Consejos para combatir la indigestión de manera efectiva

Este trastorno del sistema digestivo se genera cuando el ácido del estómago se devuelve hacia la boca o cuando el estómago está irritado

dolor de estomago
El mal funcionamiento del sistema digestivo se debe, principalmente, al estilo de vida que llevamos y a la alimentación | Foto: Gabinete
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El cúmulo de gases en el intestino puede afectar la rutina diaria de las personas que padecen este trastorno digestivo. Un descuido tan pequeño como no masticar bien los alimentos puede originar la acidez estomacal, la cual puede durar minutos e incluso horas, si no aplicamos las medidas preventivas para evitarlo o aliviarlo.

La mejor manera de luchar contra la indigestión

La indigestión es un trastorno del sistema digestivo que se genera cuando el ácido del estómago se devuelve hacia la boca o cuando el estómago está irritado. Esto suele ocurrir después de las comidas, sobre todo en la noche o al acostarnos.

El mal funcionamiento del sistema digestivo se debe, principalmente, al estilo de vida que llevamos y a la alimentación. El sobrepeso, por ejemplo, aumenta la presión en el estómago contribuyendo a la sensación de acidez, mientras que la ingesta de café y chocolate irritan el recubrimiento del esófago.

Si después de comer sentimos dolor de estómago, sensación de llenura, acidez o reflujo -dolor en el esófago que quema-, flatulencia, pérdida del apetito, ganas de vomitar o eructos es posible que estemos ante una indigestión.

Para tratar este tipo de afecciones existen medicamentos como el pankreoflat, una mezcla de enzimas digestivas pancreáticas y simeticona indicado para el alivio sintomático de las alteraciones del sistema digestivo relacionadas con la pesadez estomacal y la digestión lenta.

Las enzimas digestivas permiten que el organismo absorba todos los nutrientes de los alimentos, evitando que sufran procesos de fermentación y putrefacción, causantes de las flatulencias y la aerofagia.

Evita la ingesta de alimentos picantes

Ingerir picante en exceso puede perjudicar la mucosa del tracto gastrointestinal, ocasionando náuseas, úlceras, hemorroides, vómitos y dolor abdominal. Alimentos como los chiles, pimientos picantes, la cebolla y el ajo contienen una mezcla de compuestos azufrados que pueden irritar el esófago.

Eliminar estos alimentos de la dieta no es necesario, siempre que su consumo sea moderado y nuestro organismo no dé señales de ser intolerante a ellos no causará mayores efectos en nuestra salud.

Descarta alimentos grasos y el alcohol

Ingerir alimentos frescos y sanos es ideal para olvidarse por completo de los trastornos digestivos. Las verduras y ensaladas, crudas o cocidas, son ricas en propiedades digestivas.

Mientras que las frutas y los zumos nos hidratan y refrescan de una manera natural, aportando nutrientes, mejorando así nuestra digestión y nuestra calidad de vida.

Mastica bien los alimentos

Masticar lo suficiente los alimentos es fundamental para que nuestro sistema digestivo funcione correctamente. Al procesar los alimentos de una manera óptima en nuestra boca al pasar por el esófago podrán mezclarse con los jugos salivares y dar inicio a la digestión.

Por tal motivo, los especialistas recomiendan masticar más de 40 veces la comida para lograr una sensación de saciedad elevada, reduciendo así el apetito y en consecuencia la excesiva ingesta de alimentos.

Come despacio

Comer despacio nos permite masticar mejor la comida y conseguir la fragmentación adecuada de los alimentos. Además de causarnos una sensación de llenura que evitará sobrealimentarse y aumentar de peso.

Comer rápido y masticar poco los alimentos no es recomendable, ya que la sensación de llenura es menor y, por consiguiente, el deseo de ingerir mayor cantidad de alimentos será constante causando molestias digestivas, indigestión y, a largo plazo, el sobrepeso.

No hables mientras comes

Los especialistas recomiendan evitar en lo posible hablar mientras comemos debido a que por la boca pueden ingresar gases que, posteriormente, nos causarán una mala digestión.

Además, está contraindicado el consumo de bebidas muy burbujeantes como los refrescos, porque producen gases. Se recomienda alternar la comida con agua, jugo natural o vino.