Comprar una impresora 3d para uso doméstico
Las impresoras 3d están evolucionando cada vez más. Estamos probablemente hablando, de uno de las herramientas que más futuro tiene, tanto como para su uso empresarial como para su uso particular. Los continuos avances que se realizan dentro de este campo, es algo de lo que se benefician los usuarios de a pie, debido a que todas estas mejoras, acaban llegando con el paso del tiempo, a las impresoras 3d domésticas.
Es por esto, por lo que ya es un habitual disponer de una de estas herramientas para casa. Sin embargo, antes de comprar una, tenemos que tener en consideración toda una serie de aspectos, que nos sirvan para indicar que tipo de impresora es la más acertada para nosotros, dependiendo del uso que la vayamos a dar o de las características con las que queramos que cuente.
Características de una impresora 3d
En primer lugar, hay que huir de que las impresoras 3d son caras. La función principal de la impresora, evidentemente es imprimir y esto es algo que hacen con mayor o menor calidad, cualquier tipo de impresora.
Después, una de las características que mejor definen a estas impresoras, son los diferentes componentes que las queramos colocar y ya en este sentido si que tenemos que tener en cuenta que en las impresoras 3d precios hay de todo tipo.
Lo primero que tenemos que estudiar, es el tamaño de la cama de impresión. Esta, evidentemente limitará el tamaño de todo lo que queramos fabricar con la impresora, por lo que según lo que estemos interesados en imprimir, tendrá que ser más grande o más pequeña. También es importante tener en cuenta el propio tamaño de la impresora, que mientras más grande sea la cama, más espacio ocupará.
En cuanto a los complementos, también tenemos que tener en cuenta los tipos de materiales con los que queremos imprimir. Habitualmente, el material más empleado es el PLA, pero si queremos imprimir con otros materiales de alta calidad, como puede ser el ABS, necesitamos una cama caliente, es decir, un complemento que permita que la cama se caliente hasta la temperatura pertinente, que nos permita imprimir con este material.
Si ya tenemos la cama y los materiales, ahora queda hablar de la calibración o de los diferentes displays que la podemos incorporar.
Para que una impresora 3d funcione correctamente, debe de estar calibrada. En este sentido, podemos hacerlo nosotros a mano, o existen unos reguladores que se pueden comprar aparte que hacen que este proceso sea automático. Con respecto a los displays, son pantallas que nos muestran información del progreso que lleva la impresión, así como de la temperatura de la cama o del extrusor.
La incorporación de estos elementos, hará que la impresora pueda ser más cara o más barata, por lo que dependiendo de lo que estemos buscando, nos puede interesar más que tenga unos determinados aspectos u otros. El mundo de la impresión 3d ofrece múltiples posibilidades y las primeras, pasan por la elección de que impresora montar.