"Aquí nadie va a volver a juntar las cenizas de mi hija"

14 de agosto de 2018. Aquél día, alrededor de la medianoche, Leyre, una joven de apenas 20 años perdió la vida a manos de su pareja, un hombre marroquí de unos 40 años. Ambos mantenían una relación difícil y tenían un hijo en común. Él no aceptaba que la joven tuviese una vida aparte de la relación. Sus celos y su machismo lo llevó, presuntamente, a asesinar a Leyre. Aquella medianoche del 14 de agosto, M.B. asestó ocho puñaladas a la joven y la dejó abandonada en el Centro de Salud de Dúrcal. 

Dos años después, comienza el juicio por este crimen machista. Belinda Justo, madre de Leyre, ha acudido a la Audiencia Provincial de Granada en la mañana del lunes 8 de marzo, casualidades de la vida, Día Internacional de la Mujer, para presenciar la entrada en los juzgados del presunto asesino de su hija y ha atendido a los medios de comunicación en el día que marca el principio del fin de esta pesadilla. 

Belinda asegura que había “insultos por las dos partes” y que el presunto asesino era muy “posesivo y machista, no concebía la idea de que ella tuviese una vida personal independiente”. Con el inicio del juicio por el asesinato de su hija, Belinda solo pide que se haga justicia , aunque reconoce “esto no es como un robo, aquí nadie va a volver a juntar las cenizas de mi hija”. 

La madre de Leyra confiesa que ha vivido un “duelo congelado”. Con la muerte de la joven, su Belinda se quedó al cargo del pequeño de dos años que la paraje tenía en común, además de su otra hija, por lo que en este tiempo reconoce no haber podido pensar mucho en lo ocurrido. “Ahora es cuando me doy cuenta de lo que ha pasado”. 

La acusación particular, al igual que la Junta de Andalucía, personada también como acusación en defensa del interés general, pide 25 años de cárcel para el presunto asesino, con los agravantes de parentesco y por ser una mujer. Además, según ha especificado el abogado de Belinda y del pequeño que ha quedado huérfano, Francisco Ruíz Baena, se va a solicitar la inhabilitación de M.B. para ejercer la patria potestad sobre su hijo, así como la prohibición de acercarse a él a menos de 500 metros, y de comunicarse con el mismo, durante 30 años. “Esperamos que se le apliquen la condena íntegramente, lógicamente fue un asesinato, premeditó la muerte de Leyre y lo consiguió”. El presunto asesino fue detenido apenas media hora después de los hechos y ha permanecido en prisión provisional, comunicada y sin fianza hasta el día del juicio.

María Martín, presidenta de la Asociación La Volaera, ha acompañado a Belinda Justo en este día tan duro para ella y para su familia. Teniendo en cuenta que el inicio del juicio por el crimen machista coincide con el Día Internacional de la Mujer, Martín recuerda que el 8-M “no es un día de celebraciones, es un día de reivindicaciones y de luchas. Este 8-M tiene que ser más necesario que nunca. Los partidos no pueden ser los protagonistas, las protagonistas son mujeres como Leyre y como Belinda”. 

El acusado asegura que la joven cayó encima del cuchillo en una discusión

El presunto asesino, ha aducido este lunes, en su declaración ante el jurado popular que lo ha comenzado a enjuiciar en Granada, que ella habría caído encima de la navaja que portaba en el transcurso de una discusión dentro del coche que él conducía en torno a las 00,00 horas del 14 de agosto de 2018.

A preguntas de la fiscal, el acusado, marroquí con permiso de residencia comunitaria, ha negado, asistido por un traductor, desavenencias en la pareja hasta que, unas dos semanas antes de los hechos, ella "empezó a tomar drogas", por lo que empezaron a hacerse frecuentes las discusiones y los "gritos" de ella.

El procesado, que ha pedido, en el inicio de su declaración, "perdón" a la familia y ha manifestado su "dolor" por lo sucedido, mantenía una relación con la víctima, que tenía 21 años cuando falleció, desde 2013, y convivía con ella en Dúrcal desde que ella fue mayor de edad, habiendo tenido un niño, inscrito solo como hijo de la víctima.

Ha explicado que aquella noche recogió sus cosas en bolsas y maletas para abandonar la casa, ante lo que ella le habría prometido "dejar de tomar drogas". Cuando le pidió para consumir, y "empezó a perder los nervios", él se dispuso a marcharse en su coche, y la joven le habría seguido, siempre según la versión del acusado, quien ha añadido que no sabía que en ese momento ella "tenía una navaja escondida".

Discutiendo en el coche, ha alegado que no esperaba que ella sacara el cuchillo, por lo que "perdió el control" del coche, que nunca llegó a parar, y, a su vez, cogió "el cuchillo de la mano" para apartarlo, aunque con "los golpes", y la salida de la carretera, le habría estado "dando a ella", que "cayó encima" del arma. Posteriormente, con la mujer "con vida pero no consciente", se dirigió al "hospital". Su objetivo era "salvarle la vida", ha agregado posteriormente.

Dada la contradicción de esta versión con una anterior, en la que, durante la investigación, en abril de 2019, mantuvo que supuestamente, en un paraje apartado, paró el coche en el que conducía junto a ella, y tras sentirse indispuesto, se la encontró apuñalada al recobrar el conocimiento, la fiscal ha pedido la visualización ante el jurado de la grabación de la toma de este testimonio.