¿Cuáles son las lesiones más frecuentes en el pádel?
Para evitar los perjuicios de este deporte, es recomendable realizar unos ejercicios de calentamiento mínimos antes de empezar a jugar
as lesiones más frecuentes al practicar pádel suelen ser tendinosas, musculares y articulares, y se concentran en el brazo y en el codo, a causa de la repetición constante de movimientos al golpear la pelota, tal y como ha explicado el especialista en fisioterapia, medicina del deporte y traumatología de la Clínica del Corredor i Ciclista, Ángel Bigas.
Los problemas más usuales que puede producir este deporte son "la tendinitis de hombro del manguito de los rotadores y la tendinitis de codo, epicondilitis o codo de tenista. Se producen debido al sobreuso de estas articulaciones", ha señalado Bigas, que también es miembro de Saluspot. Los dolores de espalda y las lumbalgias también son comunes entre los aficionados al pádel, por las sobrecargas y desequilibrios musculares que se producen entre la pared abdominal y lumbar.
Si no se aplica un tratamiento rehabilitador precoz, la epicondilitis se puede convertir en una enfermedad crónica. Por otro lado, la tendinitis también puede desarrollarse en la rodilla, la muñeca o el pie, esta última en forma de tendinitis aquílea. Otra lesión más grave, aunque menos frecuente, es la luxación de hombro, que consiste en la salida de la cabeza del húmero de su cavidad articular y que suele tener lugar al realizar un 'smash' o remate.
Para evitar los perjuicios de este deporte, es recomendable realizar unos ejercicios de calentamiento mínimos antes de empezar a jugar, al igual que estirar bien después del partido. También es importante disponer de material deportivo adecuado, lo que incluye la ropa, el calzado y la pala. El pádel es un deporte que no requiere gran preparación física, pero si no se tiene cuidado, puede causar lesiones más o menos graves.
CUIDADO CON LAS PIERNAS Y LOS PIES
Los cambios rápidos de dirección que requiere el pádel pueden dar lugar a esguinces de rodilla, que afectan a los ligamentos laterales y cruzados. También puede producirse la condromalacia rotuliana, que consiste en "el desgaste del cartílago inferior de la rótula", ha explicado Bigas, y tiene lugar cuando "hay una fricción continua entre rótula y fémur". La rehabilitación de estas lesiones consiste en ejercicios de tonificación muscular en el muslo, que comprendan también cuádriceps e isquios.
En el pie puede producirse fascitis plantar, a causa de los continuos saltos y carreras que exige este deporte. La fascitis plantar tiene lugar cuando se inflama el tejido que cubre la planta del pie y llega hasta el talón. Otro problema relacionado es el espolón calcáneo del pie, y ambas patologías se pueden prevenir con unos buenos estiramientos.
Por otro lado, las lesiones musculares más frecuentes en las piernas son las distensiones y roturas en los gemelos. Suelen tener lugar al comienzo del juego por la falta de un buen calentamiento. Bigas ha destacado que es "importante beber durante el partido, para mantener una buena hidratación del músculo".