El Covirán regresa a casa con dos derrotas en la Copa Andalucía
Los rojinegros mejoran su imagen tras el partido ante Unicaja, a pesar de caer ante Betis y vuelve a preocupar Todorovic por las molestias en su rodilla
El Covirán Granada ha aprendido la lección. Los rojinegros han dado un paso más en defensa, tras el rapapolvo que Unicaja les endosó en pasado viernes al vencerles por más de 40 puntos y han podido dar una mejor versión en el encuentro ante Coosur Real Betis, aunque la victoria ha acabado cayendo del lado sevillano por 73 a 54.
Pablo Pin se ha encontrado en esta Copa Andalucía con un tesitura muy complicada. Sin Lluís Costa, lesionado, Alex Renfroe en Estados Unidos por el nacimiento de su tercer hijo y Cristiano Felicio que se encuentra aun de camino a Granada; sumando además la baja, nuevamente, de Dejan Todorovic que ha vuelto a sentir molestias en su rodilla y se ha tenido que retirar del partido, el técnico granadino ha jugado con sus fichas disponibles lo mejor que ha podido.
Los rojinegros lograron firmar un buen primer cuarto, siendo Thomas Bropleh y Luke Maye los referentes, otra vez, del equipo. El primer periodo se cerró con un marcador de 14 a 15 a favor de los granadinos. Las sensaciones comenzaron a ser mejores que las del anterior encuentro ante Unicaja. Sin embargo, el cansancio hizo acto de presencia. Los de Pablo Pin bajaron su intensidad en el juego, aspecto que unido a la antideportiva pitada a Jacobo Díaz, hizo que los sevillanos colocasen el 24 a 19 en el luminoso transcurridos apenas dos minutos del segundo periodo.
Desde ese momento el Covirán no volvería a estar por delante en el marcador. Tras el paso por vestuarios, los granadinos reaccionaron. Los minutos de descanso vinieron bien a un equipo demasiado mermado físicamente. Un inspirado Jacobo Díaz sumó a su casillero siete puntos consecutivos, anotación que permitió apretar el marcador con el 42 a 39. Aun así, el cansancio volvió a aparecer dejando a un conjunto rojinegro desaparecido sobre la pista en los minutos finales del tercer cuarto (54-41).
Quedaban diez minutos y la renta en el marcador aun era salvable. Luke Maye apareció con un triple para iniciar el último cuarto, pero el plantel verdiblanco aun tenía el control del partido y no iba a dejar escapar la victoria. Con cada canasta de los granadinos, los de Luis Casimiro respondían con un ataque rápido que acaba en canasta. A falta de cinco minutos para el final del encuentro, Pablo Pin paró el partido y dejó un mensaje muy claro a sus jugadores: "quedan cinco minutos para hacerlo bien, no miréis el marcador".
Es momento de probar y, sobre todo, de coger confianza. En el segundo encuentro de esta Copa Andalucía se volvió a ver una gran falta de seguridad por parte de los rojinegros, seguramente, ocasionado por el agotamiento físico. Tiros libres fallados, pases errados y un desastroso acierto desde el tiro exterior. El Covirán Granada regresa a casa con dos derrotas, aunque con un mejor sabor de boca, que no excesivo, tras lo visto en este último encuentro. El tiempo apremia, solo quedan 12 días para que el resultado final si empiece a importar.