Diez consejos de los psicólogos para afrontar el miedo ante un terremoto

El Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental recomienda no centrarse en pensamientos catastróficos ante los últimos seísmos en Granada

Gente en la calle por miedo a los terremotos en Granada
El miedo ante un terremoto es una reacción psicológica que se produce ante un riesgo o amenaza | Foto: Antonio L. Juárez
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El miedo ante un terremoto es una reacción psicológica que se produce ante un riesgo o amenaza, puesto que es algo que no se puede controlar y, por tanto, no se puede hacer nada para evitarlo. Esta reacción afectiva puede generar en el conjunto de la población sentimientos de angustia, ansiedad, estrés, pensamientos recurrentes (va a volver a pasar), alternaciones del sueño o pérdida de apetito, y se puede reflejar, así mismo, con sensaciones corporales o reacciones fisiológicas como un aumento de la presión cardiaca, sudoración, descenso de la temperatura corporal o temblores, tensión muscular.

Es por ello que, ante la serie de seísmos que está sufriendo Granada y su área metropolitana desde el pasado sábado, 23 de enero, la Sección de Psicología de la Intervención en crisis, catástrofes y emergencias del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental (Copao) ha trabajado en la elaboración de un decálogo de actuación. 

En ese sentido, el decano del Colegio, Manuel Mariano Vera, explica que “este decálogo es uno más de los que el Copao viene confeccionando durante toda la pandemia con el fin de hacer más llevadera a la población esta situación y a la que se viene a sumar, en este caso para Granada y provincia, un fenómeno natural que es el de los terremotos”. 

El decano de los psicólogos de Andalucía Oriental añade “al estar debilitados por la situación previa que produce la pandemia los efectos negativos se multiplican. Con este instrumento, queremos que la población reconozca los síntomas psicológicos negativos que produce este fenómeno para que de esta manera los combatan mejor”.

El decálogo

Este documento ofrece una serie de pautas para hacer frente a estos sentimientos. Así, entre las recomendaciones, el COPAO ahonda en asumir, en primer lugar, que no se tiene el control de la situación y que ello puede generar miedo. Pero ese temor no tiene por qué ser malo, si se sabe cómo afrontarlo. Por lo tanto, vamos a hacer algo para modular y afrontar nuestro miedo a los terremotos.

El decálogo contiene recomendaciones entre las que destacan, asumir que tienes un determinado miedo, puesto que reconocer la emoción que tienes es un paso fundamental. Considerando que sentir miedo es natural, probablemente tiene un motivo y para ello hay que reconocer que no tienes el control. El día a día, por muy controlado y organizado que te parezca, tiene cierto grado de incertidumbre. Tu mente tiene mecanismos que se activan sin que puedas controlarlos y ser consciente de ello. Además, no puedes controlar a los demás o a la naturaleza.

Es necesario ampliar tu percepción. No te centres en los pensamientos catastróficos, no te dejes llevar por todo lo que escuchas. Deja de ver las imágenes del terremoto si te producen ansiedad y evita hacer caso de noticias no oficiales, sobre todo, aquellas que son sumamente negativas.

Si sentimos que nuestra respiración se acelera, podemos hacer tres o cuatro respiraciones lentas y profundas a la vez que nos decimos mensajes tranquilizadores, así podemos prevenir la ansiedad.

Reconocer y dar valor a tus emociones. Nombra tus emociones y cómo de intensas son, no confundas el miedo con la ansiedad. El miedo y la ansiedad no son lo mismo. La ansiedad se suele manifestar de forma generalizada en el cuerpo y es la respuesta a otras emociones, además puedes buscar un lugar que te aporte seguridad y en el caso de que ocurra, disminuye los riesgos (cúbrete la cabeza con tus manos, si tienes que abandonar tu casa usa las escaleras).

Los menores pueden presentar síntomas de dependencia (no quieren quedarse o dormir solos). Es normal, debemos ser tolerante ante esas conductas y si después de semanas o un mes sigues teniendo miedo (a pesar de que ya no se hayan dado nuevos terremotos), busca ayuda profesional.