Antonio Orozco 'vuela' emocionado con su 'Aviónica' y la energía de Granada
El cantautor catalán hace disfrutar en "uno de los mejores conciertos" de su vida en la parada de su gira en el Cabaret Festival que acoge el Palacio de Deportes
El sonido del despegue de un avión, focos rojos palpitando a modo de latido y la canción 'Hoy' marcaron el inicio del concierto de Antonio Orozco en el Palacio de Deportes de Granada, con el que cautivó a todos los 'pasajeros' que viajaron con él, sentados en las sillas ubicadas en la pista y en las gradas, de las que se levantaron varias veces para saltar al ritmo de las canciones más enérgicas del cantautor catalán y para aplaudir en aquellas que llegan al alma de quien las escucha.
Orozco comenzó con fuerza su actuación en el Cabaret Festival en Granada ante un público totalmente entregado desde el minuto uno. 'Mírame' y 'Llegará' fueron los siguientes temas que interpretó rodeado de manos al aire y aplausos al ritmo de la música. 'A vuelos', la canción que comienza con unas frases de su hijo Jan dedicadas a su abuelo, emocionó a un público que emprendió 'El viaje' con una gran sorpresa. Orozco bajó del escenario para pasear por mitad de la pista, entre la gente, que se puso en pie a su paso y a grabar con los móviles ese momento que el cantante regaló a los asistentes mientras cantaba. Algunos de ellos se quedaron por la emoción de tenerle tan cerca 'Temblando', como el título de la siguiente canción que interpretó, de su disco 'Dos orillas'.
Volvió al repertorio de 'Aviónica', un disco que publicó después de cinco años de silencio tras haber pasado por una dura etapa personal, con la canción 'Giran y van'. Después llegó el turno de dirigirse al público de Granada, al que agradeció muy emocionado su apoyo. Orozco quiso que esos aplausos sirvieran "de reconocimiento a los que en estos últimos años se les ha amontonado la vida" y deseó que toda la situación actual generada por la pandemia del Covid-19 pase. "A lo mejor es la última vez que nos vemos así y a pesar de las mascarillas, vamos a intentar hacer pasar una noche inolvidable", comentó.
El artista catalán deleitó también con 'Si quieres hablamos', 'Es tu vida', 'Seis segundos' y 'La nana del camino', con la que el público empezó a intentar botar desde las sillas. Solo algunos se pusieron en pie, pero todos se levantaron después cuando Orozco dijo "Vamos Granada, vuela" y siguió luego animando a la gente con 'Moriré en el intento' y 'Hoy será'. 'Que me queda', con el enérgico sonido de los bajos, y 'Te esperaré' pusieron el cierre a la primera parte del concierto. Orozco se despidió con un "Nos vemos pronto, viva Granada y Andalucía", pero regresó solo y con la guitarra para cantar el mayor éxito de su carrera: 'Devuélveme la vida'. El público le acompañó, Orozco seguía tocando y sonriendo muy emocionado. El artista se llevó una gran ovación que le hizo incluso derramar algunas lágrimas.
Se acordó después de todos los que en este tiempo "nos han hecho la vida un poco más fácil, más bonita y más digna" y apuntó que "todos estamos hechos de pedacitos de cada uno" antes de dedicarles su tema 'Estoy hecho de pedacitos de ti". Emoción a flor de piel, mirada al cielo y un gran aplauso del público. Empezó a sonar el piano y Orozco reiteró que había "muchísima gente que se levantaba con la intención de hacer que la vida de los demás fuera más fácil, que no llevaban capa ni emitían bolas de fuego, y que eran héroes porque nadie sabe que lo son". En su emotivo 'speech' antes de cantar 'Mi héroe', Orozco dijo también que la vida "nos sorprende" y que cada uno se acuerda del suyo: "los que están, los que siguen y acompañan y los que ya no están".
El cantante catalán se sentó después al piano para interpretar 'Entre sobras y sobras me faltas', un tema que quiso dedicar a quienes les ha "tocado vivir a la sombra de una historia imposible". La ovación al terminar fue inmensa, Orozco se emocionó de nuevo y se quedó un buen rato observando desde el piano el cariño que le transmitía el público de Granada. Cuando se levantó, se abrazó con todos sus músicos mientras la gente no paraba de aplaudir y de pedir "otra, otra" con zapateos incluidos en las gradas. Orozco dijo en tono simpático: "No es por meterme donde no me llaman, pero ¿no tenéis casa?". A lo que el público respondió con carcajadas y un rotundo "no". "Este concierto, el número 56 desde que empezó esto, es uno de los mejores de nuestra vida. Gracias, Granada por el regalo de esta noche y por esa energía de una ciudad tan linda", dijo emocionado un Orozco que puso el broche final con una versión más enérgica de 'Una y otra vez' y con 'Lo que tu quieras soy' con las que el público bailó, botó y disfrutó.