Consejos para desconectar del 'smartphone' durante las vacaciones
El experto, Manuel Armayones, recomienda bajar el ritmo "gradualmente".
Durante las vacaciones no hay que huir de toda expresión tecnológica. El uso de aplicaciones móviles que nos permitan comunicar cómo nos sentimos, qué nos ilusiona o compartir fotos de nuestros hijos tendrá en nosotros un efecto positivo, tal y como ha señalado el psicólogo y director del Máster Universitario de Psicología 2.0 y 'mHealth' (psicología, salud y calidad de vida) de la UOC, Manuel Armayones.
Sin embargo, según el experto, "para desconectar de una frenética actividad con decenas de mensajes electrónicos, reuniones, presiones y plazos cortos, deberíamos trabajar sin conexión". "Un ejemplo es utilizar una simple libreta y un bolígrafo o leer un libro sobre un tema profesional que nos interesa" añade.
A este respecto, Armayones ha sugerido cuatro recomendaciones para disminuir el tiempo de manejo del dispositivo móvil:
Organiza actividades que impliquen no tener que mirar continuamente dispositivos móviles. Apaga el teléfono y disfruta de la compañía de familia y amigos.
Desinstala durante las vacaciones las aplicaciones móviles que tengas relacionadas con la presión y tensión del día a día laboral.
Autorregúlate los horarios de consulta de los dispositivos móviles.
Asimismo, el experto ha ofrecido consejos para bajar gradualmente el ritmo cuando empiezan las vacaciones, ya que a veces la situación de tensión laboral experimentada en el transcurso de los días previos, etapa en la que no se presta atención a las señales de agotamiento que envía el cuerpo, hace que algunas personas enfermen:
Dedica un rato de los primeros días de vacaciones a comprobar que todo va quedando cerrado.
Informa de que te preparas para pasar una temporada dedicada a otras actividades (hay que programar nuestros dispositivos para que avisen a quién se ponga en contacto con nosotros que, salvo urgencias reales, estaremos unos días desconectados).
Propicia espacios y momentos para la creatividad sin obligarte a no pensar en el trabajo, pero mirándolo desde otra perspectiva.