El Covirán muere en la orilla tras encomendarse a la épica (84-81)
Los rojinegros se recuperaron del apagón del segundo periodo pero, aun habiendo logrando la remontada, un triple sobre la bocina de Ennis sentenció el encuentro

El Covirán Granada ha entrado en su particular historia interminable. De dominar un partido a tirar todo el trabajo por tierra por un bloqueo ofensivo en el segundo periodo que acaba sentenciando el destino de los rojinegros. Ocurrió en el Barris Nord y, desgraciadamente, este cuento se ha repetido en tierras murcianas para cerrar el 2024 con el peor balance de victorias y derrotas desde que los granadinos están en la ACB.
El duelo ante UCAM Murcia comenzó a decidirse desde la línea de personal, una parcela del juego que volvería a poner en contra de los de Pablo Pin. Entre tiros libres se llegó a un 4 a 4 que parecía perenne en el marcador. Las rotaciones por parte de ambos conjuntos hizo que el juego volviese más fluido. Pere Tomàs, recién entrado a pista, abrió la lata de los triples para los visitantes, una fiesta a la que se unió Jonathan Rousselle con un triple más allá de 6’75, de esos dignos del Top 10 Toyota, que puso el 4 a 10. Murcia entró en bloqueo ofensivo. Incapaz de anotar en ninguno de sus incansables intentos, su marcador solo variaba con sus visitas a la línea de personal. Tal fue la repercusión de las faltas señaladas por los colegiados que de los 15 puntos anotados por los locales en el primer periodo, ocho se firmaron desde el tiro libre. Aun así, el buen hacer ofensivo y, sobre todo, defensivo permitió al Covirán Granada marchar al segundo acto con ventaja en el luminoso (15-19).
Se las prometían demasiado felices los granadinos. Entrados en el segundo cuarto, Scott Bamforth entró por primera vez a pista completamente desatado. Cinco puntos consecutivos del estadounidense obligaron a Sito Alonso a parar el encuentro por primera vez. DJ Stephens que se presentaba ante su afición, firmó dos mates de concurso para aupar a los suyos a una remontada que acabaría sucediendo. Poco a poco, UCAM Murcia fue encontrando una mayor confianza en su juego liderado por Jonah Radebaugh. Aun así, un juego coral de los de Pablo Pin, sin apenas errores, colocó el 24 a 34 en el marcador. En este momento cambió absolutamente todo. Falta tras falta y triple tras triple, los locales fueron recortando distancias ante el apagón ofensivo de su rival. Las visitas a la línea de personal se sucedían, mientras los visitantes se ahogaban en sus protestas. Incluso Pablo Pin se atrevió a ratificar lo que se apreciaba a simple vista durante un tiempo muerto: “Sé que están pitando solo de un lado”. Aun con la certeza de lo evidente, la solución no apareció para evitar que UCAM Murcia le diese la vuelta al marcador con un sonrojante parcial de 21 a 2. (45-36)
Con 20 minutos por disputar, la solución era abarcable, pero en la realidad los milagros no llegaron. Aunque Jonathan Rousselle trataba de buscar la épica con sus triples imposibles y aun con la entrada en acción de un Sergi García al que se le echaba en falta en ataque, la opción de remontada seguía siendo algo irreal. Entre Jonah Radebaugh, Kurucs y un Dylan Ennis que acabó despertando de su letargo, UCAM Murcia sentó cátedra para encaminar el partido hacia una aparente victoria cómoda. Nueve puntos de canadiense dieron alas a los de Sito Alonso, mientras los de Pin aun trataban de encontrar a un Amine Noua del que se depende en exceso.
Con el 63 a 51 arrancó un último periodo que, contra todo pronóstico acabó siendo de infarto. Scott Bamforth, que entró casi al término del periodo anterior, tiró del equipo para con seis puntos dar los primeros atisbos de la remontada que se avecinaba. Sobre el parqué se medían dos equipos caracterizados por los apagones ofensivos. El de los rojinegros ya había sucedido, quedaba el de los locales. El Covirán subió su intensidad en la pista y obvió las continuas faltas señaladas en su contra para seguir remando. Con el 71 a 61 apareció un Agustín Ubal cuyo coraje siempre será el mejor amigo de sus compañeros de vestuario. El uruguayo sacó dos faltas consecutivas que dieron oxígeno a un plantel visitante que aun rezaba por la reacción de Amine Noua. Finalmente, el francés acabó apareciendo. Su acierto desde la línea de personal y sus incansables intentos por anotar acabaron dando alas a un Covirán Granada que obró el milagro. La remontada se cerró con el 75 a 76 y con tan solo dos minutos para acabar el encuentro. Entre tanto, Jacob Wiley y Gian Clavell acabaron expulsados por faltas. En el intercambio de canastas que hacían pensar en una prórroga, más que merecida por otro lado, Dylan Ennis sacó a relucir su capa de superhéroe para, con un triple sobre la bocina, bien defendido y con tan solo seis segundos en el marcador, anotar un triple que levantó a toda Murcia. 84 a 81 y un triple final de Scott Bamforth que acabó en el hierro cerraron un 2024 que acaba para el Covirán con cuatro victorias en su casillero y nueve derrotas. El año finaliza de forma amarga y con una enseñanza clara: las desconexiones acaban siendo siempre un lastre del que difícilmente se puede recuperar.
Ficha del partido:
UCAM Murcia: R.Kurucs, Caupain, Brodziansky, Diagné, Ennis - quinteto inicial - García, Radovic, Radebaugh, Todorovic, Hakanson, A.Kurucs, Stephens
Covirán Granada: Rousselle, Ubal, Valtonen, Noua, Wiley - quinteto titular - Vicedo, Guerrero, Tomàs, Clavell, Bamforth, Aurrecoechea, García
Parciales: 15-19; 30-17 - descanso - 18-15; 21-30
Árbitros: Benjamín Jiménez, Carlos Merino y Yasmina Alcaraz
Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 13 de la Liga Endesa disputado en el Palacio Municipal de los Deportes de Murcia.