¿Cómo evitar el sobreendeudamiento en periodos de crisis?

Es difícil alejarse de este problema cuando la economía es inestable, pero se pueden tomar ciertos recaudos para evitar incrementar los niveles de deuda

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Una de las estrategias que recomienda la Asociación de usuarios financieros es el estudio de las finanzas | Foto: Gabinete
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Ante un panorama económico complejo, caracterizado por una crisis del coronavirus que parece no tener fin y un incremento en las tensiones bélicas, el sobreendeudamiento parecería estar volviéndose la nueva normalidad de los españoles. Esta nueva epidemia, que se viene incrementando desde hace algunos años, podría ser un verdadero problema durante esta década.

Pero, ¿estamos obligados a ser víctimas del sobreendeudamiento durante los periodos de crisis? Si bien es difícil alejarse de este problema cuando la economía es inestable, lo cierto es que podemos tomar ciertos recaudos para evitar incrementar nuestros niveles de deuda hasta límites preocupantes. Algunos de estos incluyen:

  • Controla tus finanzas

Una de las estrategias que recomienda la Asociación de usuarios financieros (ASUFIN) es el estudio de las finanzas, enfocándonos no solo en conocer los ingresos y egresos, sino también en la creación de un presupuesto que tenga en cuenta tanto los gastos periódicos, como las deudas y nuestra capacidad de ahorro.

La asociación recomienda que, en caso de percatarnos de que nuestro nivel de deuda está incrementando, o de que nuestras finanzas están comenzando a descontrolarse, es imperativo iniciar un recorte de gastos, incluyendo evitar utilizar más de una tarjeta, limitar los gastos en actividades de ocio y hasta disminuir nuestras compras en el supermercado.

  • Mide tu capacidad de endeudamiento

Un paso esencial es conocer nuestra capacidad de endeudamiento, una ecuación sencilla pero vital para evitar aumentar nuestra deuda hasta niveles peligrosos. De acuerdo a BBVA, para poder determinar nuestra capacidad de endeudamiento "es necesario calcular los ingresos mensuales, restarle los gastos fijos y multiplicar el resultado por 0,35 o por 0,40".

Si el resultado supera el 35%-40% de nuestros ingresos mensuales, entonces no tenemos la solvencia necesaria para incurrir en nueva deuda. No solo eso, sino que incluso podríamos estar enfrentando un sobreendeudamiento.

  • Estudia a fondo el financiamiento “costoso”

En algunas ocasiones no tenemos más opción para realizar el pago de deudas esenciales que solicitar productos financieros que podrían catalogarse de “costosos”. Un ejemplo de esto puede ser el de los créditos rápidos, una fuente de dinero veloz pero que puede tener como consecuencia un incremento significativo en nuestra deuda.

Por este motivo, si creemos que los préstamos inmediatos son la opción que mejor se adapta a nosotros, tendremos que asegurarnos de investigar sobre los intereses, la cantidad de cuotas y las posibles penalizaciones en caso de no pagar a tiempo. La Tasa Anual Equivalente (TAE) y el Tipo de interés nominal (TIN) serán las características más relevantes a estudiar.

Mientras que en una entidad de renombre como BBVA podemos encontrar préstamos inmediatos con una TAE no superior al 4%, en entidades usureras es posible encontrarlos con una TAE superior al 3.500%.

  • Piensa siempre en el peor escenario

Si bien la mentalidad positiva es esencial para mantener una buena salud, lo cierto es que cuando hablamos de finanzas, lo contrario podría ser la mejor opción, especialmente cuando logramos estabilizarnos en periodos de crisis.

Aunque en un momento determinado podamos sentirnos “seguros”, siempre existe la posibilidad de que todo empeore bruscamente.

Es esencial mantener parte de nuestra planificación enfocada en el mediano y largo plazo, asegurándonos de aprovechar la estabilidad para incrementar nuestros ahorros, gastando solo de acuerdo a lo que estipulamos al estudiar nuestras finanzas, y evitando derrochar dinero de forma frecuente.

El sobreendeudamiento es uno de los peores síntomas de que no tenemos un buen manejo de nuestras finanzas, por lo que es imperativo estudiar a fondo estas últimas con el objetivo de determinar si nuestra situación se basa enteramente en un factor externo, o si podemos hacer más para mejorar.