La lucha se eterniza
El Granada perdió ante el Betis, pero se vio en Primera el próximo curso durante media hora encuentro porque empataba el Mallorca; el cuadro balear venció, por lo que el conjunto rojiblanco se jugará su futuro en la última jornada
La lucha del Granada por permanecer en Primera división se eterniza. El conjunto rojiblanco perdió contra el Betis, en un encuentro descafeinado que se jugó más en otros estadios que en el Benito Villamarín. Dos goles de Juanmi dieron los tres puntos al cuadro bético, que no sufrió para mantener su renta. Abrió la lata pronto, controló el duelo y zanjó el resultado ya en las postrimerías del partido, cuando los dos contendientes firmaban el acta. Los de Karanka se vieron salvados durante media hora. Fue el tiempo que permaneció el empate a uno en el duelo entre Mallorca y Rayo Vallecano, después de un tanto de Ciss. La nutrida representación nazarí en la grada estaba satisfecha, bien atenta al móvil, pese a la derrota. En el tiempo extra, el cuadro bermellón rompió las tablas y llevó a la última jornada de Liga la resolución del curso. Lo que suceda contra el Espanyol, en Los Cármenes, ya sí será definitivo.
El técnico vitoriano afrontó el duelo con pocos cambios en su alineación, pero significativos. Sin Escudero, sancionado, Quini fue reconvertido al lateral zurdo. Arias entró en su habitual carril derecho, para cerrar una línea apuntalada por Víctor Díaz y Domingos Duarte. A Karanka le gustó cómo funcionó su equipo contra el Athletic, por lo que mantuvo los engranajes en el centro del campo. Gonalons se fijó por delante y permitió revolotear a Milla y Álex Collado, este último más cerca del área rival. De la manga, el preparador sacó a Luis Suárez, que dejó en barbecho a Uzuni y se descolgó hacia la cal. Antonio Puertas y Jorge Molina sí mantuvieron su sitio. Pellegrini no se guardó ni una rebeca en el armario. Sin Bartra, cerraron Pezzella y Édgar, protegidos por Guido Rodríguez y Willian Carvalho. Por delante, Canales, Fekir y Juanmi, varita en mano y cuchillo entre los dientes.
Los instantes que tuvieron que esperar ambos conjuntos hasta que el balón pudo rodar de forma simultánea en todos los estadios debieron de elevar el nerviosismo. Los dos púgiles trataron de aliviar esa tensión lanzando golpes al mentón de su adversario, aun atenazados en la construcción en el arranque. Collado quiso sorprender pronto, pero, desde la frontal, apenas pudo peinar la hierba con un disparo desviado. Mucho más cerca del gol anduvo inmediatamente después el Betis. Álex Moreno ganó en velocidad a Puertas y cedió el balón a Borja Iglesias. Con ojos en la nuca, advirtió una desconexión en la marca de los nazaríes y sirvió el gol en bandeja a Juanmi. ‘O rei’ del Villamarín fue sorprendentemente indulgente frente a Maximiano, tal vez para que la cuchillada posterior doliera más.
Se acercaron los de Karanka a su excompañero Rui Silva, sin la precisión necesaria para llegar a inquietar en lo que por momentos era un duelo de ida y vuelta. Entretanto, apareció Canales para pausar el tiempo. El alumno aventajado de la escuela de magia y hechicería que Pellegrini llama línea de tres cuartos recibió por dentro, atosigado por Gonalons y Milla. Logró, pese a ello, girarse y formular un conjuro que abrió una grieta en la muralla nazarí. Corrió en diagonal Juanmi, a la caza del envío de su compañero, y levantó el balón con dulzura por encima de Maximiano para sumar su 15ª diana en Liga.
A la par que el malagueño, marcaba Muriqi en Son Moix, lo que acrecentó la ansiedad nazarí. Luis Suárez se enfundó en la armadura de Iron Man y se lanzó a la caza de las gemas que le permitieran salvar a su equipo. Se coló entre Bellerín y Guido para conectar un disparo que, tras tocar en Pezzella, se fue a dar de bruces con la base del poste. Después, cabeceó esquinado un córner puesto en juego por Milla, pero Rui Silva realizó una de esas paradas que otrora salvaban puntos para los rojiblancos. Mejoraban a cada minuto tras la pausa para la hidratación, a la que llegaron algo aturdidos e imprecisos. Los béticos, más pendientes del resultado del Sevilla, se entretuvieron demasiado en dos ataques posteriores. Maximiano suspiró aliviado, antes de ver, ya al borde del descanso, que un testarazo de Jorge Molina, a centro de Arias, se iba fuera.
La vuelta de los vestuarios fue pausada. Los béticos optaron por mecer el balón para inyectar morfina al duelo y los rojiblancos, con errores de conexión, apenas conseguían correr a la espalda de la defensa local. Alertó Bellerín rematando una falta y replicó de nuevo Jorge Molina con el flequillo. Más tarde, el lateral verdiblanco pudo hacer el segundo tanto de su equipo, tras un contragolpe, pero el zaguero golpeó muy por encima del arco. En ese momento, vibró el móvil en el bolsillo del millar de aficionados desplazados desde Los Cármenes. Pathé Ciss había empatado el duelo en Mallorca, lo que salvaba al Granada con independencia de su resultado. Se celebró como un gol propio en la esquina visitante.
Édgar remató con la testa al lateral un saque de esquina, pero la suya era la única cabeza que quedaba en realidad en el Benito Villamarín. Solamente Collado, hiperactivo, y Santi Arias, insistente en el pasillo derecho, parecían ser ajenos a la situación. Pellegrini empezó a pensar en que sus pupilos fueran homenajeados por la hinchada verdiblanca; Karanka, por su parte, quiso preservar a sus hombres más desgastados. Entraron Petrovic, Germán, Arezo y Yan Eteki en los rojiblancos, para dar descanso a Milla, Puertas, Jorge Molina y Gonalons. El chileno retiró a Fekir, ovacionado por Joaquín, que estuvo cerca de propiciar el tanto en propia puerta del mediocentro serbio del Granada.
El marcador, dado el desenlace en los demás estadios, satisfacía a todos. Solo Arezo, dispuesto a reivindicarse, trató de agitar el avispero. Asistió a Luis Suárez, que estrelló el balón en Rui Silva, y el uruguayo empalmó con potencia al rechace, pero su disparo se topó con el pecho de Pezzella. Después, Rodri levantó el periscopio y atisbó desde lejos la carrera de Juanmi, que fusiló a Maximiano. Aunque el juez de línea levantó el banderín, el gol subió al marcador. No importaba a los rojiblancos, que se veían en Primera con solo el tiempo extra por delante. Sin embargo, Abdón Prats decidió reescribir el guion del final de la temporada.
La derrota plantea un escenario complejo de nuevo para los rojiblancos, abonados de nuevo a un cierre agónico tras dos temporadas de sonrisa perenne. Los de Karanka, empeñados en creer que la lucha es eterna, aplazan la permanencia y mantienen la iniciativa. Dependen de sí mismos, pero se juegan todo a una carta, y en una posición menos cómoda que la que ostentaban al comienzo del fin de semana. Ya no habrá más reválidas ni margen para maniobrar: Los Cármenes acogerá la batalla definitiva.
Ficha técnica
Real Betis: Rui Silva; Bellerín, Pezzella, Édgar, Álex Moreno; Guido Rodríguez, William Carvalho (Guardado, 83’); Fekir (Joaquín, 71’), Canales (Rodri, 83’), Juanmi (Miranda, 89’); y Borja Iglesias (Willian José, 89’).
Granada CF: Luís Maximiano; Arias, Víctor Díaz, Domingos Duarte, Quini; Gonalons (Yan Eteki, 78’), Milla (Petrovic, 69’), Álex Collado; Antonio Puertas (Germán, 78’), Luis Suárez y Jorge Molina (Arezo, 78’).
Goles: 1-0: Juanmi, min. 13; 2-0: Juanmi, min. 87.
Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea. Amonestó al visitante Luis Suárez .
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 37ª jornada del campeonato de Liga en Primera división disputado en el estadio Benito Villamarín. Alrededor de un millar de aficionados granadinistas acompañaron a su equipo en la grada.