Lola Índigo prende con su ‘Dragón’ y hace vibrar a Granada
La artista granadina ofrece un espectacular show en el primero de los dos conciertos en el Palacio de Deportes, en el que no faltaron sorpresas con varios artistas invitados
Noche mágica para la granadina Miriam Doblas, ‘Mimi’ para sus familiares y amigos y Lola Índigo sobre el escenario, que llevó la gira de ‘Dragón’ a Granada capital, a un Palacio de Deportes que vibró con un espectacular show lleno de bailes, efectos visuales y también de sorpresas para un público que disfrutó en el primero de los dos conciertos con ‘sold out’ que la artista criada en Huétor Tájar ofreció. La cantante y bailarina está viviendo un sueño del que no quiere despertar y se le nota que disfruta mucho sobre el escenario, en el que lo da todo junto a su cuerpo de baile.
Un DJ fue el encargado de amenizar la espera al público congregado en el Palacio de Deportes, que desde las 19:30 horas empezó a acceder al recinto. Con la pista a rebosar y las gradas completas, la música cesó casi media hora después de la hora prevista para el inicio del concierto, las luces se apagaron y el huevo de dragón situado en el escenario se abrió mientras cientos de móviles grababan y los gritos de emoción resonaban en el Palacio. De su interior salió Lola Índigo, vestida de plateado y con una larga melena rubio platino. El espectáculo comenzó con ‘Animal’, con seis chicas y seis chicos sobre el escenario que ofrecieron una brutal coreografía junto a la cantante.
‘Para olvidarme de ti’ fue el siguiente tema de un show que sorprendió desde el inicio al público, que observaba con admiración cada movimiento de Lola Índigo y su cuerpo de baile. La granadina cantó una parte de la canción tumbada y elevada por sus bailarines, que la sostenían con los brazos en alto. Sonó luego un poco de reguetón con ‘Dónde están las gatas’ mientras bailaba y sonreía una enérgica Lola Índigo junto a sus bailarines, que continuó el espectáculo con el tema ‘Discoteka’.
Lola Índigo se dirigió después al público, al que agradeció su presencia. La granadina recordó que la primera vez que tocó en Granada lo hizo “en la Sala Príncipe ante 250 personas, después en la Sala Aliatar ante 400 personas, luego en Congresos ante 1.000 y pico personas” y que le da “muchísimo respeto” tocar en su tierra. Para ella era “algo inalcanzable el Palacio de Deportes” y recordó “algo muy bonito” que le dijo su coreógrafo Juan, “que es de Huétor Tájar también”. “Me dijo hacemos lo mismo que en la Casa de Cultura de Huétor Tájar, solo que ahora lo ve mucha gente. Es igual y ahora tenemos nuestra propia música”, comentó mientras el público aplaudía. Lola Índigo avanzó que habría sorpresas. Se quedó luego sola sobre el escenario y pidió colaboración al público para que coreara algunas partes del tema ‘Turismo’. Las bailarinas volvieron a escena. ‘La tirita’ y ‘Toy Story’ fueron los siguientes temas que Lola Índigo ofreció. Unos gritos ensordecedores resonaron cuando comenzó ‘La niña de la escuela’, una de las canciones más conocidas y que fue más coreada por el público. El espectáculo prosiguió con ‘4 besos’ y ‘Tiki tiki’, en cuya coreografía los bailarines utilizaban abanicos.
Llegó el momento para la primera sorpresa que Lola Índigo tenía preparada para este primer concierto en Granada. Un piano empezó a sonar y Pablo López era el encargado de tocarlo. El malagueño interpretó ‘Dragón’ junto a Lola Índigo y fue uno de los momentos más emotivos de la noche. Tras esta balada que trata la soledad, los miedos y la ansiedad, Lola Índigo y Pablo López se fundieron en un abrazo. La granadina agradeció su presencia al cantautor.
Las alas de dragón que había en la parte superior del escenario descendieron para recoger y elevar a Lola Índigo, que en las alturas interpretó ‘Corazones rotos’. Bajó de nuevo a las tablas y fue el turno de ‘Mujer bruja’, ‘Maldición’ y ‘Santería’, todas ellas con una gran puesta en escena. Lola Índigo quiso hacer otro regalo a su público y tras comentar que en un estudio de Granada se juntó para hacer música “como locos” con otros artistas granadinos para su nuevo disco ‘GRX’, dio paso a dos personas con las que se quedó “fascinada” y eran Pepe y Vizio, con los que interpreta la canción ‘De plastilina’, recién publicada, que salieron al escenario a cantar con ella.
Con cambio de vestuario, Lola Índigo regresó vestida de rojo para cantar y bailar ‘Ultravioleta’. Para la siguiente canción, la hueteña pidió que la gente se agarrara a la persona con la que había ido al concierto porque comentó que “aunque a veces ansiamos tener a otras personas, no nos van dar amor y nos olvidamos de las que nos dan amor siempre y también a veces esas personas que más queremos ya no están” y hay que “valorarlos a ellos”. El Palacio se iluminó con las linternas de los móviles y Lola Índigo cantó ‘High’ mientras sonreía y alzaba la mirada.
Quiso después darle un giro al show y dio paso a canciones más movidas como ‘Solteras’. Y ofreció la tercera sorpresa de la noche. Lola Índigo regaló una nueva canción al público, que también formará parte del disco ‘GRX’. No quiso desvelar el título. Sonó la música con ritmos aflamencados y sobre el escenario apareció Maka, que se llevó una gran ovación también. Después sonaron ‘La santa’ o ‘Trendy’ que también hicieron vibrar a un público embovado con las enérgicas coreografías. Apareció en la pantalla el inicio del videoclip de ‘Mala suerte’, la canción que interpreta con Dellafuente y el público empezó a corear el nombre del artista de Armilla, quizá esperando que apareciera sobre el escenario. No fue así. Lola Índigo cantó y bailó el tema acompañada por su cuerpo de baile y siguió con ‘El tonto’, la canción que canta con Quevedo, que fue muy coreada por el público.
Lola Índigo dio las gracias a su familia y amigos, presentes en el concierto, a la gente de Huétor que también le acompañaban - ¡Arriba esos panciverdes!, dijo- y a todos sus fans, que le han permitido continuar con su carrera musical. Recordó emocionada cómo empezó con cuatro amigas haciendo bolos por discotecas con ‘Ya no quiero ná’ y el pánico que le daba “pasar de ser bailarina y estar rodeada de amigos a ser cantante y sentir la soledad”. “Nos inventamos trabajo donde no había. No lo digo con pena, al revés. Doy las gracias a ellas por confiar en mí. Levamos seis años con nuestro sueño y ojalá no se acabe nunca”, dijo con la voz entrecortada y lágrimas de emoción. También agradeció a su coreógrafo Juan, con el que baila desde que tenía 12 años, por “tener la confianza para seguir” y contó cómo ha ido creciendo su proyecto, al que se han ido uniendo más bailarines y la banda. Tras presentarlos uno a uno y agradecer también el trabajo de quienes están detrás, Lola Índigo puso fin al show con ‘Ya no quiero ná’, la canción con la que empezó todo. Fue la guinda a una noche que seguramente nunca vaya a olvidar.