Condenada por ejercer como podóloga sin estar en posesión de título ni licencia

Llevaba ejerciendo de manera ilegal, al menos, desde noviembre de 2017

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Juzgado de Caleta | Foto: Archivo GD
E.P.
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El Colegio de Podólogos de Andalucía ha obtenido esta semana una sentencia de conformidad condenatoria contra una persona por ejercer como profesional de la podología en Granada pese a que carecía de la titulación exigida --grado o diplomatura en Podología-- y licencia profesional.

Según ha informado en una nota de prensa, la corporación colegial interpuso una querella por delito de intrusismo profesional, tipificado en el artículo 403 del Código Penal, y un Juzgado de Instrucción de Granada acaba de dictar "una sentencia condenatoria con pena multa".

El juzgado ha considerado probado que esta persona "ejercía la profesión de podología sin encontrarse en posesión de título o licencia que le habilitase para dicha actividad y asimismo que llevaba realizando, al menos, desde el mes de noviembre de 2017".

Se trata de una de las cinco sentencias favorables obtenidas en un año en materia de intrusismo por el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía, presidido por Jorge Barnés, y que se suma a las dos dictadas en la provincia de Sevilla, una en Almería y una en Málaga. En los últimos cuatro años, se han conseguido siete sentencias condenatorias en esta materia.

La lucha contra el intrusismo y la ilegalidad en el ejercicio de la profesión es "una de las prioridades de la Junta de Gobierno del Colegio de Podólogos de Andalucía, que actualmente tiene abiertos 40 procesos en juzgados de todas las provincias de la comunidad autónoma andaluza".

El Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía se ha mostrado satisfecho con esta sentencia ya que "persigue esta práctica ilegal de la profesión sanitaria de su competencia, que no sólo perjudica a los profesionales titulados y colegiados, sino también, y sobre todo, a la ciudadanía al poner en riesgo la salud de los pacientes".

Ello, "en casos especialmente serios como el pie diabético, puede derivar en graves complicaciones cuando son tratados por individuos sin titular y que, por tanto, no poseen ni dominan las competencias de un podólogo".

En este sentido, el jefe de la asesoría jurídica del Colegio de Podólogos, Antonio Sánchez, ha afirmado que "el 80 por ciento de las denuncias del sector se refiere a prácticas de intrusismo, de las que la mayor parte no son investigadas, si el Colegio no aporta las pruebas, lo que es sumamente difícil para una corporación profesional dadas las circunstancias en que se comete este delito".

El colegio andaluz ha recordado a la ciudadanía que la acreditación oficial de colegiación debe estar visible en la consulta de podología. En la línea de lucha contra el intrusismo profesional, mantiene una estrategia de actividades encaminadas a "sensibilizar" sobre las funciones del podólogo y la importancia de la prevención y la salud del pie, que repercute sobre el estado general del organismo.

En este sentido, el Colegio Profesional defiende que los podólogos son los únicos profesionales sanitarios especializados en el pie. Tienen la capacidad de recibir directamente al paciente, diagnosticar, tratar, prescribir medicamentos e intervenir quirúrgicamente. Poner los pies en manos de personas no tituladas ni capacitadas para el ejercicio reglado de la profesión, es poner en riesgo la salud.

La podología es una profesión regulada por la Ley de Ordenación Sanitaria 44/2003 para cuyo ejercicio en Andalucía es obligatoria la titulación universitaria de grado, que en esta comunidad autónoma imparten las universidades de Málaga y de Sevilla, además de ser miembro del Colegio Profesional de Podólogos correspondiente.