Consiguen que ratones paralíticos recuperen la movilidad
Confían en poder probarla en humanos
Científicos de la Ecole Polytechnique Fédérale (EPFL) de Lausanna, en Suiza, han utilizado estimulación eléctrica para que ratones cuyas extremidades estaban paralizadas puedan caminar de nuevo, según los resultados publicados en la revista 'Science Translational Medicine'.
Este trabajo forma parte del proyecto europeo 'NEUwalk', que busca nuevas terapias que puedan generalizarse en el futuro en todos los programas de rehabilitación de las personas con lesiones de médula ósea. De hecho, tras el hallazgo los autores confían en poder iniciar los ensayos clínicos en humanos el próximo verano.
La estimulación eléctrica del sistema nervioso ha demostrado que puede servir para aliviar los trastornos neurológicos en muchos niveles. Por ejemplo, puede usarse para tratar temblores relacionados con la enfermedad de Parkinson. Además, las señales eléctricas pueden ser diseñadas para estimular los nervios y restaurar el sentido del tacto en pacientes amputados.
Lo que ahora han visto es que la estimulación eléctrica de la médula ósea puede utilizarse para restaurar el control del movimiento perdido tras una lesión medular y, al menos en ratones, lograr que puedan caminar por si mismo.
"Hemos conseguido el control total de las patas traseras", según ha defendido el neurocientífico Grégoire Courtine, científico del EPFL, que asegura que "se puede controlar en tiempo real que el roedor se mueva hacia adelante e incluso levante las patas". Para ello han utilizado un sistema que analiza el movimiento realizado y permite predecir cuál será el siguiente paso a dar.
Los científicos utilizaron ratones cuya médula estaba completamente dañada a partir de media espalda, lo que impedía que las señales del cerebro llegaran a sus extremidades inferiores. Sin embargo, implantaron mediante cirugía unos electrodos flexibles para poder estimular la parte inferior de la médula.
ESTIMULACIÓN ADAPTADA AL MOVIMIENTO
Además, vieron que existía una relación directa entre la frecuencia de la estimulación eléctrica y la altura a la que pueden levantar las ratas sus extremidades, por lo que mediante la monitorización de sus movimientos se puede adaptar la estimulación en función del itinerario u obstáculos, como barreras o escaleras, que tenga que pasar.
"Creemos que esta tecnología podría mejorar un día de manera significativa la calidad de vida de las personas que se enfrentan a trastornos neurológicos", según ha destacado Silvestro Micera, también autor de este trabajo.
Además, y con el objetivo de dar un paso más en su investigación, Micera y su equipo también están explorando la posibilidad de decodificar las señales directamente del cerebro cuando se mueven las extremidades para usar esa información para estimular la médula espinal.
El objetivo es iniciar un estudio en humanos el próximo verano, con pacientes con una lesión medular parcial, y podría combinar una innovadora monitorización con el uso de rehabilitación.