El Covirán se hunde un poco más ante un Valencia imparable (81-110)

Los rojinegros suman su cuarta derrota consecutiva en un encuentro donde solo pudo competir en el segundo cuarto

Coviran Granada Valencia Basket
Imagen del encuentro entre Covirán Granada y Valencia Basket | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
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Arrancó el partido con un ambiente extraño. Bien por el gran día que se dio en Granada que invitaba a estar en la calle o bien por la final del Mundial que se alargó más de la cuenta, pero le costó más de la cuenta al público del Palacio entrada en ‘modo partido’, en parte, como al Covirán Granada. Obligado por las bajas, Pablo Pin apostó por tres de sus hombres de confianza en el quinteto titular, Renfroe, Ali y Bropleh, acompañados, en esta ocasión por Christian Díaz y Ramón Vilá. Una combinación que dio resultados en los primeros compases del partido.

El marcador lo abrió Radebaugh con un triple que pudo contestar rápidamente Bropleh y Díaz para poner el 5 a 3. Los rojinegros pudieron contener el potencial físico de Valencia Basket durante algunos minutos, aun así, los de Alex Mumbrú arrancaron con una efectividad desde el triple abrumadora. Un 6 de 8 desde la línea exterior obligó a Pablo Pin a parar el encuentro. Aparecieron los fantasmas del pasado. Movió banquillo el técnico granadino para dar entrada a su segunda unidad para este encuentro. Entre el cambio de efectivos en pista y los fallos desde la línea de personal que siguen atormentando al plantel granadino, el primer cuarto finalizó con el 18 a 27 en el marcador.

Valencia continuó a lo suyo. Con más rotación disponible y manteniendo su acierto desde el tiro exterior. Los rojinegros no entraban en la zona, evitando así el contacto físico con su rival, conscientes de la evidente superioridad. Los triples no entraban, los tiros libres tampoco y la distancia cada vez era mayor, hasta llegar al 22-41. Con casi los 20 puntos de diferencia en el luminoso, Pablo Pin dio con la tecla. Con el quinteto formado por Petit Niang, Thomas Bropleh, Pere Tomás y la pareja de bases Renfroe-Díaz, el Covirán vivió su mejor momento del encuentro.

Con un dos más uno de Renfroe, un triple de Pere Tomás, otro de Christian Díaz y un mate de Petit Niang, los rojinegros firmaron un parcial de 11 a 0 que llevó a Mumbrú a parar el encuentro. Covirán estaba reaccionando. Aun así, como en toda historia, todos los momentos felices tienen su nota negativa y, como no podía ser de otra forma, esta vino de parte de los árbitros. Su actuación calentaba a un Palacio de Deportes que observaba atónito las decisiones de los colegiados. Cuesta pelear cuando todo se pone en contra, pero Covirán resistió para marcharse al descanso con solo una diferencia de once puntos. Había partido.

No era el partido más brillante de Covirán Granada. Sus condiciones no lo permitían, pero los granadinos estaban plantando cara. De eso se trata cuando tus dos principales referencias están lesionados. De regreso a la pista, Valencia aprendió la lección. Los taronjas anularon por completo a un Covirán superado e incapaz de reaccionar ante el vendaval de puntos que se le vino encima. Con trece pérdidas en 25 minutos de juego, que acabaron siendo 17 al término del parcial, y Valencia en modo superestrella desde el tiro exterior, el partido prácticamente acabó en el tercer cuarto. Volvieron las caras de desesperación, de frustración y de rabia por no poder cambiar lo que estaba ocurriendo en la pista. Covirán no se merecía esto, ni siquiera los resultados anteriores a este, pero esto es baloncesto y había que seguir luchando, aunque tu rival te hubiese encajado 33 puntos en un periodo.

Mumbrú consiguió ante Covirán el sueño de todo entrenador, que su equipo no dependa de un solo hombre. Chris Jones fue el alma de los taronjas, pero estuvo muy bien acompañado por jugadores como Prepelic, Puerto, Radebaugh, Rivero y Dubljevic, todos en dobles dígitos en anotación. Ante eso, poco se puede hacer.

A los 20 segundos de comenzar el último periodo, con el 53 a 80 en el marcador, un triple de Xabi López Arostegui, uno más desde la esquina, llevó a Pablo Pin a parar el encuentro. El partido se iba a perder, sí, pero había que levantar la cabeza como fuese. Aunque los balones se siguieran saliendo de dentro, los triples no entrasen y las jugadas no salieran, había que aguantar el chaparrón. Valencia llegó a los 100 puntos. El tiempo parecía que no pasaba, cada jugada era un mundo. A falta de un minuto para finalizar el partido, la grada entendió que el resultado daba igual. Consciente del duro momento que vivía su equipo, lo único que quedaba era animar. Llegó la cuarta derrota consecutiva, esta vez por 81 a 110. La mala racha se prolonga más de lo que gustaría y lo peor es que el final parece no estar cerca, sobre todo, por el calendario que se avecina. La siguiente parada será Tenerife. Habrá que seguir buscando la tecla que consiga mantener la lucha hasta que vuelvan Felicio y Maye.

Ficha del partido:

Covirán Granada: Bropleh, Niang, Renfroe, Vilá, Díaz -quinteto titular- Costa, Tomás, J.Díaz, Ali, Iriarte, Revelles, Martín

Valencia Basket: Puerto, Webb, Jones, Radebaugh, Dubljevic -quinteto titular- Pradilla, López-Arostegui, Ferrando, Alexander, Claver, Prepelic, Rivero

Parciales:18-27; 18-20 -descanso- 17-33; 28-30

Árbitros: Jordi Aliaga, Francisco Araña e Iyán González

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 12 de la Liga Endesa celebrado en el Palacio de Deportes con 5.247 espectadores