La Comunidad de Regantes Siete Fuentes Negratín denuncia "el infierno eólico y fotovoltaico" que habrá en la comarca de Baza
Considera que los responsables públicos "han vendido el territorio a favor de empresas especuladoras y abocarán a los agricultores a la emigración"
La Línea 400 KV entre Caparacena y Baza ha posibilitado el desarrollo de múltiples proyectos de generación de energía, tanto eólica como fotovoltaica en la comarca de Baza. "Para los responsables públicos y las empresas promotoras se trata de desarrollo y del cambio de modelo energético, sin embargo, quien realmente sufre estos proyectos en el medio rural considera que lo que se avecina es un verdadero infierno para los habitantes de los pueblos, los agricultores y ganaderos", según ha indicado la Comunidad de Regantes Siete Fuentes Negratín.
Algunos de los propietarios de terrenos afectados por los parques eólicos y fotovoltaicos usan la expresión de “estar flipando” cada vez que reciben más información de lo va a ocurrir con su comarca. "Para hacernos una idea, a fecha de 22 de marzo, la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, según el Servicio de Industria, Energía y Minas, está tramitando varios proyectos de una potencia de 322 MW distribuidos en 83 aerogeneradores gigantescos cuyos proyectos irán saliendo próximamente a información pública. Pero estas instalaciones sólo son las que le corresponde su aprobación a la administración autonómica. La autorización de instalaciones de generación eléctrica superior a 50 MW son competencia del Estado, estando en trámite actualmente el parque eólico Atocha con una potencia de 58,8 MW y 14 aerogeneradores, así como los Jabalcones con una potencia de 50,4 MW y 15 turbinas eólicas. A todo ello hay que añadir la planta solar fotovoltaica Ququima, actualmente en fase de información pública, con una potencia total de 250 MW y una ocupación de más de 700 ha de acero y cristal. Por lo tanto, en esta primera fase de la línea 400 KV hasta Baza está prevista la instalación inicial de 681,2 MW, estando pendiente una segunda fase con la prolongación de la línea 400 KV hasta Vera y una tercera con la ampliación hasta la Puebla de Don Fadrique", indica esta comunidad de regantes en un comunicado.
El presidente de la Comunidad de Regantes Siete Fuentes Negratín, José Antonio Azor, más que “estar flipando” está “alucinando” porque las futuras afecciones de las plantas eólicas y fotovoltaicas van a comprometer la ejecución de los regadíos de las comunidades de regantes. Para José Antonio Azor, este es el resultado de hacer las cosas "de espaldas a la ciudadanía" y ha indicado que “nuestros políticos han vendido nuestros pueblos en beneficio de las grandes empresas privadas". "A los agricultores nos expropian, nos privan de nuestro medio de vida, nos invitan a emigrar y abandonar todo por lo que llevamos luchando desde generaciones”, ha indicado.
La Junta de Gobierno de la Comunidad de Regantes ha aprobado realizar alegaciones en contra de la primera instalación de renovables que ha salido a información pública, es decir, la central solar Ququima. Consideran que la planta energética no es compatible con los regadíos ni con la actividad agrícola ni ganadera y porque el proyecto no contempla ningún estudio económico sobre los impactos sociales en las actividades actuales y futuras sobre los terrenos que la empresa privada quiere expropiar.
Afecciones de la megaplanta Ququima a las infraestructuras de riego de la CR Siete Fuentes Negratín
La megaplanta solar ocupa 99,7 hectáreas de esta comunidad de regantes, además de una de sus balsas impulsión, tuberías y resto de infraestructuras de riego. A esta superficie afectada hay que sumar el detrimento de las fincas. En palabras del propio Azor, “no se trata de una expropiación forzosa, sino del destierro de nuestros habitantes durante 25 años”.