Los bloqueos mentales o la dificultad para conciliar el sueño, indicadores de que debemos acudir al psicólogo
La especialista de Copao Rocío Cobo ofrece algunas pautas sobre la importancia de ponerse en manos de un profesional
Vivimos en la era del estrés, la incertidumbre, la ansiedad, la depresión, los miedos… Aprender a gestionar nuestras propias emociones ante los diversos problemas que se nos plantean nos ayudará a sentirnos mejor y a ser más felices con nosotros mismos y con los demás. Pero si ya hemos agotado todas nuestras herramientas y recursos para afrontar nuestros problemas e intentar manejar nuestras emociones ¿qué debemos hacer? ¿A quién debemos acudir?
“Todas las personas, en alguna etapa de nuestra vida, necesitamos ponernos en manos de profesionales de la Psicología y retomar el rumbo de nuestra vida, algo tan relevante y a lo que a veces le damos poco valor”, explica Rocío Cobo, vocal de la Comisión de Ejercicio Privado de la Profesión del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental.
“Si acudimos rápidamente al médico ante un dolor de cabeza recurrente, a un asesor financiero para temas asociados o a un dentista para un dolor de muelas... ¿Por qué demorar o reprimir el acceso a un psicólogo cuando nuestra vida está en impasse?”, razona la psicóloga.
Rocío Cobo agrega que son muchas las situaciones que en nuestro día a día “nos pueden superar”. Cita, por ejemplo, “el estrés agudo o sostenido en el tiempo, ya sea laboral o por exceso de exigencia personal”; o también habla de las dificultades de adaptación ante algún cambio, “que es común en un tercio de la población adulta y en la mitad de la más joven a un año del COVID-19, según un estudio reciente de la OMS publicado en la Confederación de Salud Mental de España el pasado mes de marzo”.
Incluso hay acontecimientos vitales positivos muy comunes, como pueden ser una reforma, un cambio significativo de domicilio, de ciudad o de personas de convivencia “que acaban siendo más intensos de lo que esperábamos, según nuestras capacidades, y agota nuestra energía o nos pone en una situación límite”, agrega la vocal del Copao.
La importancia de ir al psicólogo
Es por ello que los profesionales insisten en la importancia de acudir al psicólogo “cuando se detecte que algún problema o dificultad personal nos está superando y nuestros medios no son suficientes”, afirma Rocío Cobo, quien enumera algunos de los síntomas por los que también se debe acudir al profesional. “Por un lado, si se detectan alteraciones cognitivas, como pueden ser bloqueos mentales, dificultad para captar la información del medio con la claridad de antes o déficit de concentración”.
Por otro, si existen alteraciones emocionales y/o conductuales, “como dificultad para conciliar o mantener el sueño, o dormir significativamente más que antes, pérdida o exceso de apetito, apatía, inquietud psicomotora, dificultad para disfrutar de las actividades que antes le llenaban, menor rendimiento en la actividad laboral o en otros ámbitos, pérdida de iniciativa o de interés social o sexual o recurrencia de episodios de tristeza.
Incluso, dice la psicóloga, que también hay que ir a consulta si existe “la sensación de no avanzar en nuestros proyectos diarios o futuros o, incluso, de agudizarse los mismos”.
Covid-19
En relación a un tema tan actual como la Covid-19, Rocío Cobo arguye que se ha demostrado en diversos estudios “que se está produciendo el aumento de síntomas psicológicos y el agravamiento de patologías ya existentes, así como el desarrollo de secuelas psicológicas tanto a corto como a largo plazo, debido a las consecuencias relacionadas o derivadas directamente de la Covid-19, a las derivadas de la situación de confinamiento y del distanciamiento físico y social que esta situación ha conllevado”.
Por lo tanto, teniendo en cuenta todo ello, se recomienda que la población, tanto adulta como infanto-juvenil, “acuda a consulta incluso antes de manifestar algún síntoma psicológico, con el objetivo de promover la salud mental, mediante la prevención o minimización de los factores de riesgo que pudiesen estar presentes, así como mediante el incremento de los factores protectores”.
“Con ello -insiste la vocal del COPAO- se puede prevenir la aparición o el desarrollo de dichas consecuencias o secuelas que podría conllevar esta situación actual. Y a su vez, ayudar a paliar las posibles dificultades que pueden tener algunas personas para adaptarse de nuevo a la normalidad, cuando finalicen completamente las restricciones. Además de ayudar a la población a sentirse plenamente preparada para afrontar los diversos cambios que pueda conllevar, tanto seguir viviendo esta situación como salir de ella, por ejemplo, promocionando factores protectores como la resiliencia u otros”.
La conclusión de Rocío Cobo es que “es importante invertir en nuestra salud emocional. No esperemos al agravamiento de los síntomas, acudamos antes al profesional y el proceso de superación será más breve y con menor coste personal. Dejémonos ayudar para reconducir el rumbo que queramos dar a nuestra vida”.