Bingo Puerta Real, cuatro décadas repartiendo ilusión desde el corazón de Granada

El establecimiento sopla las velas de su cuarenta aniversario tras acometer una profunda reforma para mejorar el servicio a sus clientes

FOTOS Bingo Puerta Real celebra su 40 aniversario como referente del ocio en Granada (8)
Fachada del Bingo Puerta Real tras su última reforma | Fotos y vídeo: Javi Gea
Miguel López Rivera
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En un tiempo en el que no pocos establecimientos históricos parecen condenados al cierre, que uno de ellos pueda celebrar su 40 aniversario es motivo de satisfacción por partida doble. Primero, por el hecho en sí de alcanzar las cuatro décadas de existencia, pero sobre todo por su capacidad para sortear durante todo ese periplo los contratiempos de crisis, pandemias y adversidades varias.

No es fácil sobrevivir en el mundo de las cadenas, las grandes marcas de dimensión internacional y la fiebre de la sociedad por las mismas. El mítico Bingo Puerta Real lo ha conseguido y este jueves sopla las velas de su cuarto decenio. ¿Las claves? "Esfuerzo, perseverancia, trabajo, compromiso de todo el equipo, paciencia, confianza del Consejo de Administración, un servicio al cliente exquisito y el hecho de aquí siempre se juegue con cartón físico, y no virtual, manteniendo la esencia del bingo tradicional", desglosa Rafael Núñez, jefe de sala del emblemático local, en el vídeo que acompaña a esta noticia.

Qué granadino no se ha detenido espontáneamente frente a su entrada en una tarde-noche familiar o con los amigos, fascinado por las letras mayúsculas en azul oscuro con la palabra "bingo" de su fachada en el 'kilómetro 0' de la ciudad, allí donde bulle la vida social y económica de la Granada más viva y trasnochadora. Esas letras ahora son negras y grises sobre fondo blanco y están rodeadas por una suerte de arco de color blanco glamur, fruto de la profunda reforma que la sala ha acometido al albor de los fastos de dicha efeméride y con un solo objetivo: seguir ofreciendo el mayor confort y la mejor calidad a sus clientes al menos 40 años más.

"Para nosotros es un honor y una satisfacción poder cumplir 40 años. Nos sentimos muy orgullosos de ser el bingo referente de la ciudad de Granada y de poder ofrecer desde 1982 una actividad y ocio diferentes a granadinos y visitantes", sintetiza con el pecho henchido Núñez, quien recuerda aquel proyecto embrionario que bajo el nombre de Bingo Peña La Platería comenzó a dar sus primeros pasos en febrero de 1982 de la mano de Don Miguel Daroca y Doña Carmen Gómez, sus socios fundadores: "Entendieron que la ciudad necesitaba un establecimiento donde se pudiera ofrecer algo diferente y fueron visionarios en este sector. Con el paso del tiempo han ido evolucionando. Por eso el cambio de nombre de Bingo Peña La Platería a Bingo Puerta Real".

En los últimos cuatro años ha habido dos momentos claves muy evidentes en la historia de Bingo Puerta Real. El primero, en 2018, lo detalla su jefe de sala: "Hay un antes y un después de 2018 a ahora, con la consecuencia del cambio que hemos tenido en la dirección, que sí ha apostado para que nos metamos de lleno en las exigencias del mercado tanto tecnológicamente como en el caso de las instalaciones". Eso se traduce en una nueva sala tecnológica "con los mejores productos del mercado, tanto en B4 como en B3 y ruleta, que está enfocada a otro tipo de público más joven. En realidad, el bingo en sí sigue manteniendo su esencia. Hemos ido evolucionando con el sector".

El otro gran punto de inflexión llegó con la pandemia. Fue entonces cuando la dirección decidió hacer de la necesidad virtud pese a los contratiempos. "Hemos sido más castigados. La normativa del sector nos ha impuesto unas medidas muy estrictas y hemos tenido que luchar contra ello, pero quisimos acondicionar la sala para valorar la fidelidad de nuestro cliente, que ha sabido reconocer el gran esfuerzo realizado durante las restricciones", reconoce el responsable del bingo.

Reformas y servicios alternativos

La mítica escalinata de la entrada se ha mantenido, pero ahora la primera estancia, donde se encuentra el control de acceso, ha cambiado por completo. El mostrador ya no queda junto a la escalera, sino pegado a la pared más a la derecha del vestíbulo. Es más amplio y en tonos blancos. Las columnas cambian con una secuencia de color y confieren al hall un ambiente mucho más acogedor. Donde se ubicaba el control, la puerta que daba acceso a la sala tecnológica ha sido suprimida. Se ha tirado el tabique y dicho espacio ha quedado integrado, mientras que la ambientación se transforma en un oscuro mucho más propicio para que el usuario pueda ponerse al frente de las máquinas allí instaladas.

La sala principal también ha sufrido una transformación considerable. Las sillas tapizadas en terciopelo azul marino, con su clásica estructura de madera, han dado paso a comodísimos asientos blancos con ruedas. Todo para seguir repartiendo ilusión y alegría a los granadinos. "Antes de la pandemia repartíamos entre siete y ocho millones de euros al año. En este último año hemos estado en torno a los cuatro o cinco millones de euros. Estas cantidades no se reparten entre pocas personas, sino entre bastante gente. Eso es lo bueno y también una parte muy responsable de esta actividad. Estamos orgullosos de que, en ese sentido, mucha gente pueda ganar dinero", expone Núñez.

Pero en esas nuevas sillas también se puede degustar alguno de los suculentos bocados que se preparan en la cocina de Bingo Puerta Real. Por su sabor, emplatado y elaboración, las hamburguesas con patatas, sándwiches, embutidos, flamenquines, habas con jamón, croquetas, platos de cuchara o el delicioso coulant están a la altura de los mejores restaurantes por precios muy asequibles: "Ofrecemos servicios alternativos al bingo. La reforma ha sido fundamental para ello porque hemos hecho un cambio integral de lo que es la zona electrónica para adaptarla a estos tiempos (antes era más arcaico y más frío). Hemos realizado una inversión muy fuerte en la sala electrónica y en la recepción, para que el cliente perciba otra cosa más moderna, acogedora e integrada. De esta manera, podremos atraer a una clientela nueva".

Un equipo de cocina lo hace posible, al igual que quienes trabajan en el bingo, que Rafael Núñez define como "un personal cualificado que tiene una gran formación tanto en sala como en el trato con el cliente, que es lo que nosotros priorizamos". "Se van reciclando porque todo esto va evolucionando y hay que ver todas las situaciones del mercado, con los nuevos productos que van saliendo. Continuamente se les va formando", añade.

Juego responsable

Así, no es de extrañar que quienes acuden a Bingo Puerta Real lo hagan seducidos por "el juego de azar más atractivo" al ser "el más familiar, solo que trasladado a un establecimiento donde gente sin conocerse se puede reunir y socializar. Puede ser un punto de encuentro, una referencia, para poder sociabilizarse". Eso sí, con responsabilidad, algo fundamental para la dirección del emblemático local.

"Históricamente, todas las salas de juego han destacado por tener una actividad responsable. Para acceder a nuestro establecimiento hay un control de entrada muy exhaustivo. No pueden entrar menores de edad ni tampoco gente a la que se le tiene prohibido el acceso por la Junta de Andalucía. Sufrimos muchas limitaciones en la publicidad y también en el precio del cartón físico", aclara el responsable del bingo.

Son ya 40 años de tradición, de tardes en grupos de amigos a los que la ilusión de tachar los números de un cartón les sobreviene mientras caminan por la Acera del Casino o la Fuente de las Batallas. Momento en el que alguno interrumpe la monotonía del grupo y pronuncia las palabras mágicas: "¿Echamos un bingo?". Y comienza a girar el bolillero.