El Covirán Granada vuelve a jugar, a sufrir y a ganar (78-83)

Los rojinegros sumaron su cuarto triunfo consecutivo ante un HLA Alicante que puso las cosas muy complicadas en el Pedro Ferrándiz

Fundacion CB Granada - Estudiantes
Thomas Bropleh celebra un triple en otro partido | Foto: Archivo
Jero Camero
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Regresó el baloncesto para los aficionados rojinegros del Covirán Granada y lo hizo con un partido tenso en el Pedro Ferrándiz de Alicante. La Fundación CB Granada rindió vista al HLA Alicante con la buena noticia del regreso de Christian Díaz.

Pero la alegría y la intensidad del base canario no pudo suplir la falta de ritmo de un equipo que necesitaba verse de nuevo frente a los aros. De hecho fueron los locales los que dieron el primer acelerón en el marcador.

El cuadro alicantino, pese a los malos resultados, demostró durante todo el choque que merece estar más arriba y presionó a un Covirán que adoleció de rebote una vez más. Tras el primer golpe de los locales, los tiradores rojinegros sacaron a relucir su muñeca de oro y consiguieron darle la vuelta para terminar el primer periodo con seis puntos de margen.

Sin embargo, cuando parecía que los hombres de Pin podían romper el partido al contar con un +12, llegó la relajación. Unos minutos de imprecisiones permitieron a Alicante volver a ponerse muy cenca en el marcador. Llegaron incluso a tener la opción de empatar, pero no llegaron a concretar dos buenas acciones en ataque.

El Covirán iba haciendo la goma con el marcador. Por cada dos o tres buenas acciones, llegaban otras tantas malas. Perdidas y debilidad en el rebote, los dos puntos que Pablo Pin se esfuerza en remarcar cada jornada volvieron a doler en las estadísticas. Por suerte para sus jugadores, los alicantinos tampoco estaban teniendo un buen día en el control del balón.

Se llegó a los últimos diez minutos con un resultado muy ajustado de solo tres puntos en favor de Covirán y Petit Niang se hizo más grande de lo que ya de por sí es en la zona. En ataque los rojinegros aprovecharon su presencia par doblarle balones y seguir por delante en el marcador.

Cuando la defensa de Alicante se cerró, las luces se apagaron en los granadinos. Fue entonces cuando el pívot cambió su chip y se centró en defender su propio aro con varios tapones que cerraron el intento de remontada local en las últimas acciones del partido.

Cuarta victoria consecutiva del Covirán Granada, que se acerca un paso más a la Copa Princesa. Volvió el baloncesto granadino y lo hizo de la única forma que parece saber hacerlo: con espectáculo y sufrimiento a partes iguales.