Crítica de cine: 'La teoría del todo'
El gran esfuerzo interpretativo realizado por Eddie Redmayne interpretando el papel de Stephen Hawking, con elegancia, sin excesos de patetismo en que podría haber caído con suma facilidad, nos conduce poco a poco por la realidad personal que el científico tuvo que afrontar: el ascenso a la gloria intelectual de una mente encerrada en un cuerpo que descendía sin remedio.
Sin embargo es el personaje de Jane/Felicity Jones quien gana espacio en pantalla, quien aparta con delicadeza al hombre paralizado por el ELA. Es la valentía de la mujer que acepta por amor la enfermedad, es la agonía y desesperación de quien se ve superada y es la ruptura final las tres verdaderas guías de una trama cuidada.
Apenas se dice nada, en la cinta, sobre los logros científicos de Hawking, tampoco se profundiza lo suficiente en la dramática situación que aboca al matrimonio hacia una solución imperfecta de tres, que origina el desenlace final. Todo es, repito, elegante, comedido, sin querer meter el dedo en la herida, ni siquiera en la de la manipuladora enfermera que se impone y desplaza.
FICHA TÉCNICA
Director: James Marsh
Guión: Anthony McCarten
Reparto: Eddie Redmayne, Felicity Jones, Emily Watson, Davi Thewlis, Charlie Cox
Título original: The Theory of Everything
Nacionalidad: UK
Duración: 123 minutos.
Géreno: Biopic.
Fotografía: Benoìt Delhomme
Banda sonora: Johann Johansson
Valoración: 4/5