La comunidad extranjera más grande en Granada: marroquíes cuentan cómo hicieron de esta ciudad su hogar

GranadaDigital comienza un serial de reportajes con historias de personas que llegaron desde otros países y que hoy residen en la capital

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En la Alcaicería hay muchas tiendas de artesanía árabe regentadas por marroquís | Foto: Archivo GD
Francisco Calderón Quinteros
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Granada es una provincia que tiene como una de sus grandes cualidades la diversidad cultural. Son muchas las personas extranjeras, que, por diferentes circunstancias, han llegado de distintas partes del mundo y han decidido hacer sus vidas en la ciudad.

Para conocer las historias de vida de personas de otros países que hoy residen en la provincia, GranadaDigital comienza un serial de reportajes en los que conversamos con personas de las comunidades extranjeras más grandes de Granada, quienes nos narrarán sus historias de vida, sus experiencias y aquello que hizo que Granada se convirtiera finalmente en su hogar.

En este primer reportaje, conocemos a personas de la comunidad extranjera más grande de Granada: la de Marruecos. Según el Censo anual de población 2021-2023 del Instituto Nacional de Estadística, la provincia de Granada registra 21.072 personas nacidas en Marruecos y 18.161 que cuentan con nacionalidad marroquí.

"Llegamos a Granada por un problema médico de mi hermana"

Hudaifa Slimani García tiene 30 años, trabaja de repartidor para una pizzería y, además, oposita para la Policía Nacional. Nació en Marruecos, pero desde los dos años vive en Granada. Sin embargo, pese a llevar toda una vida en España, se define como un "africano hasta la médula". Y es que para él es muy importante mantener el vínculo con sus orígenes: "Viajo mucho a Marruecos, para no perder el idioma, porque me encanta mi país y ver a mi familia".

Su madre es española y su padre marroquí, ambos se conocieron en la frontera entre ambos países, se enamoraron y se casaron. Aunque el plan de ellos era vivir en Marruecos, una urgencia médica de su primera hija les obligó a tener que viajar a Granada. "Mi hermana, cuando tenía un año, nació con un problema respiratorio, entonces para poder operarla tuvieron que venirse para hacerlo", narra Hudaifa. Él es el tercer hijo, nació en Marruecos, pero fue criado por su abuela durante sus dos primeros años, ya que sus padres tenían que viajar constantemente a Granada, para estar muy pendientes de la evolución de su hermana mayor.

Luego, definitivamente la familia decidió asentarse en la ciudad de la Alhambra. "Granada estaba a nivel médico muy bien para mi hermana y luego también hubo una oportunidad de trabajo para mis padres. Ellos comenzaron un pequeño comercio de artesanía marroquí", cuenta. Aquí nacieron otros tres hermanos y son un total de seis. "Somos tres los que nacimos en Marruecos y los otros tres nacieron todos aquí en Granada", agrega.

Hudaifa Slimani vive en Granada desde que tenía dos años | Foto: Remitida

Aunque Hudaifa asegura no haber tenido ningún problema en Granada por ser de origen extranjero, sí sabe de algunas lamentables situaciones que han tenido que vivir sus padres: "Recuerdo un par de historias de alguna movida racista, algunas tonterías han tenido que pasar". De todas maneras, en su experiencia, ser marroquí en Granada no ha sido algo muy complicado: "Hasta que la gente no te lo recuerda, tú no lo sabes. Ser marroquí en Granada es sencillo, se hace más complicado por la gente, y otros que vienen de fuera a joder la ciudad. Cuando tú ves que hay personas de Marruecos que cometen alguna violación, algún robo, tú lo ves y te sientes mal", comenta.

"Mi vida en Marruecos no estaba bien"

Sanae, de 32 años, lleva ocho meses en Granada. Llegó a la ciudad granadina para visitar a unos amigos y, finalmente, decidió quedarse ya que su vida en Marruecos “no estaba bien”. Se divorció y esto no está bien visto por sus familiares. “No puedo salir cuando quiero. Tengo que estar casada”, cuenta con algo de dificultad ya que está aprendiendo español. En la Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes le ayudan a aprenderlo. Patricia, voluntaria en la asociación, ayuda a Sanae a explicar su situación: “Se divorció de su marido en Marruecos y la familia, por las costumbres, la cultura y la religión, le presionaba para que se volviera a casa. Entonces, ella decidió, como no piensa igual, cambiar un poco su vida”.

Esta marroquí tiene familiares que viven en España, en Barcelona y en Madrid, pero ella decidió irse a Granada, donde vive con la familia de una amiga, que está casada y tiene hijos. A Sanae le gustaría encontrar un trabajo para poder vivir en otro piso y quedarse más tiempo en la ciudad, ya que no tener empleo hace que lo esté “pasando mal”.

Son muchos los marroquíes que han llegado a Granada para trabajar y quedarse en la ciudad y Sanae desea conseguir un empleo que le permita esto. De momento, a través de la Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes participa en los grupos de mujeres para hacer una red de confianza y sentirse más apoyada. Sanae desea rehacer su vida en Granada, como tantos otros marroquís que lo han podido hacer.