"Me gustaría que el concierto de este martes fuese un acto de modestia"

Fabio Biondi, violinista y director italiano especializado en música barroca, ofrecerá un concierto en streaming este martes por la noche en la Fundación Rodríguez Acosta con un repertorio elegido para ‘la ciudad y el momento justos’

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Fabio Biondi | Gabinete
Ángeles López
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Fabio Biondi comenzó su carrera a los 12 años interesado por la música barroca. Fundó y dirige actualmente la orquesta barroca italiana Europa Galante, la cual se ha consolidado como sinónimo de elegancia y de calidad musical a nivel internacional. Este martes por la noche, de manera individual, ofrece un concierto en la Fundación Rodríguez Acosta interpretando las sonatas de Bach tras haberlas grabado recientemente. GranadaDigital ha podido charlar con el violinista y director en las horas previas a su concierto. Estas han sido sus impresiones:

¿Qué tiene de especial para un director y violinista tocar en Granada?

Guardo recuerdos fantásticos de Granada de otras ocasiones y, sobre todo, de haber tocado con la OCG. Es una ciudad increíble que influye positivamente a la hora de interpretar. Existen tantos rincones que eso es algo que te atrae como artista y como persona.

¿Por qué ha escogido el repertorio ‘Bach íntimo’ para su concierto aquí?

La idea de interpretar estas sonatas de Bach ha surgido como algo personal. Surgió la proposición de grabarlas por parte de una compañía, pero siempre me he negado. He pensado que es algo tan maravilloso para un artista y que yo, por ser demasiado joven, no tenía la edad adecuada para ello. Ahora, a mis 59 años, he decidido que estoy en el mejor momento de hacerlo. Ha supuesto un profundo trabajo de grabación. La idea primera era de configurar un programa acorde a 1 hora de concierto, pero luego cambié de opinión y pensé que merecía la pena interpretar a Bach en los espacios que ofrece la Fundación.

¿’Lo antiguo’ se puede acercar a la gente joven? ¿Cree que la música barroca es de interés o no tiene cabida en conciertos para este público?

Claro que se puede acercar a la gente joven, lo veo en mis conciertos. La música barroca sigue siendo una ventaja y un valor añadido para las nuevas generaciones. Otro punto importante es saber si sobrevivirá en ellas. Muchos grupos desaparecen por falta de ayudas económicas y las orquestas modernas seguirán su carrera y se formarán en diferentes estilos, de manera distinta. No me gusta expresar este concepto de música antigua. La crisis de la post-pandemia está dejando una huella preocupante.

En relación a esto último, ¿cree que la pandemia dará a la cultura, concretamente a la música, un nuevo presente y un nuevo futuro?

He sido bastante optimista en general durante los meses de confinamiento. Pensaba que la sociedad no estaba funcionando bien y que esto podría ser un aprendizaje. Sin embargo, he vuelto a desanimarme porque volvemos a la misma dinámica. Los músicos somos los últimos en este momento porque la cultura no es algo necesario. Pienso que la cultura es parte integrante de la sociedad y algo básico, pero empiezo a tener miedo. Tengo la impresión de que la pandemia ha servido de excusa para justificar la cancelación de conciertos. No quisiera pensar que viene una ola económica devastadora. No se invierte dinero suficiente en la cultura. Recuerdo en Italia un político que me comentó que en un bocadillo no se podía rellenar con la Divina Comedia de Dante pero con jamón sí. Creo que queda bastante claro.

Entonces, ¿la música gratuita y online es una consecuencia negativa de esta situación?

Espero que la pandemia, en todas sus formas, sea algo pasajero. El no tener público es algo extraño. Es fundamental que exista un diálogo, imprescindible para el artista. Te estimula y te motiva para tocar de cierta manera. Es cierto, que para el público puede resultar cómodo observar un concierto desde casa y no gastando dinero y que un festival online surja como alternativa para no aparcar la música. Pero este no puede ser el futuro.

Entre los instrumentos que ha tenido entre sus manos y por el que siente un especial cariño es ‘la viola d’amore'. ¿Podremos oírle tocarla en primicia en este concierto?

Este instrumento es un instrumento maravilloso del siglo XVIII que también sobrevivió durante el siglo XIX. Para poder tocarlo necesitaría tener a mi equipo conmigo, ya que es indispensable y no es posible en estos momentos pos-pandemia.

La ciudad de Granada viene celebrando los conciertos de Navidad denominados ‘Mesías participativos'. Cita indispensable para los granadinos al comienzo de esta época. Usted ha dirigido e incluso interpretado a la vez este concierto. ¿Le veremos dirigir un ‘Mesías participativo’ en Granada?

Estaría encantado. Además, llevo tiempo planteándome la idea de trabajar más en esta ciudad y con la Orquesta tan maravillosa que tiene. Ahora, hay que ver cuál será el presente y el futuro de este tipo de conciertos masivos porque se encuentran en una perspectiva problemática para celebrarlo.

Para terminar, ¿qué le aporta Granada a usted como artista y qué huella le gustaría dejar en la ciudad?

Como siempre digo, Sicilia y Andalucía son sitios parecidos y creo que estaría encantado de trabajar más en esta ciudad. Tiene un enorme potencial. Desde un punto de vista monumental, es uno de los sitios más bellos del mundo. Es lógico que una ciudad así acoja festivales internacionales. En el sur de España tenemos sitios con un potencial increíble. Es necesario que los talentos locales crezcan. Al igual que el flamenco, son bandera de un país y la gente está interesada en visitar ciertos lugares porque busca encontrar algo que no pueda ver en otro sitio. En Granada todos los elementos están a favor. Es absurdo que el sur de España no cuente con más ayudas y esté algo olvidado.

Por mi parte, la sonata tiene un concepto profundo que a mí me gusta mucho, por eso las he elegido. El artista no tiene que demostrar su capacidad ni está escrita para presumir o para expresar narcisismo. En la vida, no hay que olvidar que la música es más grande que nosotros. Es por esto que me gustaría que el concierto de hoy fuese un acto de modestia.