Condenado a cuatro años de prisión por abusar de una menor en situación de desamparo
Realizó tocamientos a cambio de dinero o regalos a una joven de 14 años que se encontraba bajo la tutela de los servicios de protección de menores de la Junta
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena a cuatro años de prisión y cinco de libertad vigilada para un hombre por un delito continuado de abusos sexuales a una joven de 14 años a la que realizó tocamientos a cambio de dinero o regalos, aprovechando la situación de desamparo de la adolescente, que se encontraba bajo la tutela de los servicios de protección de menores de la Junta de Andalucía.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sala de lo Civil y Penal del alto tribunal andaluz desestima el recurso que el acusado presentó contra la sentencia de la Audiencia de Granada y confirma esta resolución, que además le prohíbe comunicarse y acercarse a la menor por un periodo de seis años.
En la sentencia, contra la que cabe recurso de casación, se considera probado que el acusado mantuvo entre septiembre y octubre de 2017 una serie de encuentros en su vivienda con la joven --que en ese momento residía en un centro de internamiento abierto para menores-- para manosearle los pechos. También le propuso en reiteradas ocasiones que se desnudase y le masturbase, lo que no consta que la chica llegara a hacer.
Por su parte la Audiencia de Granada concluyó que el acusado aprovechó la situación y circunstancias personales de la víctima, "recluida en un ámbito de acogimiento institucional por desamparo, desestructuración familiar y escasez de medios y dinero", para atraerla a su círculo íntimo y llevar a cabo con ella tocamientos a cambio de dinero y regalos con los que pudiera costearse y disponer de cosas a las que de otra manera no tendría acceso, como ropa, tabaco o productos de belleza.
El tribunal explicaba en su sentencia, consultada por Europa Press, que la prueba no se ha limitado al testimonio "más o menos preciso y con ciertas incoherencias de la víctima". Ella narró que subía a casa del acusado cuando se lo requería y que una vez que le manoseaba los pechos le retiraba la mano y se iba como agobiada para volver a repetirlo en otras ocasiones sin más razón que el dinero que le daba.
En el juicio declaró también una educadora del centro en el que por entonces estaba ingresada la joven. Explicó que, pese a su silencio, detectaron, según le decían los otros niños, que se relacionaba con un hombre de avanzada edad "a cambio de dinero, regalos y tabaco", lo que determinó la denuncia ante la Policía, que detuvo y puso a disposición judicial al acusado.
Desde el centro se percataron de que la menor "manejaba dinero", compraba ropa incluso disponía de un móvil y se había hecho la manicura, algo que no estaba a su alcance dada la asignación económica que recibía para sus gastos personales, que además le había sido recortada por distintas faltas de disciplina. La situación de riesgo para la joven se zanjó con su traslado a un centro de otra provincia andaluza.