Cómo crear una empresa tecnológica y no morir en el intento

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Imagen ilustrativa de creación de negocio
Vito Episcopo Solís
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En este periodo estival os dejo algunas reflexiones y conclusiones sobre “cómo crear una empresa tecnológica y no morir en el intento”, fruto de mis más de 25 años de andadura en el sector tecnológico andaluz, nacional e internacional, durante el cual he visto nacer, crecer y morir muchas empresas tecnológica, generalmente por los mismos motivos.

¿Estas lo suficientemente preparado?

Tranquilo, nunca lo estarás, pero precisas de unos conocimientos mínimos para poder ejecutar cualquier tarea o actividad. Si no los tienes contrátalos, pero jamás realices cualquier acción sin disponer de los conocimientos mínimos imprescindibles. Aprender sobre la marcha no suele funcionar, y menos en el sector tecnológico, por otra parte el factor suerte es una variable tremendamente peligrosa. Muchos se han quedado en el camino por meterse donde no debían ni sabían. Asume que tu formación y preparación debe ser una actitud constante a lo largo de tu vida.

Crea tu equipo pero mantén tu posición

Las personas son la fuerza y energía de las empresas y con más protagonismo en las empresas tecnológicas. Necesitas al mejor equipo y deberás crearlo afín a tu proyecto y visión de la empresa. Importante que mantengas en todo momento tu posición, un barco sin capitán acaba perdiendo el rumbo.

Que se equivoquen los demás

No dudes en delegar competencia de decisión, crear jerarquías y cadenas de mando. En el sector tecnológico las pruebas, ensayo y correcciones son inevitables, con el consiguiente elevado índice de errores. Hoy en día se están imponiendo metodologías de gestión basadas en pruebas y correcciones (Lean) y como tal haz participe a tus mandos de sus errores y de sus éxitos. Deja que se equivoquen los demás, no monopolices el error.

La ingeniería como combustible, no como motor
Es el error más común dentro del sector tecnológico. La búsqueda del producto, desarrollo o servicio perfecto, asfixia a la empresa. El motor de una empresa TIC debe de ser sus clientes y sus ventas dejando la ingeniería como combustible del mismo.

Mima tu fuerza comercial

Es el área más importante de la empresa. Esta debe de destacar sobre todas las demás. Es la puerta de entrada de tus ingresos. No dudes en destinar los mayores recursos posibles, en fichar a los mejores, en ser los empleados mejores pagados de la empresa. Vende, factura y cobra. El comercial debe de ser un profesional de las ventas. Un error clásico en empresas tecnológicas es la inexistencia de departamentos comerciales, confiando a menudo este cometido a los técnicos menos tímidos o gerentes y directivos. Los comerciales son una raza distinta y su éxito e implicación son vitales.

Delega y céntrate en lo que realmente eres bueno

Delegar tareas en especialistas preparados es un claro elemento dinamizador de las empresas. Aunque en los inicios has tenido que hacer de todo, esto no te obliga a seguir haciéndolo. Por otra parte el hecho que seas el fundador de la compañía, no te obliga en convertirse inexorablemente en su consejero delegado o director general. Si eres un magnífico programador, sigue siendo el mejor de la empresa y ficha a un gran director general. Delega y céntrate en lo que realmente eres bueno.

Olvídate de romanticismos

La empresa no es una parte de tu cuerpo ni tu sangre o tu hijo. Es un negocio y por lo tanto debe de ser rentable. Si no es rentable, ciérrala y empieza otra. Si puedes venderla, hazlo sin pensarlo. Pero sobre todo no permitas que la empresa te hunda o hundirte con ella.

Rodéate de los mejores consejeros externos

Desde el primer día o desde que puedas pagarlos, rodéate de los mejores asesores y consejeros externos. Confía solo en los mejores y si no te convencen, cámbialos. Confía solo en persona con una clara trayectoria de éxito. Es la mejor manera de acortar tiempo hasta la consecución de tus objetivos y cubrir tus carencias.

Céntrate el cliente como núcleo de tu negocio

Es vital, el cliente es el debe marcar el rumbo de tu empresa. Su satisfacción y el grado de cumplimiento de sus expectativas serán un claro indicador de la salud de tu negocio. Sin clientes no tienes empresas. Necesitas muchos clientes y que paguen tus servicios. Por otra parte es tu mejor fuente de información para la mejora y adecuación de tus productos o servicios. Por último es la fuente de financiación ideal.

Lo que importa son los clientes, no visitas o followers

Otro error clásico es medir el éxito contemplando visitas a nuestro web site o landing pages o followers en redes sociales. Lo que realmente importa son los clientes, es decir alguien que paga por tus productos o servicios.

El alto precio de la financiación

Es la principal causa de mortalidad de las empresas tecnológicas de estos últimos años. Jamás debemos olvidar que quien presta o aporta alguna cuantía económica a nuestra empresa, tiene como único fin obtener un beneficio, en algunas ocasiones muy cuantioso como el caso del capital riesgo. Siempre debes contemplar el coste de aportación y la devolución de la misma.

Incorpora socios de valor

Incorpora a socios que realmente aporten valor a tu proyecto y compartan tu visión de la empresa. Si solo incorporas a socios capitalistas, tarde o temprano deberás de pagar la factura.

El primer fin de la empresa es generar beneficios

Debemos de asumir desde el primer día y reivindicar sin ningún tipo de tapujos que una empresa tiene la obligación de generar beneficios. No es ningún club social donde se reúnen una serie de personas o un grupo filantrópico que investiga o crea algo nuevo. Si además tú y tu equipo disfrutáis con ello y lo pasáis bien pues fantástico, pero si no generas beneficios no disfrutaras mucho tiempo.

El sector adecuado

El sector tecnológico, en Europa representa un 8% del PIB de la UE-28, un 6% del empleo, supone un 25% del crecimiento económico, y un 20% del gasto en I+D+i. En España el ejercicio 2015 arroja una facturación de más de 23.000 millones de euros, con un crecimiento de más del 7%. En Granada el sector ha mantenido en el 2015 las tasas de crecimiento de ejercicios anteriores, con un 10% de incremento de la facturación que ya supera con creces los 1.000 millos de euros de facturación. Este sector sigue representando un poco más del 7% del PIB Producto interior Bruto de la provincia de Granada.

Granada como plaza tecnológica

En Granada contamos con una organización que tiene como fin potenciar el sector, la Asociación Clúster Granada Plaza Tecnológica y Biotecnológica. Es una iniciativa de la CGE Confederación Granadina de empresarios que cuenta entre sus asociados con el Ayuntamiento de Granada, la Diputación de Granada, la Universidad de Granada, la Junta de Andalucía, importantes patronales tecnológicas y más de 500 empresas TIC y BIO.







Comentarios

3 comentarios en “Cómo crear una empresa tecnológica y no morir en el intento

  1. Gracias por compartir estas reflexiones, las voy a imprimir a modo de decálogo! Una síntesis perfecta! Me uno a la opinión de la importancia del área comercial también en empresas tecnológicas "Los comerciales somos de otra raza" y porsupesto poner foco en el cliente para alcanzar la excelencia. Bravo Vito, mi más sincera admiración

  2. filosofía Trvenquiana

  3. Se habla de crear una empresa tecnológica y el artículo se centra en los comerciales, en los socios, en los consejeros, en la financiación... y en delegar.

    ¿Y qué pasa con los técnicos, los programadores, los diseñadores de producto? ¿Quién toma las decisiones? ¿Y quién se hace responsable de ellas?

    Hoy en día la visión clásica departamental y jerárquica no hace más que poner obstáculos a la evolución de un negocio que debería ser dinámico y adaptarse a un contexto muy cambiante. Y quitar el protagonismo y mantener los sueldos bajos a las personas que hacen que un comercial pueda vender algo, solamente sirve para minar la motivación.

    Afortunadamente ya hay empresas que han entendido esto y se forman equipos, no departamentos, en los que la corresponsabilidad y la comunicación fluye de forma más horizontal.

    Es cuestión de cultura.