Cuarenta pinturas de Guerrero buscan voz
El Centro Guerrero continúa, tras 13 encuentros, con el ciclo de charlas en las que un experto elige y expone una de las obras del artista granadino y la analiza desde un punto de vista personal
El Centro José Guerrero continúa mañana con su ciclo “40 pinturas en busca de voz”, en el que una serie de escritores, historiadores del arte y artistas eligen y exponen una obra de la colección del artista granadino, y las razones que a su juicio motivan la elección. Todos ellos son buenos conocedores de Guerrero y de la colección del Centro y realizan una aproximación menos académica y más personal.
Mañana le toca el turno a “La aparición” (1946), una obra de transición, una de esas pinturas que muestran cuál es el mundo que Guerrero va a dejar atrás; aunque nunca lo haga por completo, ya que si bien pronto se encamina por la senda de la abstracción, siguiendo un rumbo que no abandonará, algunos elementos presentes en esta pintura persistirán en el resto de su producción.
Con este cuadro, realizado a su regreso de París y tras una estancia en el pueblo salmantino de La Alberca, el artista penetra en el mundo oscuro de la violencia y la superstición popular para construir un relato de clara influencia lorquiana, que puede ser puesto en relación temática —que no estilística— con la obra de pintores tan dispares como Darío de Regoyos o Julio Romero de Torres.
En esta ocasión, será la profesora Esperanza Guillén la que ponga de manifiesto cómo, partiendo del expresionismo europeo, del que “La aparición” sería un ejemplo epigonal, Guerrero llega al expresionismo abstracto americano sin abandonar algunas de las claves que anclan su pintura a un sustrato cultural plenamente español.
La colección del Centro, compuesta por cuarenta obras sobre lienzo y veinte sobre papel, abarca un arco cronológico que permite conocer la trayectoria de Guerrero, artista considerado como una referencia del arte español contemporáneo. Su obra arranca con la influencia de Matisse y Picasso, a mediados los años cuarenta, y se desarrolla con el descubrimiento de la abstracción en el entorno americano de los primeros cincuenta, el impacto del pop art a finales de los sesenta y el hallazgo de un sistema formal propio a partir de los setenta, hasta llegar a la plena madurez.
ESPERANZA GUILLÉN
Es profesora de Historia del Arte en la Universidad de Granada. Su labor docente e investigadora se ha centrado especialmente en la Historia de la Arquitectura y la Historia de las Ideas Estéticas entre los siglos XVIII y XX. De entre sus artículos destacan los que estudian las relaciones entre arte y literatura en autores como Goethe, Bécquer, Loti o Huyssmans; de entre sus libros, Naufragios. Imágenes románticas de la desesperación (2004) y Retratos del genio. El culto a la personalidad artística en el siglo XIX (2007). Sus más recientes obras analizan la posición de los creadores en relación al sistema de las artes a través de sus escritos íntimos: Orgullo y dependencia. Cartas de artistas españoles (1853-1939) (2013) y Los artistas frente a la Primera Guerra Mundial. Correspondencia, diarios y memorias (2014).
Ha colaborado con el Centro José Guerrero desde su creación en diversas de sus actividades y publicaciones; en la actualidad es coordinadora del ciclo de conferencias Lecciones de cultura visual.