Condenado a 17 años y medio de prisión el septuagenario que degolló a su mujer en Caniles
La sentencia se produce después de que un jurado popular lo declarara culpable de este crimen durante el juicio que se celebró a finales de septiembre
La Audiencia Provincial de Granada ha condenado a una pena de 17 años y medio de prisión por un delito de asesinato al hombre de 78 años acusado de degollar con un cuchillo de cocina a su esposa, María Concepción, de 73 años, en enero de 2020 en la vivienda en la que ambos residían en la localidad de Caniles.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se produce después de que un jurado popular lo declarara culpable de este crimen durante el juicio que se celebró a finales de septiembre en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. Durante su declaración, el anciano reconoció haber acabado con la vida de su esposa tras golpearla con un palo de madera, pero dijo que no recordaba nada de la agresión. "Lo que pasó, no lo sé; no recuerdo nada", aseguró.
El tribunal le ha condenado como autor de un delito de asesinato con las circunstancias agravantes de parentesco y de género y la circunstancia atenuante de confesión, ya que horas después del crimen confesó ante la Guardia Civil. Concretamente, después de dar muerte a su esposa salió de la vivienda en gran estado de nerviosismo y pidió a un vecino que lo trasladara hasta el Hospital de Baza. Allí, a la espera de ser atendido, escribió en una pegatina identificativa las palabras "asesinato, no violencia", lo que hizo sospechar al médico que le atendió de la posible comisión de algún hecho delictivo, por lo que avisó a la Guardia Civil favoreciendo su detención.
Además de la pena de prisión, el acusado deberá cumplir diez años de libertad vigilada e indemnizar en 300.000 euros al hijo que la víctima tenía de una relación anterior y que ejerció la acusación particular en la causa.
Víctima y agresor iniciaron una relación sentimental cuando ambos se encontraban en la treintena; poco después contrajeron matrimonio, conviviendo de forma ininterrumpida durante más de cuarenta años. Tenían su domicilio en la provincia de Barcelona, pero a partir de la prejubilación de él comenzaron a pasar temporadas en la localidad de Caniles, de la que era oriundo.
El tribunal considera probado que en los últimos meses previos a enero de 2020 la convivencia conyugal se había deteriorado hasta tal punto que María Concepción le había expresado su deseo de poner fin al matrimonio, pero "el acusado, incapaz de soportar que su mujer cumpliera su voluntad, concibió la idea de acabar con su vida como modo de demostrarse a sí mismo su superioridad sobre ella como varón y para negar a su esposa la capacidad de tomar sus propias decisiones".
Así, el 22 de enero de 2020, sobre las 11:00 horas, cogió un palo de madera con el que se dirigió a la cocina donde estaba María Concepción, se le acercó por la espalda y le asestó varios golpes en la cabeza que la hicieron desplomarse al suelo en estado de semiinconsciencia y sin ninguna posibilidad de defenderse. Seguidamente, tomó un cuchillo de cocina y le hizo varios cortes en el cuello causándole la muerte.
Tras la llamada que se hizo desde el hospital de Baza en el que el acusado estaba siendo atendido, una patrulla de la Guardia Civil se dirigió al domicilio y encontró allí el cadáver de la mujer. Una vez en el cuartel de la Guardia Civil reconoció ante los agentes de forma espontánea que "era él quien había matado a su esposa".