El Covirán regresa al Palacio con una victoria de más a menos (73-67)

Desde el mismo momento que sonó la bocina final en Lleida, todo el Covirán en bloque comenzó a repetir el mantra de que la derrota no era un drama y que la lectura del partido era positiva para el choque de la semana siguiente ante el Real Murcia. Pero en el club saben que las palabras hay que demostrarlas y eso hicieron nada más salir al parqué este sábado. Todos salieron enchufados en ataque y en defensa.

En los primeros compases el Covirán ya había conseguido una cómoda renta que rondaba los diez puntos gracias a los triples de Manu Rodríguez y Thomas Bropleh. Al buen rendimiento desde la línea se le sumó el gran trabajo interior de Bamba Fall, que consiguió mantener el tipo a los dos gigantes del Real Murcia. El pívot comenzó a desarrollar el juego con el que encandiló el curso pasado en Alicante.

Hasta quince puntos llegó a tener de renta el conjunto rojinegro durante el primer cuarto. Pero Murcia despertó en el segundo periodo y demostró que su sensacional inicio de campaña no ha sido cuestión de suerte. Monclova consiguió ajustar la defensa de los suyos, que con una zona sacó de ritmo a los tiradores del Covirán Granada. Aun así, los fallos en ataque hicieron que el cuadro murciano no consiguiera reducir la renta tanto cómo a él le hubiera gustado.

Los hombres de Pin bajaron un pistón en ataque pero no en defensa. Gracias al rendimiento atrás, la renta se mantuvo ligeramente por encima de los diez puntos de forma constante. Hasta que llegó el final de la primera mitad. Dos pérdidas en ataque dieron alas al Real Murcia, que corrió buscando la canasta del Covirán y consiguió que el partido se fuese a los vestuarios con el más nueve para el conjunto granadino.

Con la misma intensidad que terminó la primera mitad el Real Murcia comenzó la siguiente. Los de Monclova seguían presionando mucho con su defensa y el Covirán no terminaba de coger el ritmo que le había hecho despegarse en los primeros compases. Los murcianos comenzaron también a entonarse desde la línea de triple y respiraron en la nuca de los rojinegros.

Pero un tiempo muerto de Pablo Pin devolvió las aguas a su cauce. El Covirán volvió a subir su intensidad defensiva y obligó al Real Murcia a gastar sus posesiones al máximo, lo que derivó en varias acciones sin puntuar para los visitantes. El Covirán volvió a aprovechar la situación y rápidamente devolvió el más once a su favor al marcador antes del final de tercer periodo.

Al Real Murcia se le acaban las opciones. Monclova lo había intentado durante todo el partido de diversas maneras, pero Pablo Pin siembre había sabido darle la vuelta a la situación para mantener la renta. El cuadro murciano saltó al parqué con su quinteto inicial dispuesto a darlo todo para la remontada, pero se encontraron con un Covirán que seguía dejando pocos espacios atrás y aprovechaba lo justo en ataque para seguir por delante en el marcador.

Algunas decisiones arbitrales en el tramo final del partido le costaron a Monclova abandonar el pabellón cuando aún restaban cinco minutos para el final tras una doble técnica por protestar de forma vehemente al colegiado. El Covirán se pasó los últimos minutos controlando la diferencia con el quinteto titular, a pesar de que con el arreón final murciano el partido terminó más apretado de lo que le hubiera gustado a Pin.

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Ficha técnica:

Covirán Granada: Costa (7), Manu Rodríguez (3), Bropleh (19), Bortolussi (5), Fall (16)–quinteto inicial- Germán Martínez (2), Bressan (0), Díaz (3), Pardina (10) e Iriarte (8).

Real Murcia: Lozoya (8), Clint (10), Norris (9), Hernández (8), Solarin (5)  –quinteto inicial- Nielsen (3), Rubio (5), Ablaye (2), Whelan (12), Mortensen (5), Okeke (0).

Parciales: 25-15; 20-21 -descanso-; 14-12; 14-19.

Colegiados: Mariano Palomo, José Marqueta y Alberto García.

Incidencias: Partido disputado en el Palacio de los Deportes de Granada sin presencia de los aficionados por las normativas en torno al coronavirus.