Crítica de cine: En tercera persona
Hay que reconocer que a Paul Haggis le fue bien con Crash, tanto que pasó por caja y se llevó tres Óscar y dos BAFTA. Repite el experimento de vidas cruzadas, de técnica de contrapunto con desorden temporal y de historias entremezcladas, que debieron ser una pesadilla a la hora del montaje.
Si bien la fórmula del personaje múltiple se repite en un intento pseudoliterario de alcanzar un perspectivismo múltiple, es la figura del escritor, un Liam Neesom algo alejado del papel de abuelo furioso que viene interpretando últimamente, la piedra angular de tres historias, que en determinados hunden al espectador en la confusión más absoluta. Éstas se cubren con la manta de una buena fotografía que no puede remediar el estropicio central. La banda sonora está muy lejos de la calidad de la de Crash, que ayudó en su momento a rozar la magia, sin embargo ahora estorba.
Los actores, dirigidos para crear un espacio-tiempo de culpa-redención-perdón, no terminan de sacar todo el potencial que un elenco repleto de figuras, repetión de fórmula, puede dar de sí. Aún me pregunto si Basinger podría haber participado en la película solo con su voz, al otro lado del teléfono.
Igual se puede decir de James Franco que podría haber asegurado: «pasaba por aquí.» No hay que negar algunos momentos de Mila Kunis, en el papel de madre separada de su hijo, o Adrien Brody.
Lo mejor sin duda, las localizaciones de Roma y París, que se dejan admirar cuando Haggis no te obliga a apartar el hilo de la trama para seguir paseando cerca del Panteón de Agripa. Nueva York… ya no sorprende.
Harpo Marx aseguró no haber visto nunca una obra de teatro mala y el secreto radicaba en que a los cinco minutos se dormía. Yo lo intenté.
FICHA
Título original: Third Person
Año: 2013
Duración: 137 min.
País: Estados Unidos
Director: Paul Haggis
Guión: Paul Haggis
Música: Dario Marianelli
Música: Gianfilippo Corticelli
Reparto: Liam Neeson, Mila Kunis, Adrien Brody, James Franco, Moran Atias, Olivia Wilde, Maria Bello, Kin Basinger