El Covirán rompe su mala racha con un heroico y balsámico triunfo (80-77)
Desde la defensa y la confianza, los rojinegros logran una agónica victoria que pudo verse truncada por el acierto exterior de Coruña
Si alguien sabe de finales por la permanencia ese es Covirán Granada. Su lucha incansable por conseguir la salvación temporada tras temporada le han otorgado una esencia y garra especial para estos encuentros. El duelo ante Leyma Coruña era a cara de perro. No valía otra opción que no fuese la victoria, un triunfo que no iba a ser cómodo como ocurrió con otros rivales directos por la permanencia antaño, pero sí un triunfo que se ha construido a base de fe.
Hay encuentros en los que con querer el triunfo más que el rival es un gran punto de partido e incluso lo único necesario pues desde esa voluntad por hacer las cosas bien lleguen los resultados. El Covirán Granada arrancó su decisivo encuentro ante Leyma Coruña con la intensidad y concentración que esta final por la permanencia merecía. La ausencia de Sergi García permitió a Agustín Ubal disfrutar del minutaje que se había ganado a base de trabajo. El uruguayo se emparejó con Brandon Taylor, gran referente y generador de todo el juego coruñés, una fuente de esperanza que se quedó sin agua con la gran actuación defensiva del rojinegro. Los buenos porcentajes de los primeros minutos permitió a Covirán Granada marchar por delante en el marcador gran parte del primer periodo e incluso de la primera mitad del encuentro. Notable actuación de Jacob Wiley y Amine Noua, así como de todos los jugadores que salían desde el banquillo. Era un partido para que todos estuviesen enchufados. Mientras tanto, Coruña aguantó el primer envite de los granadinos gracias a su acierto exterior y sus visitas a la línea de personal (21-19).
Pablo Pin apostó en este encuentro de la jornada 8 por minutajes muy cortos de sus jugadores buscando que el nivel físico y la intensidad no cayese en ningún momento. El segundo acto arrancó con Iván Aurrecoechea, Edgar Vicedo, Jonathan Rousselle, Gian Clavell y Elías Valtonen en pista. Una muestra de que todos los jugadores debían aportar este sábado. Se mantuvo por delante en el marcador el conjunto rojinegro a pesar de estar perdiendo la lucha por el rebote. Sin embargo, su bajo rendimiento en esta faceta se compensaba con el control de los contraataques de un Leyma Coruña que no acostumbra a mostrar un ritmo alto de juego. Empató Coruña a 28 nuevamente con su acierto desde el tiro exterior. Con un 8 de 17 en triples, los de Diego Epifanio contuvieron a un Covirán Granada que tiraba de garra y de una mayor presencia en la zona para dominar el partido. El intercambio de golpes y los continuos tiros libres para los gallegos dejó un sabor amargo al término de la primera mitad y es que los locales merecieron un poco más, pero encaminaron el túnel de vestuarios con una desventaja de dos puntos (41-43).
De regreso al parqué todo pasaba por no caer en las desconexiones ni en los errores propios y, sobre todo, tratar de reducir los porcentajes desde el tiro exterior del rival o tratar de igualarlo ya que en los primeros 20 minutos de juego solo se anotaron tres de los once triples intentados. Jacob Wiley tiró del carro en los primeros minutos del tercer periodo para que Coruña no tuviese opción de marcharse en el luminoso. Barrueta lideró a los suyos sumando, hasta el momento, seis triples que noquearon poco a poco la moral de un Covirán Granada que viviría una de sus temidas desconexiones. Con el 50 a 51 estancado en el marcador, los de Pablo Pin sumaron varios errores propios y algunas faltas señaladas injustamente, hay que decirlo que permitieron a Coruña colocar en un abrir y cerrar de ojos el 50 a 59. Se escuchó cierto runrún en la grada de un Palacio que no iba a consentir otra derrota de los suyos. Los rojinegros no bajaron los brazos. Dos puntos de Amine Noua para cortar la sequía, un triple de Clavell y una última canasta de Ubal pusieron el 56 a 60 con el que se cerraría un tercer cuarto que dejó ver de nuevo las costuras del proyecto rojinegro.
Con solo diez minutos por delante, Scott Bamforth al fin encontró su acierto de cara al aro. Con dos triples consecutivos provocó el empate a 62, pero Coruña ya había olido sangre. Figueroa hizo daño en la pintura y un triple de Jakovics decantó la balanza para el 62 a 69. Tuvo que parar el juego Pablo Pin y es que el cronómetro solo marcaba siete minutos para tratar de solucionar el embrollo en el que se habían metido. Si en un primer momento fue Bamforth quien tiró del carro, tras el tiempo de reflexión sería Rubén Guerrero quien abanderase a los rojinegros. El pívot malagueño se hizo grande en la zona para anotar cuatro puntos que, seguidos de un triple de Elías Valtonen colocaron el 71 a 73 y obligó a Diego Epifanio a parar el juego. Con el balón de nuevo en la cancha, el finlandés se tiró por los suelos para robar un balón que acabaría en manos de Amine Noua para un dos más uno que colocó por delante a los locales después de muchos minutos (74-73). En ese momento el Palacio entonó por primera vez en la temporada el ‘A por ellos’. Agustín Ubal se se dejaba el alma desde el banquillo tratando de levantar a los suyos a la marea rojinegra. Restaba poco más de un minuto y la ventaja era para el Covirán, solo había que ser inteligentes y mantener la calma. Las tres faltas señaladas para Coruña y los dos tiros libres anotados por Brandon Taylor no ayudaron a la causa. Cuando más se le necesitó apareció un Jacob Wiley que se colgó la capa de héroe que ha venido a ocupar. Cuatro puntos consecutivos colocaron el 80 a 77 final en el marcador, una victoria que se fraguó con una última gran defensa. También con la confianza de que el trabajo algún día tendría su recompensa, un mérito cosechado cuando más falta hacía. Al fin y al cabo, Covirán es quién más sabe de finales por la permanencia.
Ficha del partido:
Covirán Granada: Rousselle, Ubal, Valtonen, Wiley, Noua - quinteto inicial - Vicedo, Guerrero, Aurrecoechea, Cerdá, Bamforth, Clavell, Tomàs.
Leyma Coruña: Scrubb, Taylor, Barrueta, Lima, Burjanadze - quinteto inicial - Jakovics, Huskic, Lundqvist, Diagne, Figueroa, Thompkins.
Parciales: 21-19; 20-24 - descanso - 15-17; 24-17
Árbitros: Fernando Calatrava, Alberto Sánchez, Carlos Merino.
Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 8 de la ACB disputado en el Palacio de Deportes ante 7.514 espectadores. Antes del partido se ha procedido a la retirada del dorsal de David Iriarte.
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