Consolidación en el Festival de la Guitarra de Alberto López
También se han presentado Manuel Cerpa y Wa Cang en la segunda sesión del ciclo, que se ha celebrado en espacios universitarios
La doble sesión de la segunda jornada del Festival de la Guitarra se celebró en espacios universitarios. En la Corrala de Santiago, Residencia de invitados de la institución académica granadina, se pudo escuchar a Manuel Cerpa, que acaba de iniciar su carrera profesional, impulsada a través del concurso de televisión Tierra de talentos. Su guitarra ya es popular gracias a los medios de comunicación y también, como puso anoche de manifiesto, debido a la forma personal, rotunda y poderosa que tiene de interpretar.
Manuel Cerpa se hizo acompañar por otros tres artistas, que iban apareciendo de forma intermitente sobre el escenario, cuando la interpretación no requería su presencia en solitario. Edu Gómez y Naim Real actuaron en las palmas y Antonio Vargas estuvo a la percusión y como segunda guitarra. Cerpa no solo ejecutó con su peculiar estilo, además ofreció sus propias composiciones a través de distintos palos flamencos, algunos de inspiración granadina. Está en el comienzo de su carrera y hay una cosa evidente, que ya muestra rotunda personalidad.
Alberto López, un artista consolidado
Alberto López, como Cerpa, también celebraba en el ciclo granadino su primer concierto tras el confinamiento. Como escenario tuvo el monumental patio de los mármoles del Hospital Real, sede del rectorado. Allí estaba la embajadora de Israel en España, Rodica Radian Gordon, gran aficionada a la guitarra, puesto que su marido es concertista, junto a la Rectora de la Universidad, Pilar Aranda. La diplomática ha asistido a los conciertos de estos dos primeros días del Festival. El suyo es un toque definido, nítido, con técnica y expresividad. Poco más se le puede pedir. López volvió a acreditar anoche que figura entre los mejores del género flamenco. Contó como segunda guitarra con Alberto Fornalido. La actuación de bastetano fue una auténtica exhibición de primer nivel. Además dio paso durante su concierto al chino Can Wang, alumno de Manolo Sanlúcar y que va forjándose una carrera en la que ya despunta su talento.
La noche se presentaba de elevada temperatura ambiental y también la llevó a un grado superior el toque de Alberto López. A pesar de su juventud, se puede hablar ya de un artista consolidado y de gran valor.