"En Granada hay un riesgo muy alto de daño por radiación", según un experto dermatólogo de la UGR
Exponerse al sol con moderación, evitar las horas centrales del día, utilizar ropa adecuada y aplicar crema solar son algunos consejos que recomienda el especialista
El verano comenzó hace poco más de dos semanas y el intenso calor ya se ha hecho sentir de forma constante en Granada, con temperaturas máximas que difícilmente bajan de los 35 grados. Exponerse al sol de forma prolongada supone un gran riesgo para la salud por la radiación ultravioleta, que se manifiesta en el día a día con quemaduras, irritación o enrojecimiento de la piel, pero lo más preocupante es el desarrollo a largo plazo de un cáncer de piel. Por esta razón es necesario extremar las medidas de protección y evitar la exposición directa al sol, sobre todo en las horas centrales del día y en todos los contextos, no sólo cuando se va a la playa o a la piscina. Si bien las cremas solares deben ser de uso diario y frecuente, no es la principal y única forma de protección a tener en cuenta.
El doctor Agustín Buendía Eisman, profesor titular de Dermatología de la Universidad de Granada y director general de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología, destaca para GranadaDigital que el principal consejo es exponerse al sol con moderación, sentido común y jamás “con la finalidad de buscar el bronceado”, ya que “el bronceado no es sinónimo de salud y no debe ser sinónimo de belleza”.
Además, el académico destaca la importancia de una protección integral para evitar los daños acumulados por la exposición a la radiación ultravioleta y evitar las quemaduras a toda costa, “especialmente en los niños y adolescentes” porque las quemaduras antes de los 20 años “son un factor de riesgo muy importante para el desarrollo de cáncer de piel en la edad adulta”.
El director de la Fundación Piel Sana enfatiza, además, que en Granada “hay un riesgo muy alto de daño provocado por la radiación UV”, primero por el número de horas de sol a lo largo del año y luego porque “en la penetración de la radiación UV en la piel influyen factores como la altitud y Granada tiene zonas de una gran altitud, como la zona de la sierra”. En ese sentido, especifica que “a medida que aumenta la altitud, aumenta la cantidad de radiación UV y eso aumenta el riesgo de cáncer a la piel”. Pero también Granada tiene una costa, “por lo tanto se unen dos factores muy importantes para protegernos en nuestra provincia”, finaliza.
La crema solar es sólo una parte de un conjunto de medidas
A la hora de elegir una crema de protección solar se deben tener en cuenta las indicaciones de la etiqueta, que proteja frente a la radiación ultravioleta A y frente a la radiación ultravioleta B. Además, el director general de la Fundación Piel Sana recomienda elegir una crema con un factor de protección alto, por encima de 30.
“Más que factor de protección deberíamos hablar de factor frente al eritema”, explica, “que es el tiempo que podemos permanecer al sol sin quemarnos, pero esto va a depender del fototipo de cada individuo. El fototipo es la clasificación del tipo de piel de cada persona según su respuesta al sol”. De esta forma, comenta, los fototipos bajos son aquellas personas que se queman fácilmente y difícilmente se broncean; por el contrario, los fototipos altos son aquellos que difícilmente se queman y fácilmente se broncean. “Las personas con fototipos muy bajos tienen que extremar las precauciones ante la exposición al sol y elegir factores de protección muy altos”, añade.
Sobre la elección del producto y la diferencia entre una marca y otra, Buendía destaca que normalmente las marcas han pasado por una regulación europea sobre cosméticos. “Si en la etiqueta viene reflejado aquello que buscamos, se puede elegir, da igual el fabricante: un factor de protección alto y un amplio espectro”. Sin embargo, el dermatólogo hace hincapié en un aspecto que considera fundamental: “La fotoprotección solar no es la crema solar. La población relaciona fotoprotección con la crema. Tenemos que desmitificar ese concepto. La fotoprotección es el conjunto de medidas protectoras para evitar el daño producido por la radiación ultravioleta que procede del sol”.
Cantidad y frecuencia de uso de la crema solar
Es importante tener en cuenta que la crema solar debe aplicarse 20 minutos antes de la exposición al sol “porque necesita absorberse en la piel para que haga efecto”, explica el académico, quien añade que “si la aplicamos, por ejemplo, cuando ya estamos en la playa, todo ese tiempo que tarda en absorberse estamos recibiendo radiación ultravioleta”.
Sobre la frecuencia en su aplicación, el profesional de la salud advierte que “hay que repetir normalmente cada dos horas de exposición al sol, reaplicando la crema". "También hay que aplicarla después de salir del agua o de restregarse con la toalla o la arena”, asegura.
Respecto a la cantidad de crema en cada aplicación, el experto indica que “hay que ser enormemente generosos". "La población aplica generalmente un tercio de lo recomendado. Nosotros recomendamos aplicar en gran cantidad para que realmente se realice el efecto que aparece en la etiqueta. Por ejemplo, si un factor de protección 50 lo aplicamos en menor cantidad, va a ofrecer un factor de protección 25, o 15 o 10, porque no me estoy aplicando en la suficiente cantidad", añade.
Respecto a la resistencia al agua que viene indicada en los envases, esto se refiere a las características especiales de algunas cremas para entregar protección a pesar de haber estado en contacto con el agua. De esta forma, ‘water resistant’ son aquellas que tienen una capacidad protectora después de 40 minutos de permanencia en el agua, indica el especialista, mientras que las catalogadas como ‘waterproof’ “son aquellas que tienen una protección de más de 80 minutos después de estar en contacto con el agua”.
Las siete principales medidas de protección que recomienda el experto
• Exponerse al sol con moderación, con sentido común y nunca con la finalidad de buscar el bronceado. "El bronceado es un mecanismo de defensa de la piel ante una agresión externa", indica Buendía
• Evitar exponerse al sol directo en las horas centrales del día. Es decir, entre las 12:00 y 17:00 horas, que es cuando la radiación UV es más fuerte
• Si es necesario salir o hacer alguna actividades entre esos horarios, hacer uso de las sombras, permanecer en zonas de arboledas o protegerse con sombrillas
• "La ropa es una fantástica medida fotoprotectora", indica el especialista, quien recomienda utilizar una camiseta, un pantalón fresco - preferiblemente largo- y cómodo, con un tejido sin agujeros para que no permita el paso de la radiación UV. Además, el experto recomienda "no pasear por la playa con el torso completamente descubierto, eso es un disparate"
• Es preferible el uso de sombreros que el de las gorras, con una anchura del ala por encima de los siete centímetros para proteger el cuello, la nariz y las orejas, que "son zonas de asiento del cáncer de piel"
• Utilizar gafas de sol
• Complementar todas las medidas de protección con el uso de la crema solar, con factor de protección sobre 30, aplicarla 20 minutos antes de la exposición al sol y repetir cada dos horas o después de bañarnos.
"La fotoprotección no es aplicarse crema, es exponernos al sol con sentido común, con moderación y utilizando el conjunto de medidas, complementado por la crema. Es mucho más importante el conjunto de medidas físicas", indica.
En ese sentido, el académico de la UGR complementa que “el fotoprotector nos da a veces una falsa sensación de seguridad y eso hay que eliminarlo". "Creemos que como tenemos el fotoprotector puesto podemos estar al sol todo el tiempo que queramos. Eso es un grave error que nos ha llevado a muy graves consecuencias”, finaliza.