El comité de expertos decide este martes si relaja más restricciones ante la bajada de incidencia
Andalucía podría seguir el camino de comunidades como Madrid, Baleares o Castilla y León donde las medidas en relación al ocio nocturno y la hostelería son más flexibles
Andalucía se enfrenta una semana más a una posible relajación de las medidas frente al Covid-19. Las cifras de contagios, hospitalizaciones y decesos invitan al optimismo día tras día y es que la comunidad autónoma ya se sitúa en una incidencia acumulada de 57'2 casos por 100.000 habitantes. Este martes, el Consejo Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto de Andalucía, conocido como 'comité de expertos de la Junta, se reunirá para decidir si se suprimen algunas de las medidas que actualmente están vigentes.
En la última reunión, la del 14 de septiembre, el gobierno andaluz decidió dar un paso más hacia la nueva normalidad al derribar los límites de aforo en teatros, cines, auditorios y conciertos. Del mismo modo, el ocio nocturno experimentó una leve relajación de las restricciones al pasar de seis a ocho comensales en mesas e igualarse así al resto de la restauración. Dos semanas después, la situación epidemiológica en Andalucía invita a pensar que el 'comité de expertos' permitirá seguir dando pasos hacia la nueva normalidad, sobre todo en lo que al ocio nocturno se refiere.
La Junta ha asegurado que, de momento, no se plantea una eliminación total de las restricciones y que esto llegará cuando la incidencia acumulada baje de los 50 casos y ronde los 25. Además, el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, ha afirmado que "Andalucía quiere iniciar el camino hacia la normalidad", pero recuerda que "los últimos escalones siempre hay que bajarlos de uno en uno porque se puede tropezar".
Restricciones en el resto de comunidades autónomas
A pesar de la prudencia que quiere mantener el gobierno andaluz en el rumbo a seguir hacia la nueva normalidad, si se mira al resto de comunidades autónomas, se puede llegar a intuir el camino que tomará la Junta en las próximas semanas. Un modelo a seguir pueden ser la Comunidad Valenciana y Castilla y León. Ambas comunidades cuentan con una incidencia acumulada similar a la andaluza (52'6 y 48'8 casos respectivamente) y mantienen unas restricciones más leves en comparación con Andalucía. Tanto en la Comunidad Valencia como en Castilla y León restauración y ocio nocturno pueden cerrar según la hora permitida en su licencia municipal. Además, los castellanoleonenses pueden reunirse hasta un máximo de 25 personas en el interior y en terraza no cuentan con ningún límite en el número de comensales.
Otro ejemplo, un poco menos permisivo y que se podría ajustar más a las intenciones de la Junta de Andalucía es el de la Comunidad de Madrid. Con una incidencia acumulada de 65'5 casos por 100.000 habitantes, el ocio nocturno puede abrir hasta las 06:00 horas de la mañana, mientras que los bares deben cerrar a las 02:00 horas y los pubs a las 03:00 horas. Además, existen restricciones en cuanto al número de comensales que se reduce a seis por mesa en interior y diez en exterior.
En el extremo opuesto y, probablemente muy lejos de la postura del gobierno andaluz se encuentran Baleares y Aragón. Las islas cuentan con una IA acumulada de 90'9 casos, mientras que Aragón se sitúa en los 91'6 casos, sin embargo, ambas comunidades autónomas tienen unas restricciones frente al Covid-19 más flexibles que las impuestas en Andalucía. Los aragoneses pueden mantener el ocio nocturno abierto hasta las 04:00 horas de la madrugada y la admisión de clientes se permite hasta las 03:30 horas. Los bares deberán cerrar según el horario marcado por su licencia y el número de comensales es de 10 personas por mesa en interior y 15 en exterior. Por su parte, Baleares mantiene el ocio nocturno abierto hasta las 05:00 horas y los pubs hasta las 04:00 horas.
Aún no se sabe que postura adoptará la Junta de Andalucía en este evidente fin de la quinta ola y parece ser que de la pandemia. La restauración pide a 'gritos' una relajación de las medidas que les permita acercarse a la antigua normalidad, aunque parece ser que el gobierno andaluz se va a mantener cauto y precavido en la desescalada para no dar pasos en falso que puedan provocar un hipotético inicio de una sexta ola del coronavirus.