El sueño rojinegro llega a su fin (76-75)
El Covirán Granada se despide del playoff de ascenso tras perder el quinto encuentro de su serie ante Iberojet Palma
Se acabó el sueño rojinegro. El Covirán Granada estiró su ilusión, literalmente, hasta la última décima de segundo de la eliminatoria, pero el despertador terminó sonando en Son Moix, bajando de la nube a los de Pablo Pin. Estos, mermados por una profunda desconexión tras el descanso, se han quedado a un solo punto de forzar la tercera prórroga de la eliminatoria tras un duelo vibrante. Guille Rubio anotó en el poste bajo a falta de tres segundos, pero su equipo necesitaba un triple que, pese a la insistencia nazarí, no llegó. Así, quedó instalado de manera definitiva el 76-75 en el marcador, lo que provoca el abrupto adiós de los granadinos al playoff y manda al Iberojet Palma a la fase final, donde buscará el ascenso junto a RETAbet Bilbao Basket, Melilla Baloncesto y Río Ourense Termal.
Sin Alo Marín, baja de última hora por una gastroenteritis, el conjunto granadino afrontaba un reto mayúsculo. En su regreso al feudo balear, que en esta ocasión lució lleno hasta la bandera, se jugaba el pase a la Final Four en una auténtica bola de partido que, de no teñirse de rojinegro, pondría fin a su curso. Los nazaríes, ataviados con su segunda indumentaria, aquella con la que ha logrado sus dos triunfos en esta eliminatoria, se aferraban al ‘¿por qué no?’ de Pablo Pin, convertido casi ya en el lema nazarí para este playoff, para mantener vivo el sueño y sacar su billete a Bilbao.
Sin embargo, no tardaron los fantasmas en rondar las cabezas de los granadinos. Joan Carles Biviá aprovechó la primera posesión del encuentro para abrir la lata con un triple, cuando el balón solo llevaba unos segundos botando sobre el parqué, al que acompañaron un mate de Fran Guerra y una bandeja de Álex Hernández para establecer un parcial de siete a cero. Sin embargo, y a diferencia de lo sucedido en el último duelo entre granadinos y baleares, la réplica del Covirán Granada llegó de inmediato, evitando que los de Félix Alonso se marchasen en el marcador y reinstaurando la igualdad que ha caracterizado toda la serie.
David Iriarte, que ha cuajado un gran partido, y Manu Rodríguez empezaron a monopolizar las anotaciones rojinegras, haciendo efectivo el cambio de ventaja pese a que Gilbert y de nuevo Guerra continuasen percutiendo. Joan Tomás Noguera se metió en la refriega desde la línea del tiro libre, pero el segundo triple de Manu Rodríguez puso ya un colchón de tres puntos sobre su rival. Este casi queda en nada con la irrupción anotadora de Barber, pero la aparición de Devin Wright, conciliador, mantuvo a los suyos en pie durante la permuta de golpes. Saltó Bortolussi a pista y, en la penúltima acción del primer acto, puso el empate a 22 que hizo temblar a Son Moix.
Tras superar el siempre temible arranque del Iberojet Palma, los de Pablo Pin se desataron en la construcción de su ventaja. Wright inauguró el segundo acto con un demoledor mate al que siguió un triple de Bortolussi, los mismos protagonistas del final del primer acto. Barber, a pies parados, recortó la diferencia, pero entró Josep Pérez en la cancha y comenzó el baile. El de Llíria volvió a dar otro aire al cuadro nazarí, que por medio de un triple suyo y Guille Rubio, que anotó sus primeros puntos desde la línea de tiro libre, amplió a seis su renta.
Paró el crono Félix Alonso, tratando de contener la hemorragia que sufrían sus pupilos, y la reacción fue feroz. Fran Guerra y Boris Barac, en dos acciones casi consecutivas, sumaron tres puntos desde los 4’60 metros, a lo que hubo que añadir un triple de Biviá que recuperó el equilibrio en el marcador. Le llegó a Pin el turno de parar el encuentro, pero el aletargamiento granadina parecía tener poca solución. Álex Hernández y Gilbert cambiaron el signo del encuentro ante el espesor del conjunto nazarí, cuyas posesiones fueron esfumándose sin encontrar el aro. Hasta que regresó Josep.
El ‘diez’ nazarí volvió a salir a pista para, tras una nueva anotación de Gran Guerra (37-32), poner las tablas con las que el compromiso se fue al descanso en dos acciones marca de la casa. Primero, se coló hasta la cocina para reducir a tres la diferencia. Inmediatamente después, abrió por completo el entramado defensivo local con un pase a Joan Pardina que, libre de marca, puso fin al segundo cuarto y abrió un auténtico intercambio de ganchos.
Gilbert y Wright buscaron el mentón de su rival, mientras que Álex Hernánez y Manu Rodríguez buscaron el costado. El puño del murciano hizo más daño que el del granadino, lo que hizo bajar la guardia a los de Pablo Pin, que acabaron en la lona. Biviá, Barber y Érik Quintela pusieron ocho puntos por delante a los de Félix Alonso (50-42), obligando al cuadro nazarí a reajustarse en el banco. Iriarte y Josep Pérez replicaron, pero Barber y Quintela, una vez más, evitaron la épica y se metieron en el bolsillo el único parcial que no terminó con resultado par (58-54).
A los granadinos les tocaba reponerse y, para ello, Devin Wright se hizo grande. Al igual que sucediera en el último duelo disputado en Son Moix, el pívot gallego se echó al equipo a la espalda y, con cinco puntos consecutivos, realimentó la esperanza (60-59). Álex Hernández y Barber trataron de apagar la llama con premura, asestando una estocada que parecía definitiva, pero la ilusión granadina se resistía a morir. Dos paisanos, Manu Rodríguez e Iriarte, concatenaron dos triples que redujeron a dos puntos la ventaja local.
Fede Ucles y Fran Guerra trataron de apoderarse de la pintura, pero Guille Rubio, desde el tiro libre, mantuvo en el duelo al Covirán Granada. Boris Barac anotó de tres, pero su equipo sufrió un duro revés que presentaba un escenario totalmente diferente. Fran Guerra cometió su quinta falta personal, sobre Sergio Olmos, al que no le tembló la muñeca, y los nervios embargaron al Iberojet Palma. Barber amplió a cinco puntos la ventaja (76-71), pero una nueva incursión de Guille Rubio mandó el choque a su último minuto con solo tres puntos de diferencia.
Los rojinegros buscaron sin cesar el triple, pero el empuje de Son Moix repelió cada intento exterior. Guille Rubio anotó en el poste bajo, pero resultó insuficiente a falta de tres segundos para el final. Los baleares exprimieron al extremo la última posesión del encuentro para hacer valer el 76-75 con el que, por primera vez en toda la serie, aprovechaban el factor cancha. La cancha quedó invadida por la afición insular, entre la que se marchó la tristeza de los de Pablo Pin, que despertaron de manera abrupta del sueño.
Ficha técnica:
Iberojet Palma: Biviá, Marcus Gilbert, Boris Barac, Álex Hernández y Fran Guerra.
También jugaron: Joan Tomás Noguera, Gabriel Serra, Érik Quintela, Raven Barber y Fede Ucles.
Covirán Granada: Manu Rodríguez, Guille Rubio, Joan Pardina, David Iriarte y Carlos de Cobos.
También jugaron: Eloy Almazán, Carlos Corts, Alejandro Bortolussi, Xabi Oroz, Josep Pérez, Devin Wright y Sergio Olmos.
Árbitros: Zafra Guerra, Vázquez García y Muñoz García. Expulsaron a Fran Guerra por cometer cinco faltas personales.
Parciales: 22-22; 15-15; 21-17; 18-21.
Resultado final: 76-75.
Incidencias: Quinto encuentro de playoff de ascenso a ACB disputado en el Polideportivo de Son Moix.