Al Covirán no le dejan acabar el año como merece (68-80)
Final agridulce para este 2023 tras caer derrotado ante un Lenovo Tenerife que tiró de físico para conseguir un triunfo que lo mantenga en la lucha por la Copa
Final de año amargo para el Covirán Granada. Los rojinegros no han podido hacerse con su sexta victoria de la temporada tras un partido irregular en la anotación y marcado por el contacto y la intensidad física del rival, así como por la diferencia de baremo a la hora de arbitrar. Minutos extraños los que vivió Covirán Granada en su inicio de partido. Con la baja de Lluís Costa, Jonathan Rousselle volvió a ser titular. Al base francés no le importa quién sea el rival que tenga enfrente, siempre sacará a relucir su mejor versión. La dirección de juego era la correcta, pero a nivel de anotación le costó entrar en calor al conjunto rojinegro, especialmente a Cristiano Felcicio quien tuvo que librar una brutal batalla contra la gran torre de la ACB, Gio Shermadini. El pívot brasileño tuvo sus más y sus menos en la zona e incluso llegó alguna que otra protesta más exagerada de la cuenta hacia los árbitros. Mientras tanto, Lenovo Tenerife aprovechó para plantear un juego calmado que no les hiciese gastar demasiada energía y así poder llegar al final del partido. Pere Tomàs abrió la lata del tiro exterior para poner el 7 a 8, golpe de energía que el Covirán necesitaba para meterse de lleno en el encuentro.
Anotó Cheatham el 9 a 8 mientras que Antonio Conde pitaba una técnica a Txus Vidorreta por protestar. Apenas habían transcurrido cinco minutos de juego y el ambiente ya estaba demasiado caldeado. El juego tornó en una batalla por ver quién hacía la falta más dura sin que los árbitros pitasen absolutamente nada. Golpes, empujones, codazos, todo valía en un partido donde ambos equipos se jugaban demasiado. Los de Pablo Pin supieron resistir el contacto y anteponerse a las decisiones arbitrales para cerrar el primer cuarto con una mínima ventaja en el marcador (18-17).
Había dominado levemente el primer cuarto el Covirán Granda, pero los rojinegros se encontraron con un invitado poco esperado. Dusan Ristic anotó él solo 11 puntos consecutivos que, sumados a un triple de Marcelinho Huertas puso a los tinerfeños con seis puntos de ventaja en el marcador (25-31). La concentración del primer periodo por parte de los granadinos se desvanecía por momentos. Felicio se afanaba por pedir a Pablo Pin un instant replay que demostrase que el último en tocar balón en dos ocasiones casi consecutivas había sido un jugador aurinegro, pero el técnico rojinegro permaneció impasible.
Con el parcial de 5 a 14 en contra, Pin paró el partido, la victoria se estaba escapando por momentos aunque quedase mucho partido. Tiros precipitados, sin pasar el balón y un porcentaje de acierto paupérrimo llevaron al Covirán Granada a firmar un segundo cuarto para el olvido. Pin movió su banquillo con frecuencia, pero la reacción no llegaba. El técnico granadino se vio obligado a parar nuevamente el juego, pues los rojinegros no estaban jugando a absolutamente nada y Tenerife ya se marchaba a diez puntos.
De regreso a la pista, era el momento de echar toda la carne en el asador, igualar la intensidad física y defensiva de los aurinegros para conseguir un desenlace ya habitual en el conjunto de Txus Vidorreta, al que se le hacen cuesta arriba las segundas partes. Aunque esta vez el arranque del tercer periodo tendría un claro color amarillo. Los canarios se estaban jugando el acceso a la Copa del Rey y es que aunque las cuentas sean pesimistas para ellos, debían cumplir con su parte de ganar los dos partidos restantes de la primera vuelta. Con el 35 a 46, llegó la acción que terminaría de encender al Palacio. Christian Díaz quiso pasar el balón a Joe Thomasson colocado en la esquina preparado para lanzar, pero el balón tocó en un jugador canario. El árbitro entendió que el balón debía ser para Tenerife, algo que llevó a Pablo Pin a pedir exageradamente el insant replay, pero los colegiados hicieron caso omiso. Hasta Txus Vidorreta indicó desde su lado de la banda que el balón era para los rojinegros. La acción acabó en un 35-48 y tiempo muerto de Pablo Pin, mientras el Palacio dedicaba una sonora pitada a los colegiados.
Con el paso de los minutos, el Covirán entendió que no podía dejarse llevar por las decisiones arbitrales. Ya había caído demasiadas veces en ese juego. Había que ser agresivo y pelear como el que más. Liderados, como no podía ser de otra forma, por Jonathan Rousselle, los granadinos fueron remando poco a poco para con un parcial de 8 a 0 recortar distancias hasta el 43 a 50. Los rojinegros trataron de mantener el ritmo anotador, pero Tenerife reaccionó para mandar el marcador al último cuarto con el 45 a 54.
Intercambio de canasta que dejaba, a falta de cinco minutos para acabar el encuentro, un 59 a 64 que invitaba al optimismo, sobre todo, viendo que jugadores como Joe Thomasson, Kwan Cheatham y Jonathan Rousselle ya se estaban enchufando. Se puso a seis nuevamente el equipo local, pero Tenerife seguía anotando con extrema facilidad evitando así cualquier amago de remontada. Los granadinos se empeñaron en darle la vuelta al partido desde el triple, un factor que siempre les ha ayudado, pero que esta vez no estaría de su parte (68-80). Estuvo más acertado Tenerife y ayudado, por lo que el Covirán no pudo sumar su sexta victoria de la temporada, acabando así el año con el mismo balance de victorias y derrotas que el año anterior. No ha sido el mejor partido de Covirán Granada, ni de lejos, pero después de la gran racha de las últimas semanas, solo queda espera que los fallos de este jueves no se repitan ante Breogán.
Ficha del partido:
Covirán Granada: Felicio, Rousselle, Cheatham, Tomàs, Thomasson - quinteto inicial - Martínez, Kairys, Díaz, Iriarte, Kramer, Megías
Lenovo Tenerife: Huertas, Salin, Doornekamp, Cook, Shermadini - quinteto inicial - Fernández, Fitipaldo, Ristic, Sastre, López, Vicedo.
Parciales: 18-17; 12-21 - descanso - 15-16; 23-23
Árbitros: Antonio Conde, Jorge Martínez y Vicente Martínez Silla
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 16 de la ACB disputado en el Palacio de Deportes con 8.083 espectadores.