Juntos en la élite por primera vez si el Granada CF sella la permanencia

Nunca antes los rojiblancos y el principal equipo de baloncesto de la ciudad han coincidido en una misma temporada en la máxima categoría

Los jugadores del Granada
Miguel López Rivera
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El ascenso del Fundación CB Granada a la Liga ACB podría abrir un horizonte inexplorado hasta la fecha en el deporte de la capital. Si el Granada CF certifica su permanencia en Primera División, por primera vez en la historia el fútbol y el baloncesto estarán representados en una misma temporada en la máxima categoría masculina sénior de ambas disciplinas. Una coincidencia histórica en un momento dulce para el deporte profesional de la provincia.

Aunque pueda parecer extraño, nunca antes ha pasado pese a que el Granada CF acumula, con esta, 26 temporadas en Primera División y entre los extintos Oximesa y CB Granada se cuentan otras 18 en ACB: seis el primero y 12 el segundo. Y es que la divina providencia parece haber estado siempre empeñada en evitar que la afición granadina vea a sus dos principales equipos en la élite durante una misma campaña.

El Granada CF inauguró su historial en Primera en el curso futbolístico 1941-42, categoría en la que permaneció hasta la 44-45. Tardó 13 años en regresar a lo más alto –Liga 1957-58– y en la 60-61 volvió a probar el sabor amargo del descenso. Ocho temporadas después, en la 1968-69 inició su periplo más largo en Primera, categoría en la se mantuvo ocho años seguidos, hasta el curso 1975-76. Entre medias, un corto trámite en la ahora considerada mejor liga del mundo durante el curso 66-67.

Y desde esa caída a los infiernos a mediados de los 70, la hinchada rojiblanca tuvo que esperar 35 años para ver a su equipo en Primera. El ascenso en Elche rubricó otras seis temporadas doradas ahora en el Nuevo Los Cármenes, que se completan con el actual viaje por el firmamento de las estrellas sellado en el estadio de Son Moix en 2019. Curiosamente el mismo rival ante el que hace menos de una semana goleaba al conjunto bermellón para tomar aire y al que en la 69-70 también fue capaz de endosar seis goles a domicilio, en aquella ocasión en el estadio Lluis Sitjar.

El baloncesto granadino no tocaría el cielo, sin embargo, hasta la temporada 1986-87; la que inaugura el historial ACB de Granada. Tras cuatro años seguidos en Primera B, el play off de la 85-86 traía un caramelo envenenado para los hombres de Antonio Gómez Carra. Se enfrentaban al Mayoral de Málaga en el partido decisivo y en el pabellón de Ciudad Jardín. Los malacitanos luchaban por permanecer en ACB en una eliminatoria cruzada al estilo de la que en 1967 le concedió igualmente al Granada CF uno de sus ascensos a la máxima categoría. Fue también en la capital de la Costa del Sol, a domicilio y ante un Málaga que se jugaba no bajar a Segunda. Bajó y el Granada ascendió con una invasión de aficionados rojiblancos en La Rosaleda que terminó de forjar la rivalidad entre ambos clubes.

El Oximesa permaneció seis temporadas en la élite y en la 91-92 se despidió para siempre. El CAB Granada, que más tarde fue el CB Granada, tomó el testigo sentimental del difunto e histórico club dirigido por José Antonio Murado. Ascendió a la ACB por primera vez en la temporada 1995-96 de la mano de Antonio Gómez Nieto en una final a ocho disputada precisamente en Lugo. No obstante, ese año la Asociación de Clubes no había previsto ascensos, por lo que la gloria llegó a lo largo del verano al adquirir la plaza del Salamanca, que incluía los derechos deportivos adquiridos para disputar la Copa Korac.

La experiencia sólo duró tres cursos, pero en 2001 volvió a subir contra todo pronóstico ante Menorca, tras una temporada en la que se rozó la desaparición, con espantada de jugadores incluida, y un auténtico 'equipo milagro' lleno de canteranos. En el banquillo, otra vez Gómez Nieto. Dos temporadas en la élite sirvieron para volver a bajar, pero el trasiego sólo duró un año, lo que Sergio Valdeolmillos tardó en devolver de nuevo al club a la ACB para iniciar una racha de siete cursos seguidos en lo más alto desde la 2004-05 hasta la 2010-11, salvación milagrosa incluida con Pops Mensah-Bonsu convertido en héroe en su único encuentro como nazarí, el de la permanencia ante el TAU Vitoria en el Palacio.

Después de aquello, la debacle para siempre. Dos descensos consecutivos, a LEB Oro y Plata, fueron la puntilla de un club con gravísimos problemas institucionales. De las cenizas de aquello resurgió el 'Ave Fénix' que hoy es la Fundación, veremos por cuánto tiempo, y que está a punto de convertir en realidad el sueño de ver juntos en lo más alto al Granada CF y al máximo representante baloncestístico de la ciudad.