Cómo distinguir un servicio técnico oficial de uno pirata
Siguen floreciendo las empresas de reparación de electrodomésticos e instalaciones que dicen ser “oficiales” pero no lo son.
Ya lo denunciaba hace tres años la extinta Fagor, a través de la asociación de consumidores FACUA: empresas de reparación piratas suplantaban en los buscadores de internet a su servicio técnico oficial, gracias a un mejor posicionamiento en los mismos. Y hoy día en España, el país inventor de la picaresca, el fenómeno, lejos de cesar, se acrecienta.
Modus operandi
La treta es burda pero audaz: nuestra lavadora o calentador de agua caliente fallan y, presos del pánico, hacemos una urgente búsqueda en internet del servicio técnico oficial de reparación; el buscador nos brinda los resultados, posicionados con arreglo a patrocinios sufragados por las propias empresas, y no tanto por la relevancia del dominio. Los primeros enlaces relacionados suelen pertenecer a empresas que se anuncian como servicio técnico “oficial”, sin excepción.
Oficial. Ese es el santo y seña o marchamo de veracidad que basta y sobra para urdir el engaño, aún cuando en letra pequeña e inadvertida, la web reconozca que se trata de un servicio técnico “oficial” según tal o cual Comunidad Autónoma, esto es, que está dado de alta de empresa como servicio técnico pero que en ningún caso es el servicio técnico oficial de esa marca. Pulsando sobre cualquiera de estos enlaces aparecerá una web con emblemas o logos igualmente “oficiales”, un teléfono 902 y la promesa de una atención rápida, sea domingo o festivo, que terminan por suspender nuestra incredulidad.
Lo que sigue es conocido: facturas exorbitantes, por reparaciones a menudo innecesarias, de averías con frecuencia inexistentes o nimias, cuando menos, efectuadas por técnicos de cualificación deficiente y usando piezas de repuesto dudosamente originales. La consiguiente reclamación en virtud de la garantía prometida es en balde: quien nos visitó es un técnico adscrito a la empresa a la que llamamos, un colaborador libre, nunca un empleado, y por lo tanto ajeno a su responsabilidad.
Qué hacer
Cualquier empresa o técnico que no exhiba acreditación del servicio técnico oficial, o dé largas para adelantar información suficiente o un presupuesto aproximado, no es de confianza. La Asociación Nacional de Fabricantes de Electrodomésticos –ANFEL- posee en su página web un directorio telefónico de los servicios técnicos oficiales de las marcas que asocia.
Por otra parte, existen servicios técnicos oficiales, como Imgas, que se encuentran acreditados y reconocidos por los fabricantes para la reparación de sus aparatos e instalaciones, con formación adecuada del personal, repuestos originales y todas las garantías. Además, las ventajas en el caso de una instalación de gas son múltiples: éstas se componen de varios elementos distintos como calentadores, calderas, radiadores o gasodomésticos, que con frecuencia son de marcas distintas. Imgas está capacitado para reparar cada uno de ellos, de un amplio abanico de fabricantes. Asímismo, ofrece un servicio anual de mantenimiento de coste fijo, en el que todos los conceptos están cotizados de forma transparente y rápidamente amortizable.