Las crónicas del ascenso del Granada CF

El conjunto rojiblanco, aunque ‘pasito a pasito’, ha regresado a Primera División, culminando una gran temporada en la que, de la mano de Diego Martínez, han vuelto a ilusionar a su afición

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Los jugadores del Granada CF celebran el ascenso en Son Moix | Foto: Agencia LOF
GranadaDigital
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Aunque ‘pasito a pasito’, el Granada CF ha regresado a Primera División. El conjunto rojiblanco ha vuelto a la máxima categoría del fútbol español, culminando una gran temporada en la que los nazaríes, que no parecían optar al ascenso, se han reconciliado con su afición y han sentado las bases de un sólido proyecto que cuenta con las señas de identidad de Diego Martínez, uno de los grandes artífices del retorno.

UN COMIENZO DUBITATIVO

Sin embargo, los primeros pasos en el camino hacia el ascenso fueron acordes a lo que se vaticinaba en verano, cuando el límite salarial entorpeció la construcción de la plantilla. Esta aún no estaba completa cuando arrancó el campeonato liguero, que dejó en su primera jornada un empate a cero en casa del Elche. Los rojiblancos mostraron dificultades para generar peligro e, incluso, pudieron caer si el cuadro local hubiera estado más acertado al final de cada periodo, pero dibujaron ya el esquema característico de este Granada.

El regreso a casa tampoco trajo consigo la primera victoria, aunque sí el primer gol y el estreno de un renacido Antonio Puertas. El conjunto rojiblanco empató a uno ante el CD Lugo en un encuentro de color rojiblanco encauzado con el tanto del extremo almeriense. Sin embargo, los de Diego Martínez no cerraron la victoria pese a la retahíla de ocasiones de las que dispusieron y apareció José Carlos Lazo para poner las tablas en el electrónico.

EL PRIMER IMPULSO

El primer triunfo llegó en la tercera jornada de Liga, disputada nuevamente en casa, ante un CA Osasuna que, por aquel entonces, en poco se parecía al que ahora lidera la clasificación, ya como equipo de Primera. Los de Diego Martínez, ya sin la distracción del mercado de fichajes, derrotaron al conjunto navarro por 2-0 gracias a los tantos de Ramos y Vadillo en un choque en el que, además, convencieron a su hinchada.

Las dudas continuaron disipándose una semana más tarde, cuando el combinado nazarí, además, demostró que sabe sufrir. Ganó por 1-3 en casa del Extremadura pese al asedio azulgrana, que evidenció ya el poderío defensivo de los de Diego Martínez. Puertas, en dos ocasiones, y Pozo, con un auténtico golazo, sellaron el triunfo. El almeriense firmó otro doblete una semana más tarde, cuando ‘se vistió de Morfeo’ para hacer soñar a una afición que disfrutó de un contundente triunfo ante el Rayo Majadahonda.

La visita a Riazor dejó la primera derrota del conjunto rojiblanco, que permaneció completamente apagado en ataque hasta que Montoro, en el descuento, recortó distancias de falta. No obstante, el tropiezo dio paso a otras tres victorias consecutivas. La primera de ellas, ante el Córdoba, supuso una auténtica fiesta en la grada, que pudo ver la versión más demoledora de los rojiblancos.

La siguiente llegó en casa del Reus, en el único duelo que han disputado ambos conjuntos debido a la expulsión de los catalanes. Puertas, una vez más, fue decisivo para romper las tablas en un duelo muy disputado. Pozo, el otro gran protagonista de la primera mitad de campeonato nazarí, fue el autor del único gol que se pudo cantar en la vuelta a Los Cármenes, una semana después, ante el Mallorca, que ha peleado hasta el final por lograr el ascenso directo.

CAMPEÓN DE INVIERNO

Los nazaríes perdieron en Alcorcón, donde dos fatídicas acciones dieron los tres puntos al cuadro alfarero, que por aquel entonces se mantenía invicto. Víctor Díaz fue expulsado tras derribar a Nono en un resbalón y Álex Martínez provocó un dudoso penalti que acabó siendo decisivo.

Pero la moral rojiblanca se mantuvo intacta. Pozo decidió el duelo ante el Almería sobre la bocina y una actuación coral de los de Diego Martínez arrasó al Zaragoza en La Romareda, lo que les permitió alcanzar el liderato. Sin Montoro, el Granada CF empató ante el Numancia, en un duelo del que salió completamente desesperado, y sumó más tarde otro punto en casa de Las Palmas, pese a ser superior. Perdió ante el Sporting en casa, pero lo que le venía haría olvidar pronto este tropiezo.

En diciembre, el cuadro rojiblanco se mostró intratable. Ganó en La Rosaleda con un solitario gol de Montoro, lo que supuso un auténtico golpe sobre la mesa del conjunto dirigido por Diego Martínez. Este también salió victorioso de su visita al Nástic de Tarragona, gracias a una magnífica acción a la contra que culminó Pozo, y desató la ilusión con una sutil vaselina de Ramos que dio los tres puntos ante el Oviedo. Se le escapó el triunfo ante el Tenerife, que arañó un empate que, sin embargo, valió al cuadro granadino para proclamarse campeón de invierno.

NUEVAS DUDAS

Con el cambio de año, apareció nuevamente la incertidumbre. Ya en los últimos encuentros de 2018, el equipo dio señas de cierto agotamiento, una sensación que arreció en enero. Los de Diego Martínez empataron en casa frente al Albacete, su pareja de baile por el ascenso directo, y también en el Carranza. Ganaron al Elche con un doblete de Montoro que, sin embargo, cayó lesionado, haciendo saltar todas las alarmas.

Sin el centrocampista valenciano, el conjunto rojiblanco es otro equipo. Empató a cero ante el Extremadura y perdió ante Osasuna y Deportivo, dos rivales directos en la pelea por el ascenso. No obstante, la victoria en su visita a Córdoba, antes de la jornada de descanso, resultó un punto de inflexión que determinó el camino rojiblanco. Con los fichajes invernales ya asentados, los de Diego Martínez remontaron el gol inicial de Andrés Martín y sumaron tres puntos que volvieron a cambiar la inercia.

Tras sumar tres puntos sin jugar por la expulsión del Reus, el conjunto rojiblanco enlazó un segundo triunfo consecutivo gracias, en gran medida, a una muy buena actuación de Dani Ojeda. Con un imperial tanto de Germán, los nazaríes tumbaron al Zaragoza, si bien empataron ante Almería y Las Palmas antes de perder en casa del Numancia, donde un aletargamiento de cinco minutos fue suficiente para pinchar.

TOURMALET HACIA EL ASCENSO

La competición entró entonces en una fase decisiva. Todos los equipos se jugaban algo, lo que supuso una dificultad añadida en el camino hacia el ascenso, que se convirtió en un auténtico ‘Tourmalet’. El conjunto granadino sumó un apoteósico triunfo frente al Málaga, gracias a otro determinante gol de Puertas, pero cayó en su visita al Sporting por un gol encajado a los diez segundos de partido.

La mejor versión nazarí volvió a aparecer por momentos en Lugo, aunque fueron dos genialidades individuales de Vadillo las que decidieron el encuentro, en el que los de Diego Martínez acabaron pidiendo la hora. Ganaron con solvencia a un Nástic de Tarragona que ofreció muy poca resistencia, y poco les faltó para hacer lo propio en Oviedo. Solo un error de Germán en el 87’ les privó de sumar tres puntos más en el Carlos Tartiere, aunque fue un mal menor.

Una de las mejores actuaciones del curso, en especial en la primera parte, tumbó al Tenerife de José Luis Oltra, que recibió un 2-1 pero pudo irse goleado, lo que les permitió afrontar el decisivo duelo en casa del Albacete con la moral por las nubes. Allí, el Granada tuvo que sufrir y bajar a los infiernos, donde solo Rui Silva evitó la quema, antes de que Ramos le permitiera tocar la gloria.

Con todo encaminado, llegó el duelo ante el Cádiz, la primera de las tres oportunidades de las que el equipo disponía para certificar el ascenso. Un gol de Rodri propició que Los Cármenes viviera una fiesta durante 67 minutos, tiempo en el que el Granada permaneció en Primera. Sin embargo, Aketxe pospuso la celebración con un zapatazo que hizo enmudecer el feudo nazarí, condenado aún a no albergar las grandes gestas.

Ha sido en Mallorca, finalmente, donde el conjunto rojiblanco ha terminado celebrando el retorno a Primera División. Un empate, conseguido en el minuto 88, le valió para certificar el ascenso, aunque una derrota le habría servido igualmente. El Albacete perdió en casa, ante el Málaga, lo que mandaba a toda la hinchada rojiblanca a la Fuente de las Batallas independientemente del resultado del Granada CF en Son Moix.

Con todo hecho, el conjunto nazarí cerró la fiesta en Los Cármenes, ante el Alcorcón. El duelo fue un mero trámite, intrascendente en lo deportivo, que sirvió para homenajear a una plantilla glorificada a base de trabajo. El último de los pasitos de un plantel histórico.