Corea del Norte deporta al veterano de guerra estadounidense

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E,P.
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El veterano de la Guerra de Corea de 85 años estadounidense, Merrill E. Newman, ha llegado este sábado por la mañana a Pekín, la capital china, poco después de que las autoridades norcoreanas anunciaran su deportación tras ser detenido en octubre durante un viaje turístico, según ha informado la agencia estatal de noticias japonesa, Kiodo.

"Estoy contento de estar de camino a casa. Me siento bien. Quiero ir a casa para ver a mi mujer", ha manifestado Newman a su llegada a la aeropuerto de Pekín, en declaraciones a la prensa nipona.

Newman fue acusado de "criminal" y "actos hostiles" por su participación en la Guerra de Corea (1950-53) y el veterano de guerra confesó dichos cargos ante las autoridades norcoreanas.

La deportación se ha producido "teniendo en cuenta su admisión de los actos cometidos por él en base a su compresión equivocada, la disculpa realizada por él sobre ello, sus sinceras reiteraciones al respecto y su avanzada edad y estado de salud", según la KCNA.

El Departamento de Estado norteamericano ha aplaudido la deportación de Newman en un escueto comunicado. "Estamos contentos que hayan permitido salir a Merrill Newman de Corea del Norte y reunirse con su familia", ha enfatizado la portavoz Marie Harf. "Damos la bienvenida a la decisión de Corea del Norte de liberarlo", ha concluido.

Newman fue detenido en el transcurso de un viaje turístico a Corea del Norte y un día después de que él y su guía hablaran con las autoridades norcoreanas en una reunión en la que se discutió su servicio militar en Corea, según reveló su hijo, Jeff Newman, en una entrevista con la cadena CNN.

Su esposa, Alicia, relató a la prensa que su marido estaba sentado en el avión, tras un viaje de 10 días, a la espera de despegar para volver a casa, cuando miembros de las fuerzas de seguridad de Corea del Norte subieron al aparato y se lo llevaron.

Según informó la KCNA, Newman "planeó el espionaje y las actividades subversivas contra la Republica Popular de Corea y, en este proceso, se vio envuelto en los asesinatos de personas al servicio del Ejército Popular Coreano y de civiles inocentes". Newman admitió sus crímenes y se disculpó por ellos, según la agencia estatal de noticias norcoreana.

Las autoridades norcoreanas también mantienen detenido desde noviembre del año pasado a Kenneth Bae, un misionero coreano-estadounidense condenado a 15 años de trabajos forzados.