Fallos propios y arbitrales lastran al Granada en Valdebebas
El Granada le peleó de igual a igual al Real Madrid pero los errores al comienzo del partido le impidieron ponerse por delante
Ladran, Sancho, significa que avanzamos. Se ha montado mucho revuelo en los últimos días en torno al menosprecio de cierto tertuliano a la plantilla del Granada. Este equipo habla sobre el terreno de juego y en el Alfredo Di Stéfano volvió a demostrarlo, avasallando a un Real Madrid con más errores que aciertos.
Al final resultó que no eran gigantes, como muchos les presuponían. Tan solo molinos y algunos de ellos totalmente detenidos sin el empuje del viento que genera el fútbol de Luka Modric. La lesión del croata en las filas merengues era, al comienzo del partido, igual de dolorosa que la de Machís en el Granada. Pero, aun así, consiguieron llevarse los tres puntos.
Con una diferencia. Al Madrid le costó encontrar un hombre que asumiese ese rol con solvencia, mientras que Kenedy sí explotó por la banda izquierda y con su presión provocó los errores de la defensa blanca. Los nazaríes identificaron con rapidez al impostor de la zaga merengue, ya saben, como pasa en el Among Us, ese juego de moda del que todo mundo habla.
Soldado mandó a todos arriba nada más comenzar el partido y entre él y Kenedy consiguieron forzar el fallo de Varane. Al francés le costó entrar al partido, pero también a Puertas, que no consiguió mandar el balón entre los tres palos cuando se quedó totalmente solo ante Courtois. Perdonó el Granada y eso es mortal ante cualquier equipo, pero sobre todo frente al Real Madrid.
Aunque en esta ocasión los blancos no tenían el tino necesario para armar las jugadas con sentido. Por mucho que Kroos se esforzarse en generar el juego, Eteki tuvo uno de sus días más lúcidos en defensa ante la ausencia de Gonalons. El camerunés, Yangel y Milla lograron desarbolar un centro del campo merengue más físico que técnico.
La manija del alemán no marcaba el rumbo de forma consistente. Se notaba en el ataque, pero también en la defensa, donde las pérdidas en la salida de balón fueron críticas desde el comienzo. Si en la primera acción del partido el error fue de Varane, la siguiente fue de Courtois, aunque en esta ocasión fue Kenedy el que se entretuvo con la pelota y no fue capaz de definir.
El Granada venía con ganas, pero entonces llegó el momento de protagonismo de ese que nunca quiere serlo. Martínez Munuera comenzó a pasearse por Valdebebas y parecía importarle más bien poco lo que sucedía en el terreno de juego. Ni siquiera cuando su compañero desde el VAR le pidió ver la acción más clara del partido en la que Yangel Herrera fue agarrado por Casemiro, que siempre sale airoso de este tipo de lances, dentro del área. Ni se molestó el colegiado en revisar la jugada.
El empate sin goles campaba en el luminoso al descanso, un buen presagio para el Granada que en sus últimos enfrentamientos ante los blancos siempre echó gran parte de sus opciones por tierra en los primeros compases. Pero lo que sí cambió el devenir del encuentro fue la lesión de Rodrygo. El brasileño estaba siendo uno de los jugadores más insistentes con sus internadas a la espalda de Foulquier, pero en realidad no fue ni la sombra del fútbol desplegado por Asensio cuando le sustituyó.
El extremo balear revolucionó al Real Madrid. Le dio pausas en las transiciones y a punto estuvo de hacer uno de los goles más bonitos del campeonato con un remate de espuela. Fueron minutos tensos en la defensa del Granada, que permitió ocasiones claras al cuadro local. Pero el seguro nazarí siempre está ahí para abortar las situaciones críticas y realizó una doble parada magistral que mantuvo la igualada en el luminoso.
Sin embargo, y pese al buen hacer de Rui Silva, el tanto merengue llegó con un cabezazo de Casemiro con doble fallo de la defensa granadinista. Kenedy se confió y permitió el centro de Asensio y el centrocampista brasileño le ganó el puesto en el segundo palo a Vallejo. Todo el trabajo de una hora de partido se vino abajo cuando restaban 30 minutos para el final.
Diego Martínez decidió dar el todo por el todo. Cambió a los hombres de arriba, menos a Puertas, y también a Eteki. La entrada de Soro, Suárez y Molina dejó al Granada con cuatro hombres de ataque al mismo tiempo. A esa ristra de atacante se sumó un Germán que se quedó arriba tratando de bajar balones como podía ante los centímetros de Varane y Ramos.
Pero no hubo manera. Para colmo de males, Antonio Puertas cerró su día negro con una lesión producto del cansancio acumulado durante todo el partido y Karim Benzema certificó que el Granada es una de sus víctimas favoritas con el 2-0 en la última jugada del encuentro, cuando los rojiblancos ya estaban volcados en ataque.
Ficha técnica:
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; Valverde (Vinicius Jr, 78'), Casemiro, Kroos; Lucas Vázquez (Isco, 78'), Benzema y Rodrygo (Asensio, 38').
Granada: Rui Silva; Foulquier (Quini, 73'), Vallejo (Germán, 84'), Duarte, Neva; Eteki (Suárez, 63'), Milla, Yangel; Puertas, Kenedy (Soro, 63') y Soldado (Jorge Molina, 73').
Goles: 1-0, Casemiro (57'); 2-0, Benzema (93').
Colegiado: Martínez Munuera. Amonestó a Lucas Vázquez y Carvajal en el Real Madrid y a Foulquier en el Granada.
Incidencias: Partido disputado en el Alfredo Di Stéfano sin presencia de los aficionados.
Comentarios
Un comentario en “Fallos propios y arbitrales lastran al Granada en Valdebebas”
enrique
24 de diciembre de 2020 at 07:00
Si no aprovechamos las oportunidades, todo el esfuerzo y todo el gran trabajo del equipo, que dio muy pocas opciones al Madrid, sirven de poco. Buen partido táctico y combativo, pero una pena las oportunidades perdidas, del penalti mas vale quejarse de que nos lo robaron, a que lo hubiéramos fallado..