Comienzan las pruebas del sistema de producción de nieve en Sierra Nevada
Cetursa maneja el 23 de noviembre como fecha más probable para el comienzo de la temporada
Cetursa, la empresa pública que gestiona la estación de esquí de Sierra Nevada, ha comenzado ya las pruebas del sistema de producción de nieve artificial, tras la segunda nevada del otoño, este pasado fin de semana, y a la espera de nuevas precipitaciones, previsiblemente a mediados de esta semana.
Fuentes de Cetursa consultadas por Europa Press han señalado que se trabaja con el 23 de noviembre como fecha indicativa de apertura, si bien dependerá de la evolución de las condiciones climatológicas, sin que haya aún día fijado para el inicio del funcionamiento de las máquinas de producción de nieve artificial.
Mientras tanto, se comprueba en Borreguiles que los cañones están en buen estado tras el verano, y se comprueban también tuberías y canalizaciones, en orden a, cuando las temperaturas y los índices de humedad lo permitan, poner en marcha el sistema.
Entre los preparativos propios de estas fechas, la estación de esquí está también realizando pruebas de carga en los remontes, las cuales se llevan a cabo con grandes bolsas de agua o bloques de hormigón. El objetivo es también comprobar el buen estado de sillas, poleas, balancines o cableado tras las revisiones del verano.
Se llevan a cabo además trabajos de reparación en paravientos en pistas para que, en los casos frecuentes de nevadas con ventisca, las precipitaciones puedan ser utilizadas posteriormente.
Las pistas de esquí de Granada han registrado este pasado domingo su segunda nevada después del verano, con la diferencia de que esta ha abarcado zonas a una altura más baja, llegando a la estación de Pradollano, urbanización donde se encuentra la estación invernal, y la zona empieza a aclimatarse para la nueva temporada.
La primera nevada se registró a mediados de septiembre por encima de los 2.900 metros de altura respecto al nivel del mar, mientras que la de este domingo se ha hecho notar desde los 2.000 metros.
Aunque apenas ha cubierto varios centímetros, esta nevada es reseñable porque permite que la tierra se enfríe y se empape para favorecer que la nieve cuaje en los próximos meses.