión económica de la fusión" para un barrio que "lleva viviendo medio siglo de prestar servicios a todo lo vinculado con la salud".

Reclama por ello al Gobierno andaluz que la parte nueva del Clínico se dote al cien por cien de servicios sanitarios y que se dé actividad al edificio del antiguo Hospital de Traumatología, que está cerrado desde el verano, para evitar que vayan "a la ruina