Diez consejos para que las pilas recargables duren hasta cinco años más

Esta alternativa supone un ahorro económico y energético a largo plazo frente a las desechables de un solo uso

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Evitar las altas temperaturas, no mezclar pilas o frecuentar su uso son algunas de las maneras de alargar su vida útil | Foto: Archivo
GranadaDigital
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Las pilas recargables son una alternativa cada vez más eficaz a las pilas desechables de un solo uso. Pese a su mayor inversión al principio, se amortizan rápidamente, especialmente si se hace un buen uso de estas, pudiendo alargar su vida útil hasta los cinco años. Por sus características, las pilas recargables son una alternativa idónea para muchos dispositivos y usos, son capaces de tener durante varios meses la energía, sin perderla por completo lo que también puede ayudar a reducir la cantidad de residuos de pilas que se generan y supone un ahorro a largo plazo para el consumidor.

Los consejos más importantes para sacar el máximo partido de tus pilas recargables, muchos de los cuales también son válidos  para pilas de un solo uso son estos:

1) Evitar las altas temperaturas. Las pilas recargables deben almacenarse a unos 15°C y en lugares donde no puedan recalentarse debido a las altas temperaturas o por estar cerca de fuentes de calor.

2) Proporcionar una carga completa. Es mejor que la pila esté agotada del todo antes de recargarla: se evita el efecto memoria o que funcione con menos potencia de la prevista. Después, debe llevarse al 100% de su capacidad. Esto ya no es necesario en la mayoría de pilas de última generación (como, por ejemplo, las baterías de los smartphones).

3) Elegir un cargador adecuado. Es importante utilizar un dispositivo que sea compatible con el tipo de pila reutilizable a la hora de recargarla. De lo contrario, se reducirá su vida útil.

4) Apostar por sistemas inteligentes. Hay dispositivos de recarga que detectan de forma automática cuándo una pila alcanza su capacidad máxima de almacenamiento, desconectándose de la red eléctrica y evitando que sufra así un exceso de tensión.

5) No mezclar pilas diferentes. No es recomendable usar pilas de distinta clase en un mismo aparato eléctrico o en un mismo cargador.

6) No usarlas inmediatamente después de llenarlas. Una vez cargadas, se recomienda esperar unos 30 minutos para ponerlas en un dispositivo. Así se enfriarán y alcanzarán la temperatura adecuada.

7) Prevenir golpes y caídas. Una caída desde cierta altura o un golpe fuerte pueden dañar la pila recargable. Hay que guardarlas evitando superficies en las que puedan deslizarse.

8) Quitarlas cuando no se usan. Si un aparato eléctrico no va a utilizarse durante un tiempo, las pilas recargables deben extraerse y guardarse. De lo contrario, se podrían oxidar, dañando el dispositivo.

9) Priorizarlas en determinados dispositivos. Se recomienda usar pilas recargables en aparatos eléctricos que consumen gran cantidad de energía en poco tiempo. De esta forma se rentabilizan, al no ser necesario reemplazarlas por otras, solo cargarlas de nuevo.

10) La frecuencia de uso debe ser moderada. El paso del tiempo, el uso y las cargas constantes afectan al rendimiento de estas pilas. No han de utilizarse y recargarse en exceso.