Cómo afectan las condiciones climáticas en Granada a la conducción

La reducción de la visibilidad, el riesgo de deslizamientos y derrapes o la deshidratación del conductor son solo algunos de los factores a tener en cuenta

Circunvalación de Granada | Foto: Archivo GD
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Como se ha podido notar, tanto 2022 como 2023 han sido años extremadamente secos y los más cálidos en España desde al menos 1961, especialmente en la zona de Andalucía y más concretamente, en Granada. La estabilidad atmosférica provocó episodios de contaminación por partículas, en su mayoría procedentes del norte de África. El intenso calor del verano contribuyó al aumento de los niveles de ozono, especialmente durante las olas de calor de junio, julio y agosto, reafirmando el cambio climático como un factor clave en el empeoramiento de la calidad del aire.

Por otra parte, debido al intenso calor y a la falta de lluvia, la concentración de dióxido de nitrógeno en la estación de Granada Norte, que siempre registra los valores más altos, se disparó notablemente en 2022 en comparación con 2021 y 2020, alcanzando la mayor concentración de NO2 en Andalucía.

Todas estas incidencias climáticas deberían ser tratadas como un problema de primer orden que afecta en gran manera a la salud de la población. Además, la mala calidad del aire tiene repercusiones en la productividad y en la calidad de vida, influyendo muy negativamente en las actividades diarias de la ciudadanía.

Por otra parte cabe señalar, que el impacto no se limita únicamente a la salud de los ciudadanos. Los conductores también sufren las consecuencias de esta situación, enfrentándose a un entorno de conducción menos seguro debido a la reducción de la visibilidad y a las condiciones meteorológicas extremas. La contaminación del aire y las altas temperaturas conducen a una mayor formación de neblina y bruma, incrementando el riesgo de accidentes y el riesgo a la hora de conducir.

¿Cómo afectan exactamente las condiciones climáticas de Granada a la conducción?

Para comenzar, el polvo y demás partículas en el aire provenientes del norte de África, contribuyen a que el aire sea más denso, reduciendo la visibilidad y afectando a la agudeza visual.

Igualmente, tanto el calor extremo como la sequía afectan a las superficies de las carreteras, provocando que el asfalto se vuelva más blando y propenso a deformaciones. Además, la falta de lluvia es causa de que el polvo y otros residuos se acumulen, dificultando como consecuencia la tracción e incrementando el riesgo de deslizamientos y derrapes, especialmente en curvas o cuando se frena bruscamente.

Por no hablar del sobrecalentamiento del motor, así como de un mayor desgaste en los componentes del vehículo, como frenos y neumáticos.

En cuanto a la fatiga y el estrés, decir que conducir en condiciones extremas resulta del todo agotador. El calor deriva frecuentemente en deshidratación y fatiga, ralentizando la concentración y los tiempos de reacción del conductor.

Sin olvidar que la exposición prolongada a la mala calidad del aire, también puede tener efectos negativos en la salud respiratoria y desestabilizar la capacidad de los conductores.

Ante este panorama, a la hora de lidiar con los imprevistos derivados de la mala calidad del aire y las condiciones climáticas extremas, contar con una cobertura que incluya asistencia en carretera y servicios de emergencia como los seguros del RACC es del todo indispensable.

Todo lo que puede hacer por ti un buen seguro

El RACC te ofrece la asistencia que te protege en cada momento y en cualquier lugar, proporcionándote esa tranquilidad que tanto necesitas para sentir la conducción segura.

En caso de avería, ofrecen la reparación en el lugar del incidente o te proporcionan un coche de sustitución para que sigas con tu rutina sin interrupciones.

Acceso a una extensa red de talleres con cobertura en todo el país, garantizando servicios de reparación y mantenimiento cerca de ti, sin importar dónde te encuentres.

También podrás disfrutar de protección adicional frente a accidentes causados por la presencia de animales de caza en la carretera.

Decide qué póliza te interesa más

El RACC te presenta diversas modalidades para que puedas elegir el que mejor se ajuste a tus circunstancias.

  1. Con el seguro de coche a terceros, tendrás cubiertas las garantías esenciales a un precio muy económico. Aunque es el más básico y requerido por ley, cubre los daños causados a terceros (personas o propiedades) en caso de accidente.
  2. Pero si precisas una protección más completa, el seguro a terceros con lunas es una alternativa más adecuada. Este tipo de póliza amplía la cobertura básica e incluye beneficios adicionales como protección jurídica, accidentes personales del conductor o la reparación y sustitución de lunas.
  3. Otra alternativa es el seguro a terceros ampliado, que presenta protección contra daños por incendio, robo.
  4. Aunque no cabe duda de que a la hora de obtener una protección total, el seguro a todo riesgo es la solución más completa. Esta póliza cubre tanto los daños propios como los daños a terceros y suele incluir asistencia en carretera, vehículo de sustitución y protección contra el vandalismo y el robo e incendio del vehículo, aparte de una serie de coberturas opcionales entre las que se encuentran:
  • Ampliación de la garantía de fallecimiento e invalidez permanente del conductor.
  • Talleres AXA Calidad.
  • Colisión con animales cinegéticos.
  • Eco Kit (solo vehículos eléctricos e híbridos).
  • Fenómenos atmosféricos.

Para terminar, solo resta recordar que igualmente disponen de una variante conocida como seguro a todo riesgo con franquicia, que brinda una cobertura similar pero incluyendo una cantidad que el asegurado debe pagar en caso de siniestro.

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