Granada lleva en volandas a su Patrona en otro domingo de fervor

La Virgen de las Angustias llena el centro de la ciudad de fieles llegados también desde otros puntos de la provincia y la geografía española

Procesión de la Virgen de las Angustias de Granada
Miles de granadinos 'hacen levitar' a la advocación mariana en el centro de Granada | Fotos: Antonio L. Juárez
Miguel López Rivera
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Ya saben lo que dice la letanía, en sentido figurado. Cada último domingo de septiembre, Granada entera mira a la Carrera de la Virgen, que por algo llevará ese nombre, para rendir culto a la Virgen de las Angustias. Un fervor que no por repetido y con marcado acento sacro deja de ser transversal a todos los granadinos, sean de la edad, el sexo o la condición que sean. Porque la procesión de la Virgen de las Angustias es algo más que un desfile religioso, supone la advocación a la esencia misma de ser granadino, a lo que ayudan elementos de festividad como los clásicos puestos de tortas en la Acera del Casino.

Fiel a los cánones que marca la tradición, el cortejo arrancó a las 17:00 horas con la llamada procesión del pueblo, que partió de la Plaza del Campillo con los miles de fieles llegados desde diversos puntos de la provincia desde horas antes. También desde otras provincias, pues la Patrona de Granada está muy presente también en Málaga, Almería, Jaén, Guadix-Baza y Murcia, cuyas diócesis, Cartagena en el caso de Murcia, son sufragáneas, y por tanto dependen, de la Archidiócesis de Granada.

A las 18:30, la imagen mariana atravesó la Basílica que lleva su nombre en la Carrera de la Virgen entre la atronadora y continuada traca que retumbó en todos los rincones de Granada. Olor a nardos y devoción por doquier extasiaron en ese momento a los miles de granadinos congregados frente al templo, algunos desde varias horas antes, para admirar a la Patrona de Granada.

Durante cuatro horas desde ese momento, Nuestra Señora de las Angustias, junto a toda la comitiva, iba a comenzar su su liturgia procesional desfilando por las calles del centro de Granada. Desde la Carrera de la Virgen a la plaza del Campillo para llegar a Mariana Pineda.

Allí emprendió el camino hacia Ángel Ganivet para encarar la subida por Reyes Católicos y desembocar en Gran Vía, tras lo cual giró en Cárcel Baja para encaminarse por Pie de la Torre hasta la plaza de las Pasiegas. A este pintoresco rincón le sucedieron Marqués de Gerona, calle Alhóndiga y Puerta Real antes de enfilar de nuevo Acera del Darro hasta la Basílica de la Virgen de las Angustias.

El cuerpo de hermanos palieres de la Hermandad de las Angustias ofreció la misa de las 13:00. Una eucaristía que estuvo presidida por primera vez por Don José María Gil Tamayo como nuevo arzobispo de Granada y Marifrán Carazo como primera alcaldesa de la ciudad junto a toda la Corporación municipal.

Otro gran momento de la tarde-noche lo protagonizó el periodista de Cadena Cope Jorge de la Chica, encargado de pregonar la festividad. Con la radiofónica voz que le caracteriza, y seguro que aún con el disgusto por la derrota del Granada CF, pronunció un sentido discurso en el que puso en valor las singularidades de la Patrona, el "amor" que siente por ella y hasta se atrevió a pedir que a los títulos de 'Muy noble, muy leal, nombrada, grande, celebérrima y heroica ciudad de Granada' que jalonan la orla del escudo de la ciudad se le una el de 'mariana' en honor a la advocación de la Virgen. Ahí queda.