El Granada desaparece en Vallecas (4-0)

Los rojiblancos sufren un severo correctivo y se llevan la primera goleada bajo el mandato de Robert Moreno, que no tuvo respuesta

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El Granada no pudo responder al Rayo | Foto: Granada CF
Jero Camero
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Paupérrimo rendimiento del Granada en Vallecas. El conjunto de Robert Moreno, que a los tres minutos concedió el primer tanto, no fue capaz de reaccionar y terminó en caída libre hasta encajar dos goles más en la primera mitad.

Con un poco de fortuna, Álvaro García conseguía adelantar al cuadro franjirrojo con un disparo desviado por Víctor Díaz y que despistaba a Aarón. Lejos de conseguir una rápida reacción, los rojiblancos se centraron en buscar una salida de balón desde la defensa que aún no está dominada.

Las pérdidas se fueron acumulando una tras otra y para colmo de todos los males Domingos Duarte firmó su peor primera parte desde que llegó a Granada. A los 22 minutos dejó el pie suelto en área lo justo para rozar levemente a Nteka. No lo dudó el colegiado que señaló el punto de penalti y Trejo se encargó de poner el segundo en el luminoso.

Los jugadores de Robert Moreno comenzaron a perder la paciencia y las críticas al Gil Manzano llegaban tras cada jugada, ya fuera una falta o un saque de banda. Y, con el foco puesto en el sitio equivocado, cayó el tercero en favor del Rayo. Una vez más Domingos Duarte estuvo blandito en un balón dividido que terminó en los pies de Nteka, que no lo dudo y definió con un disparo cruzado.

El descanso llegó, pero no sirvió para arreglar nada, más allá de introducir a Jorge Molina por un Puertas nuevamente desaparecido. El Granada, aunque con más llegada, no consiguió imponerse. El balón que Luis Suárez estrelló en el larguero tras un desvío de Dimitrievski quedó en agua de borrajas a los pocos minutos con el cuarto tanto rayista, obra de Comesaña, que llegó para rematar solo en el segundo palo.

Fue entonces cuando llegó el cambio más importante para el Granada. Robert Moreno mandó al banquillo a un Víctor Díaz que fue un coladero por su banda y en su lugar ingresó Quini. Pero la sangría ya se había producido y el parcha tan solo sirvió para cortar el sangrado de un equipo ya sin pulso.

Derrota durísima cuya única lectura que se puede sacar mínimamente neutra es que Robert Moreno tendrá dos semanas para preparar lo que está por venir. El parón de selecciones será clave para cambiar esta dinámica y terminar de asentar los elementos clave. Y también de que desde la dirección deportiva busque una buen oferta antes del cierre del mercado.