El Covirán Granada ya se deja morir (69-97)

Un segundo cuarto con tan solo cinco puntos anotados marca la sexta derrota consecutiva de los rojinegros que ya se sitúan a tres triunfos de la salvación

© Coviran Granada | Fermín Rodríguez
Elías Valtonen y Riccardo Visconti durante el partido ante Valencia Basket | Foto: ACB Photo
Ainoa Morano
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El Valencia Basket pone la puntilla a un Covirán Granada hundido y sin capacidad de reacción. Si bien es cierto que la derrota era esperable, no cabía atisbo de duda ante un rival que es el máximo anotador y reboteador de la ACB y que viene que vapulear a Coruña endosándoles 127 puntos. Sin embargo, la afición rojinegra merecía un mínimo de competitividad. Salir del pabellón del Zaidín con un pequeño halo de esperanza que permita pensar que el milagro es posible. La realidad golpeó más fuerte que los sueños. El Covirán Granada ya se sitúa a tres triunfos de la salvación tras caer por 69 a 97 ante los taronjas.

En un ambiente más hostil de los habitual, aunque igual de desangelado que en otras ocasiones, el Covirán Granada tuvo que entrar por sí solo en calor para hacer frente a un Valencia Basket arrollador desde el tiro exterior. Los primeros minutos del encuentro se saldaron con varios problemas ofensivos por parte de un plantel rojinegro que se mostró dubitativo y algo renqueante. Con el 4 a 11, los interiores dieron un paso adelante. Primero fue Giorgi Bezhanishvili el que trató de hacerse grande ante un rival tremendamente físico. Consiguió algunos puntos, pero el cambio de rumbo en el partido lo daría Rubén Guerrero. Saliendo desde el banquillo, el pívot malagueño saltó a pista con un hambre voraz, tanto que gran parte de la remontada se debió a él. Con seis puntos anotados y una subida de la intensidad defensiva que permitió no solo que Valencia Basket perdiese el balón en varias contras, sino que también creó espacios para que tiradores como Rousselle o Silverio anotasen desde el triple, el Covirán consiguió con la rotación mejorar su apuesta sobre el parqué para cerrar el primer periodo con el 21 a 21 en el marcador.

La opción de seguir compitiendo, al menos de perder con dignidad, estaba sobre la mesa, pero el Covirán la tiró a la basura con un segundo cuarto de los peores que se le recuerda al equipo. Mientras Valencia Basket paseaba a placer y seguía anotando con relativa facilidad desde el triple y prácticamente desde cualquier parte del campo, los locales se dejaron morir con un segundo periodo en el que tan solo anotaron cinco puntos. Desesperados, frustrados y sentenciados. Así se vio a un plantel granadino sin respuesta que trataba de derribar la férrea defensa taronja, pero cuyos esfuerzos quedaron en papel mojado. Silverio se afanaba en lanzar desde el tiro exterior, no encontrando fortuna en ninguno de sus intentos. Bandejas que se salían de dentro e incluso errando en el tiro libre, el Covirán Granada marchó a vestuarios con la cabeza gacha acompañados de una sonora pitada de su afición. Lógica por otra parte, pues no se podía vapulear de esa forma las pocas opciones de victoria que se podían tener. Difícil competir con un 1 de 7 en el tiro de dos, un 1 de 5 en el triple y un 0 de 2 desde la línea de personal.

De regreso al parqué, muchos esperaban una mínima reacción de su equipo. Un triple de Costello tras volver a fallar un nuevo ataque los rojinegros obligó a Pablo Pin a parar el partido con tan solo un minuto de juego transcurrido. Matt Costello olió sangre y no tuvo piedad de un rival que no levantaría cabeza en ningún momento. Para Valencia Basket fue un paseo, para Covirán Granada, una tortura que los deja más en el abismo que nunca. A falta de cinco minutos para finalizar el tercer cuarto, los de Pedro Martínez ya ganaban por más de 30 puntos. Los pitos se escucharon continuamente en un Palacio de Deportes que ya no se sabía si reprochaba a los colegiados sus decisiones o la falta de acierto y de garra de los de Pablo Pin. Perdidos, cometiendo más errores que aciertos y sin capacidad para reaccionar, su actuación fue más propia de un duelo de pretemporada que de un encuentro en el que la permanencia en la ACB estaba claramente en juego.

Con el 52 a 67 en el luminoso, tras un parcial de 20 a 3 para los locales, arrancó un último periodo en el que el Covirán debía tratar, como poco, de salir de su pista con la cabeza mínimamente alta. De los 15 de diferencia con los que arrancó el periodo, Valencia puso el +20 con la facilidad en la anotación que ya había mostrado durante todo el partido. Los triples siguieron cayendo del lado rojinegro y cuando el Palacio parecía que se venía mínimamente arriba, una nueva canasta desde la esquina ubicada frente al banquillo visitante trasladaba el silencio más espectral a la grada del pabellón del Zaidín. Cabezas que negaban continuamente, manos en la cara y rostros desolados al ver que su equipo se distanciaba ya por tres victorias del resto de competidores directos por la permanencia. No se pueden sacar aspectos positivos de este encuentro pues ni siquiera la capacidad de mantenerse en el partido durante el tercer periodo es siquiera un clavo ardiendo al que agarrarse (69-97).

Ficha del partido:

Covirán Granada: Rousselle, Griffin, Bezhanishvili, Noua, Valtonen - quinteto inicial- García, Silverio, Visconti, Ndiaye, Aurrecoechea, Guerrero, Medal.

Valencia Basket: Badio, Reuvers, Jovic, Costello, Ojeleye - quinteto inicial - Puerto, Pradilla, De Larrea, Arostegui, Montero, Brimah, Sestina.

Parciales: 21-21; 5-23 - descanso - 26-23; 17-30

Árbitros: Óscar Perea, Carlos Cortés, Andrés Fernández

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 25 de la ACB disputado en el Palacio de Deportes de Granada el domingo 30 de marzo, a partir de las 12:30 horas.







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