El Covirán se deja morir en la orilla una vez más (91-102)

Los rojinegros reviven su particular historia de nunca acabar en un nuevo encuentro que tenía dominado, pero que se escapó en los minutos finales

Coviran Granada Basquet Girona
Germán Martínez en el duelo ante Girona | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
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Último partido de una intensa semana. El Covirán Granada afrontaba este domingo su tercer duelo de la temporada ante un Básquet Girona que está siendo la revelación del inicio del curso baloncestístico. El encuentro ante los de Salva Camps tenía un claro objetivo: dejar atrás los pequeños errores de los dos duelos anteriores y lograr al fin estrenar el casillero de la victorias. Los rojinegros saltaron al parqué del Palacio totalmente convencidos de poder lograrlo.

Aunque Girona asestó el primer golpe con dos canastas consecutivas a las que los granadinos apenas ofrecieron resistencia, los de Pablo Pin mantuvieron la calma para, de la mano de Pere Tomás y Kwan Cheatham convertir el primer periodo en un festival del triples. Tanto el balear como el estadounidense echaron un pulso personal para comprobar quién podía anotar más tiros de tres con el ‘catch and shoot’ como herramienta a utilizar. Uno tras otro fueron cayendo hasta llegar a los cinco triples anotados, dejando a Girona como un mero espectador del show rojinegro. Con la rotación del banquillo, Covirán Granada desmostró una vez más que este equipo funciona con cualquier combinación posible. Reaccionó levemente Girona, pero los de Pablo Pin se mantuvieron firmes en su juego tremendamente agresivo y sólido en la defensa para poner el +6 en el luminoso (23-16).

La fiesta del triple no iba a quedar solo relegada a un mero destello de diez minutos. David Kramer también se quiso sumar a la competición con dos triples consecutivos que levantaron de su asiento a los más de 6.000 espectadores presentes en el Palacio y que pusieron el 29 a 19 en el marcador. Tras unos primeros minutos del segundo periodo marcado por la superioridad de los locales, llegó el apagón. Regresaron los fantasmas del pasado donde Covirán Granada comenzó a encadenar una imprecisión tras otra, tiros forzados y una nula intensidad en el rebote dieron alas a Basquet Girona para recortar diferencias e incluso empatar el partido a 35. Una vez más todo lo conseguido durante unos minutos excelsos quedó en nada. Entraron en juego también algunas decisiones arbitrales cuestionadas por la grada, aunque, por el momento, no tan decisivas como en la primera jornada.

Volvió a parar el partido Pablo Pin tras el triple de Sunsiskas que devolvía el liderato en el marcador a los catalanes. Había que darle una solución urgente al nefasto acierto de Covirán en el ataque y paliar de inmediato el parcial de 0 a 15 recibido. Tras una sequía anotadora preocupante, Cheatham desatascó el ataque rojinegro para, acompañado de un triple de Joe Thomasson reactivar el juego de Covirán Granada. La tensión llegó a la pista con un leve enfrentamiento entre Ziv y Djordjevic, mientras que la grada seguía subiendo los decibelios para protestar cada decisión de los colegiados. Pudo salvar Covirán la difícil papeleta que le tocó pasar al término del segundo cuarto para marcharse a vestuarios con tan solo dos puntos de desventaja (42-44).

Quedaban 20 minutos de encuentro por delante, dos cuartos en los que Covirán Granada no se podía permitir ni un solo error más, ni un solo momento de desconexión. De regreso a la pista, Thomasson abrió el marcador del parcial con un nuevo triple que puso a su equipo por delante. La tensión siguió subiendo a consecuencia de las continuas faltas pitadas a Cristiano Felicio. Entre tanto enfado de la grada y protestas de los jugadores, Joe Thomasson quiso resarcirse de sus actuaciones anteriores haciendo lo que realmente quiere y vino a hacer a Granada: ser todo un líder. Con un nuevo tiro de tres anotado y dos canastas de Germán Martínez y Felicio, Covirán recuperó la ventaja que tanto había peleado.

La cuarta falta al pívot brasileño llegó a falta de seis minutos para acabar el tercer cuarto, momento en el que encaró el camino hacia el banquillo mientras la afición coreaba su nombre. No le habían dejado jugar. Germán Martínez estaba siendo otro de los jugadores duramente castigados por el criterio arbitral en un periodo marcado por la intensidad física, la agresividad y un juego extraordinariamente rápido de ambos conjuntos. La ausencia de Felicio, sumada a las tres faltas de Iriarte y Kairys llevó a Pablo Pin a jugar con Cheatham en el puesto de pívot y Konontsul en el 4, una combinación que dejó casi indefenso al conjunto granadino en la defensa bajo aros. El juego de Girona se basó en transiciones rápidas que siempre acababan con una bandeja, táctica que les permitió mantenerse vivos en el partido (69-67).

El último periodo no arrancó de la mejor forma posible. Tres tiros libres concedidos a Quino Colom pusieron el 71 a 70, muestra evidente de que los últimos diez minutos serían una auténtica batalla. La línea que separa la victoria de la derrota volvería a estar en las individualidades. Era hora de ser un equipo y pensar como un equipo. Mientras esto sucedía, Quino Colom hizo de las suyas desde el triple para, con dos aciertos consecutivos obligar a Pablo Pin a parar el encuentro. Trataba de mantener la tranquilidad el plantel rojinegro, pero las pérdidas de balón y los pases errados se sucedían, los minutos pasaban y Girona aumentaba su distancia pasito a pasito.

El técnico granadino tuvo que detener nuevamente el juego, su equipo se estaba marchando por momentos del partido y aun había tiempo para darle la vuelta al marcador. Con 5:23 en el crono para el final, Covirán perdía de seis puntos, distancia que aumentaría hasta los diez en tan solo dos acciones. El partido estaba perdido, las piernas y la mente de los jugadores ya no respondían, mientras que los colegiados seguían viendo faltas donde no existían. Los rojinegros seguían anotando de la mano de Thomasson y Felicio, únicos jugadores que encaraban al aro, pero si en la siguiente acción la defensa no evitaba el acierto de los gerundenses no se podía luchar. Una vez más, Covirán Granada muere en la orilla. Una vez más, todo lo positivo realizado durante todo un partido acaba en absolutamente nada por los pequeños detalles. No hay mentalidad de equipo, no hay una seguridad que permita al equipo reflotar un mal parcial. Toca pensar y descansar, pues el siguiente rival será Baskonia y seguro no será coser y cantar.

Ficha del partido

Covirán Granada: Felicio, Costa, Tomás, Thomasson, Cheatham - quinteto inicial - Díaz, Kramer, Kairys, Martínez, Konontsuk, Iriarte, Ziv

Bàsquet Girona: Iroegbu, Pons, Marcos, Martínez, Sorolla - quinteto inicial - Vilá, Fjellerup, Sala, Colom, Goloman, Sunsiskas, Djrdjevic

Parciales: 23-16; 19-28 - descanso - 27-23; 22-35

Árbitros: Miguel Ángel Pérez Pérez, Raúl Zamorano y Fabio Fernández.

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 3 de la Liga Endesa disputado en el Palacio de Deportes con 6.172 espectadores.