La concienciación de una granadina inmunodeprimida con tercera dosis: "Los negacionistas se hacen daño ellos solos"
Antonia Mora, vecina de Almuñécar, tiene un riñón trasplantado a raíz de una poliquistosis renal autosómica dominante
Los pinchazos de las terceras dosis de la vacuna del Covid-19 son ya una realidad desde hace semanas. El primer colectivo que empezó a recibirlas fueron las personas inmunodeprimidas, cuyas defensas siempre están mermadas. La tercera dosis se ha inoculado a apenas unos 100.000 ciudadanos en España. Una de estas personas es Antonia Mora Cano, granadina de 62 años que reside en el municipio de Almuñécar. Antonia padece poliquistosis renal autosómica dominante, lo que provocó que su hermana tuviera que donarle un riñón. Su sistema inmunitario es débil y por ello está incluida dentro del colectivo de inmunodeprimidos que han sumado su tercer pinchazo. Esta granadina muestra una gran conciencia con el proceso de vacunación.
"Han hecho bien en empezar la tercera dosis con nosotros", afirma Antonia, que agrega que "estaba deseando" que la llamasen porque su sistema "es muy débil". Esta mujer de 62 años está jubilada debido a su enfermedad, pero su ocupación durante su vida laboral fue en el mundo sanitario, lo que justifica parte de su conciencia con la inmunización de la población. La granadina recuerda sus protestas cuando el proceso de vacunación arranco y el turno de los inmunodeprimidos tardaba y tardaba en llegar. Su hermano, que sufría la misma enfermedad que ella pasó un mes en la UCI tras ser contagiado de coronavirus a pocos días de su cita con la vacuna y acabó falleciendo.
Antonia recuerda la pérdida de su hermano con un mensaje a los negacionistas: "Se están haciendo daño ellos solos". Antonia señala que muchas personas que no quisieron vacunarse terminaron escribiendo cartas en la UCI para que otros no repitiesen su camino. "Todas las vacunas de nuestra vida son importantes porque tener defensas es fundamental", reitera la granadina, que ha recibido sus tres dosis de Pfizer sin apenas efectos secundarios para mayor alegría.
Antonia se desmarca del apartado político en lo que se refiere a este asunto, ya que asegura que "el coronavirus no es una política, es una enfermedad muy grave". La vecina de Almuñécar comenta que se indignó recientemente porque se enteró de que "hay vacunas para todos y están caducando". La actitud y los mensajes de Antonia son más fuertes que cualquier campaña de concienciación del Ministerio de Sanidad, todo un ejemplo de la importancia que tienen las vacunas para algunas personas que viven con una salud más expuesta.