Condenado a dos años por violar a una estudiante en el estado de alarma

El acto penado fue durante una fiesta a pesar de las restricciones impuestas por las autoridades en ese momento para controlar el coronavirus

Edificio de la audiencia TSJA en Granada
Edificio de la audiencia TSJA en Granada | Foto: Antonio L. Juárez
Europa Press
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El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena de dos años de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Granada a un joven que violó a una chica en la terraza de la casa de ella, un piso de estudiantes de la capital granadina donde celebraban en la noche del 8 de noviembre de 2020 una fiesta a pesar de las restricciones impuestas por las autoridades en ese momento para controlar la pandemia del coronavirus.

La sentencia, de fecha de 24 de septiembre de 2024, confirma en todos sus términos la resolución de la Audiencia de Granada tras desestimar el recurso del condenado, de 22 años cuando, aquella noche, acudió a la velada con un amigo que había sido invitado por una compañera de piso de la víctima, siendo él y otro compañero la primera vez que se veían "con los demás estudiantes del piso".

Durante la reunión, que transcurrió en tono festivo, "los jóvenes consumieron gran cantidad de alcohol entre cerveza durante la cena y otros licores de mayor graduación el resto de la velada", causando la bebida en el procesado "un estado de embriaguez que, sin llegar a ser plena, le limitó en gran medida su capacidad de entendimiento y libertad de decisión de sus actos".

Finalizada la cena, los jóvenes organizaron un juego en torno a la mesa del comedor que consistía en lanzar un reto a cada participante, y en el transcurso del cual intercambiaron besos, recoge la sentencia del TSJA, contra la que cabe recurso en el Supremo.

"Ya de madrugada pasadas las 0,00 horas del día 9", los jóvenes pusieron música y se pusieron a bailar y, "en un momento determinado", víctima y acusado "decidieron salir al balcón exterior del salón", una pequeña terraza alargada provista de una barandilla de barrotes con "un ventanal de corredera" y las "cortinas echadas, lo que impedía la vista al y desde el interior", donde ocurrieron los hechos, indicaba la Audiencia, que lo condenaba en marzo de 2023 a dos años de prisión por un delito de abuso sexual con la eximente incompleta de embriaguez.

El TSJA, entre sus razonamientos, alude al informe pericial de una psicóloga sanitaria sobre el relato de la víctima, "ordenado y coherente, sin signos ni síntomas de psicosis", y que "puso de relieve en sus conclusiones" que la joven, de 19 años cuando ocurrieron los hechos, "manifestó una activación de sintomatología ansiosodepresiva de intensidad moderada coincidente con la vivencia traumática experimentada".