"Creemos que por quitar coches ya arreglamos el problema y olvidamos contaminantes mucho peores"
Ecologistas en Acción advierte que la Zona de Bajas Emisiones no es la panacea para la polución generada en Granada
El 2025 es un año marcado en el calendario para el tráfico en la capital. La entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones será una realidad el próximo 1 de abril. Para el Ayuntamiento, esta medida "va a cambiar el futuro de Granada", pero Ecologistas en Acción no lo ve así. La organización sostiene que reducir la circulación de vehículos no será suficiente. Javier Egea, representante de la misma, asevera que "nos olvidamos de otros contaminantes que son mucho peores" que los generados por combustión.
Javier Egea expone que Granada no sufre únicamente "altas concentraciones" del contaminante dióxido de nitrógeno (NO2). El especialista señala que hay que tener en cuenta "los niveles de partículas PM10 y PM2,5", que provienen "de los neumáticos en circulación" y son "bastante más peligrosas para la salud". En el caso de las segundas, "son más pequeñas y pasan casi directamente por los alveolos pulmonares a la sangre".
"Hay una serie de productos que son cancerígenos", explica el ecologista, que hace hincapié en que "nos damos cuenta de que la salud de la población va a peor en general". Así, pone como ejemplo a las personas que desde temprana edad han respirado "esas porquerías".
"Creemos que por quitar los coches de la circulación, los que son de combustión, ya hemos arreglado el problema", advierte el portavoz, quien insiste en que los automóviles eléctricos y con etiquetas positivas van a "seguir produciendo partículas". Por este motivo, tiene claro que "evitar los movimientos de coches particulares" es la clave.
"Atajar este problema a nivel del Área Metropolitana"
El miembro de Ecologistas en Acción declara que "si no se ataja este problema a nivel del Área Metropolitana, no esperamos que haya un aspecto muy positivo". Egea recuerda que los datos de contaminación por dióxido de nitrógeno registrados en la estación norte de la capital, ubicada en la Avenida Luis Miranda Dávalos, indican que "siempre hemos estado por encima de lo que dice la Organización Mundial de la Salud". Egea recuerda el objetivo de bajar de los 20 miligramos por metro cúbico "para que se pueda decir que el aire es medio limpio". "Eso no lo hemos conseguido y, al paso que vamos, lo dudo mucho", lamenta.
El activista manifiesta que el "principal foco de emisiones son todos los movimientos que hay alrededor de Granada". Por otro lado, califica de "clasista" que puedan entrar quienes "tengan un buen coche" y no quien lo tiene "desde hace diez o quince años".
"Aquí tenemos el dios coche"
"Aquí tenemos una cosa que se llama el dios coche. Cualquier tema que lo toque me está tocando a mí y tú no me vas a decir a mí si yo cojo el coche o no", asegura el representante de Ecologistas en Acción Granada. Su convicción en este aspecto es clara y tiene claro que "los políticos están pendientes" de ello porque las decisiones en torno a los vehículos inciden de forma directa en las "elecciones". "Si no aprendemos que el coche es un cáncer para las personas, para la salud y para el bolsillo no tenemos solución porque los políticos no van a cambiar", agrega.
El portavoz no muestra confianza en los aparcamientos de borde para que la ciudadanía deje ahí sus vehículos para coger desde ahí el transporte público. Argumenta que "cuando la gente llegue ahí en coche seguimos igual porque ese área está contaminada". Su propuesta es facilitar a la población que puedan moverse en transporte público desde su lugar de residencia.
"Sé que no todo el mundo va a tener un autobús en su casa. Pero se puede conseguir bastante y que la gente se acostumbre" a través de facilidades para disminuir el "tiempo" de trayecto y que sea lo más "barato" posible. "Eso es una apuesta muy valiente que no están dispuestos a hacer los políticos", concluye Javier Egea, que no emite altas emociones ante la Zona de Bajas Emisiones.
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